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Cerca de cien millones de personas empujadas a la pobreza por la COVID-19

Solo el 2 por ciento del patrimonio neto del multibillonario Elon Musk podría ayudar a resolver el hambre mundial

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Juventud Rebelde

HONG KONG, diciembre 28.—  El Banco Mundial estima que 97 millones de personas en todo el mundo cayeron en la pobreza debido a la pandemia en 2020, viviendo con menos de 2 dólares al día, y afirma que ha habido pocas mejoras desde entonces.

 «A nivel mundial, el aumento de la pobreza que ocurrió en 2020 debido a la COVID aún persiste, y los pobres inducidos por la COVID en 2021 siguen siendo 97 millones de personas», dijeron economistas del Banco Mundial en una publicación de blog a principios de este año.

El año en que comenzó la pandemia condujo a un revés histórico en la lucha contra la pobreza mundial, con el número de los más pobres del mundo aumentando por primera vez en más de 20 años, según el Banco Mundial.

Carolina Sánchez-Páramo, directora global de pobreza y equidad de esa entidad, comparó la pandemia con un desastre natural que se extendería rápidamente más allá de su epicentro en el este de Asia. «Sabíamos que el tsunami se acercaba», dijo a CNN Business. «La pregunta no era si este [shock económico] iba a llegar a las otras regiones en desarrollo, sino cuándo».

Aunque señalaron que la pobreza general debería disminuir este año.

Sin embargo, a medida que millones de personas cayeron en la pobreza durante la pandemia, la riqueza de los multimillonarios se disparó, dijo CNN.

El año pasado, los multimillonarios disfrutaron del mayor impulso a su participación en la riqueza registrada, según el Laboratorio Mundial de Desigualdad. Y aunque las mil personas más ricas del mundo tardaron solo nueve meses en recuperar sus fortunas durante la pandemia, podría pasar más de una década antes de que los menos afortunados se recuperen, según el informe anual sobre desigualdad de Oxfam Internacional.

Shameran Abed, director ejecutivo de BRAC International, una organización sin fines de lucro que trabaja para aliviar la pobreza en Asia y África, señaló la creciente brecha de riqueza, diciendo que  «las tres personas más ricas del mundo» probablemente podrían acabar con la ultra pobreza en la Tierra.

«No es solo su responsabilidad», agregó.  «Pero solo estoy diciendo que generalmente hay suficientes recursos [para abordar el problema]». Recientemente, el 1% superior ha estado bajo presión para colaborar en cuestiones humanitarias.

En noviembre, el director del Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, David Beasley, le pidió a multimillonarios como Jeff Bezos y Elon Musk, los dos hombres mas ricos del mundo, «dar un paso al frente ahora, por única vez» y terminar con el hambre que pasan ahora 42 millones de personas en 43 países.

En una entrevista con Becky Anderson de CNN, David Beasley dijo que dar 6 mil millones de dólares, o alrededor del 2 por ciento del patrimonio neto de Musk, podría ayudar a resolver el hambre mundial. Bezos, el magnate que creó Amazon obtiene 6 250 millones de dólares cada mes, así que con solo sus ganancias de 30 días puede paliar esa necesidad vital de hombres que, dijo «literalmente van a morir».

«Todo lo que necesitamos son 6.6 mil millones de dólares, solo 0.36 por ciento del aumento del patrimonio neto de los 400 principales multimillonarios estadounidenses el año pasado. ¿Es mucho pedir?»,  había escrito en su cuenta en Twitter el pasado 27 de octubre.

En la información de CNN se afirma que los expertos consideran que la primera tarea ahora es concentrarse en la vacunación o algún tratamiento para la pandemia, porque si no se controla ese gravísimo problema de salud, será muy difícil pensar en una recuperación de la economía. «Eso es casi como una condición necesaria para que suceda cualquier otra cosa», afirmó Sánchez-Páramo, la funcionaria del BM.

La desigualdad de las vacunas se ha convertido en un problema importante, ya que muchos de los países más ricos del mundo acumulan vacunas, compran dosis suficientes para vacunar a sus poblaciones varias veces y no cumplen sus promesas de compartirlas con el mundo en desarrollo. Y a medida que los gobiernos continúan reconstruyendo, también deberían enfocarse en reactivar la actividad económica que generaría empleo, como en el sector servicios, según Sánchez-Páramo.

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