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Chávez, un huracán recorre Venezuela

El mandatario continuó por Barquisimeto la gira proselitista por el interior del país, la que inició el jueves en la ciudad de Barcelona, estado de Anzoátegui

Autor:

René Tamayo León

CARACAS.—Las imágenes se repiten, pero cada una tiene su marca. El jueves estuvo entre la gente del oriente, con esa gracia y espíritu que caracteriza a los barceloneses de Anzoátegui. Este sábado fue la siempre ardiente Barquisimeto la que acogió al presidente Hugo Chávez como candidato bolivariano para las elecciones presidenciales del 7 de octubre.

Alegre, entusiasta y rozagante, el líder revolucionario llegó a Barcelona —el jueves—, luego de una jornada matutina en Caracas durante la que abanderó a la delegación olímpica.

El viernes siguió la rima de ese ritmo trepidante que vuelve a retomar, con encuentros con la población, una larga entrevista a una televisora regional, la inauguración de una termoeléctrica en Puerto la Cruz y la inspección del proyecto de conversión profunda de la refinería de Guaraguao, también en Anzoátegui, y que será inaugurada en 2015.

Este sábado, ya temprano, el mandatario, marcial, ataviado con su traje de Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB) y su inseparable boina roja de paracaidista, marchó, como buen militar que es, y como a ritmo de tambor, durante el acto de transmisión de mando del Ejército Bolivariano y del Comando Estratégico Operacional.

En el patio de honor de la Universidad Militar Bolivariana, en Fuerte Tiuna, se le vio a sus anchas, en su propia «salsa», la del soldado que fue y nunca ha dejado de ser.

Y empezando la tarde de este sábado, llegó a Barquisimeto, estado de Lara, donde, de nuevo, decenas de miles de venezolanos lo acompañaron en lenta caravana —ante tanta multitud— desde el sector de Pueblo Nuevo, en calle 6, lo siguieron por la avenida Corpahuaico, y se apretujaron para escucharlo frente a la tarima colocada delante del principal estadio local.

No por cotidiano en su hacer, el accionar del estadista en los últimos tres días estuvo marcado por más de un simbolismo, desde la impronta intrínsecamente juvenil y de futuro que encarnan los 69 atletas locales que acudirán a los XXX Juegos Olímpicos de Londres, hasta el empuje industrial de la nación, representada por las decenas de factorías que se levantan e inauguran en estos meses.

También fue emblemático el repaso a las obras de la refinería de Guaraguao, un pequeño botón del potencial del país que posee las mayores reservas de petróleo del mundo.

Igual simbolismo tuvo el acto militar, cuando los generales Wilmer Barrientos Fernández y Carlos Alcalá Cordones asumieron de su mano la jefatura de dos de los cuerpos de las FANB, el Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la Comandancia del Ejército Bolivariano, respectivamente.

Uno y otro son miembros de la generación de militares que participaron en la rebelión cívico-militar liderada por Chávez el 4 de febrero de 1992. «4F, bendito seas», no pudo dejar de expresar el Jefe de Estado.

La sentencia se volvió a escuchar en la tarde de este sábado entre la gente de Barquisimeto y los miles de otras ciudades aledañas que acudieron a la cita con el candidato de la revolución para las próximas elecciones presidenciales, rumbo a las cuales, a propósito, sigue marchando en abismal delantera.

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