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Tecnología

Quizá Sochi, y el Festival, sean el ejemplo tangible de todo lo bueno que se puede hacer a base de las nuevas tecnologías para beneficio del desarrollo industrial, social y educativo

Autor:

Raciel Guanche Ledesma

«Bienvenido al Aeropuerto de Sirius, ¿en qué puedo ayudarle?». Esa pregunta no me la hizo ningún voluntario, ni tampoco el personal de servicio que atendió por estos días a los participantes en el Festival Mundial de la Juventud. Fue, nada más y nada menos, que un robot inteligente desarrollado por la propia Universidad de Sirius, en Sochi.

Según me contó uno de los muchachos de la delegación cubana, el moderno androide no supo indicarle el primer día con precisión dónde estaba el comedor del recinto, pero, en la siguiente jornada, ya le compartió con exactitud y detalle milimétrico la dirección. Sin dudas, el robot resultó ser de las principales atracciones en los pasillos del denominado, durante el Festival, Aeropuerto de Sirius, mas no la única.

Casi todos lo hablan hoy, y lo dicen impactados ciertamente: «entre lo impresionante que deparó Rusia para esta fiesta de la juventud mundial, estuvo su despliegue tecnológico». La interacción sana deslumbró y, a la vez, fue la vía certera para enseñar y hermanar a los 20 000 jóvenes delegados de más de 180 países.

Un recorrido por todas las áreas del aeropuerto de Sirius podía tardar horas, y no exactamente por las distancias. Cada paso que dábamos en las salas expositivas significaba toparnos, además, con los más actuales avances de la inteligencia artificial o la realidad virtual.

Quizá Sochi, y el Festival, sean el ejemplo tangible de todo lo bueno que se puede hacer a base de las nuevas tecnologías para beneficio del desarrollo industrial, social y educativo. Sí, porque en los pasillos del gran hemiciclo lo mismo podías encontrar una detallada clase de historia a través de la realidad virtual, que los insospechables avances de la ciencia, y también la robótica humanoide.

La ceremonia de clausura el miércoles resultó el colofón ideal de todo lo que les cuento, pues el espectáculo final del evento se realizó, por si fuera poco, con inteligencia artificial. Si el objetivo penoso de algunos ha sido invisibilizar a Rusia, ahora ella sola se mostró exitosa ante los jóvenes del mundo amparada por su talento y tecnología.

 

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