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Demostración Racista de los SEAL Autor: Tomado de Internet Publicado: 03/08/2020 | 10:47 pm
De Jane Elliot supe por un tuit que iba acompañado de su imagen y esta contundente frase: «Nosotros no hubiéramos tenido que tener un Black Lives Matter si no hubiéramos tenido 300 años de las vidas negras no importan».
En 1968, pocos días después de que Martin Luther King fuera asesinado, Jane Elliot, entonces una maestra de tercer grado en una escuelita rural de Iowa, realizó un experimento con sus alumnos, todos eran blancos.
El ensayo de los ojos azules lo ha repetido muchas veces desde entonces en diferentes esferas y ambientes de Estados Unidos, y el resultado siempre es el mismo: una diferencia establecida arbitrariamente los pueden separar y enfrentarlos entre sí.
Dicho claramente, racismo, discriminación y prejuicios se «enseñan», y concretamente, la supremacía blanca es una de las mentiras de la extrema derecha manipulada durante siglos que ha introducido esa mala hierba en el pensamiento, sentimientos y forma de actuar de los estadounidenses; por tanto, conforma la estructura económica y la superestructura de la sociedad, permeando los elementos jurídicos, políticos e ideológicos.
Jane Elliot se convirtió entonces en una reconocida especialista y educadora en relaciones sociales. Ahora tiene 87 años y continúa siendo una activista contra la discriminación.
Por supuesto, sus criterios valen como nunca en la profunda división que estremece a Estados Unidos, provocada por los comportamientos racistas, específicamente tras el asesinato de George Floyd por un grupo de policías de Minneapolis que dieron rienda suelta a la brutalidad de los métodos represivos en que son entrenados.
En una entrevista con la BBC Mundo, la profesora consideró que la actual crisis en su país es «una situación que creamos los blancos, estamos viviendo las consecuencias de nuestro comportamiento»… «No puedes abusar de un grupo de gente inteligente durante 300 años y esperar que aguanten indefinidamente».
El tema viene a colación porque The Hill reportó este lunes que el cuerpo de los SEAL de la marina de guerra de Estados Unidos investiga videos de un show demostrativo que muestra a perros de esa fuerza especial de élite atacando a un hombre que lleva un pulóver del famoso jugador de fútbol rugby Colin Kaepernick, quien prácticamente fue separado de su equipo de la liga NFL cuando inició su protesta contra el racismo y la brutalidad policial en 2016 al arrodillarse mientras se entonaba el himno nacional, lo que se consideró un «irrespeto», fundamentalmente por el presidente Donald Trump, quien arremetió duramente contra él en Twitter.
En los videos, el público del evento de recaudación de fondos para el museo de la marina, realizado el año pasado en Fort Pierce, Florida, se ríe cuando después de ser derribado por los perros, el hombre dice: «Oh, me levantaré». Una evidente burla a Kaepernick, cuyo ejemplo se extendió también entre los jugadores de otros deportes.
Tan recientemente como el jueves pasado, los jugadores de la NBA (baskeball) se arrodillaron durante el himno, incluidos los jugadores de Los Angeles Lakers, Los Angeles Clippers, Utah Jazz y New Orleans Pelicans, dijo The Hill, y Lebron James, estrella de los Lakers, declaró después del partido: «Espero que Kaep se sienta orgulloso».
Ahora, la US Navy quiere «limpiarse» con la investigación y asegura que no era un evento oficial. Pero, ¿quién puede creerle a un cuerpo cuyos miembros han sido acusados de crímenes de guerra en Irak, y cuando es evidente que Estados Unidos es una sociedad basada en la desigualdad y su actual Presidente asume posiciones que la refuerzan?
