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BRUSELAS, diciembre 3.— El embajador ruso ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Alexander Grushkó, aseguró este miércoles que su país comenzó a aplicar medidas para contrarrestar el aumento de la presencia militar del bloque en Europa del Este.
La OTAN, que concluye en Bruselas una reunión de ministros de Asuntos Exteriores, maneja a su favor la crisis en Ucrania para respaldar el aumento de la actividad en el área y los gastos bélicos, aseveró el diplomático ante la prensa, según PL.
Grushkó subrayó además que la respuesta rusa será bien analizada en base a las acciones del pacto bélico en la región. Según el Embajador del Kremlin, la OTAN reconoció que los vuelos sobre aguas internacionales del mar Báltico autorizados por Moscú no violan las regulaciones establecidas.
La mayoría de los ministros de Defensa del bloque militar indicó que los aviones rusos operan en plena conformidad con las normas del Derecho Internacional y que las maniobras de rutina no representan amenaza alguna, sostuvo.
PL añadió que el funcionario señaló que las relaciones entre Rusia y la OTAN se acercan al punto de congelación. La Alianza deberá reevaluar su posición hacia Moscú, insistió.
Rusia no tiene escasez de socios en el ámbito internacional, por lo tanto, los proyectos que realizábamos en el marco del Consejo Rusia-OTAN se pueden retomar en otros formatos o en solitario, señaló.
Grushkó alertó sobre el interés del grupo militar de prorrogar su misión en Afganistán después de 2014.
En un reporte sobre el mismo hecho, Sputnik refiere que, la víspera, los cancilleres de la OTAN acordaron prolongar su presencia en las fronteras orientales de la Alianza, reforzadas ante el conflicto en Ucrania.
El Embajador ruso indicó que en realidad no existen razones para que la OTAN despliegue fuerzas adicionales en el este y que el bloque persigue sus propios intereses, en lugar de la seguridad nacional.
