Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Un pretexto para arrancar titulares

Autor:

Aracelys Bedevia

Show mediático, manipulación intencionada, intento de golpe blando, propagación de epidemia. Cualquiera de esas palabras resume lo sucedido este 27 de enero, víspera del natalicio de José Martí, a las afueras del Ministerio de Cultura de Cuba (Mincult).

Mientras el país se estremecía ante la noticia de un pico epidémico sin precedentes y la mayoría de sus hijos estaba en sus puestos de trabajo, cerca de 30 personas acudieron a una de las puertas del Mincult supuestamente para dialogar; pero, en lugar de entrar, como se les pidió en reiteradas ocasiones, prefirieron la provocación desde la acera.

La obstinada actitud de algunos de los presentes que, violando el respeto institucional y personal, difundían imágenes y conversaciones telefónicas, generó un ambiente de circo que se convirtió en noticia para quienes abrazan el sueño de que se produzca una guerra civil en Cuba. Mientras cientos de cubanos se encuentran ingresados o pendientes del resultado de un PCR, y nuestro personal de la salud le arranca miles de vidas a la muerte, los «muchachos de la acera del Ministerio» dejaron claro que no estaban ahí para dialogar, sino para armar otro show encaminado a poner en peligro la tranquilidad ciudadana.

El video que presentó la noche de este 27 de enero el periodista Humberto López, en la Televisión Cubana, es el mismo que circula en la red de redes gracias al empeño de medios «alternativos», abiertamente de derecha.

Queda claro en ese material que muchos llegaron varias horas antes a la reunión con el viceministro Fernando Rojas, con la clara intención de poner en jaque a la institucionalidad. De los tres que estaban citados solo dos fueron, pero acompañados por un grupo que ni claro tenía el objetivo del frustrado encuentro. Empezó entonces el repetido juego del niño que pincha una y otra vez al compañero, le falta el respeto, lo provoca hasta el límite y cuando el otro reacciona corre a decirle a la maestra que le pegaron.

Las expresiones de apoyo a la declaración del Mincult, publicadas, a raíz del incidente, en las redes sociales, por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), la Asociación Hermanos Saíz (AHS), así como por centenares de artistas, intelectuales y pueblo en general confirman una vez más de qué lado está la verdad.

El principal acto de agresión y violencia ocurrido este 27 de enero fue asediar a una institución y a sus trabajadores, provocar hasta el cansancio; o mejor, encontrar el pretexto que buscaban para arrancar titulares. Justo en una jornada donde la noticia del día debió ser que nuestros médicos le salvaron la vida a una niña cubana con leucemia que había estado muy grave por causa del coronavirus.  

Inaceptable el interés que se toma la Embajada estadounidense en este asunto, como si se quisiera crear obstáculos para que las relaciones con la nueva administración de ese país tengan mal cauce. Inexplicable y, al mismo tiempo, doloroso que dentro de Cuba existan compatriotas que se dejen llevar por las imágenes en lugar de acudir a la raíz de los hechos. Nuestros ministerios no son tarimas mediáticas, como escribió el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez en la red social Twitter. Además, no es honesto —y sigo citando lo publicado por el mandatario— «quien se escuda en el arte para provocar asediando instituciones y funcionarios públicos, mientras la nación lucha a brazo partido contra bloqueo, pandemia y muerte».

Por Martí, por nuestro Apóstol que nos ilumina y guía, por nuestros niños, padres y abuelos que están en peligro en cualquier momento por causa del coronavirus. Por el bien de todos los cubanos, sin importar si piensan o no diferente, cerremos filas y concentrémonos en sacar adelante este país, concentrémonos en producir para que no falte la comida en la mesa, concentrémonos en cumplir con las medidas higiénico-sanitarias para que las cifras de contagiados sean cada vez menos.

No más provocaciones. Apoyemos a nuestros médicos, a nuestros científicos, a los que aman y fundan. Ya falta menos para tener la vacuna y será para todos. Lo esencial en estos momentos es comprometerse con nuestro proyecto de justicia social. Ellos, los que intentan desestabilizarnos como nación independiente y soberana, insisten en querer imponernos una agenda cuya esencia excluye esos principios.

 

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