Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Cuidarnos y defendernos

Autor:

Aylin Álvarez García*

Entiendo y comparto las preocupaciones genuinas de personas honestas y de bien que se pronuncian sobre la pertinencia, debido a la situación epidemiológica del país, de realizar este jueves una caravana de bicicletas, autos y motos por el Malecón. Es cierto que se convoca en medio de un momento de pico pandémico, pero también de máxima agresividad e intentos de desestabilización interna e invasión extranjera.

Se suman a esta línea otras voces, no tan buenas ni preocupadas por la salud del pueblo, y que son las mismas de siempre, que no pierden oportunidad para atacar cualquier iniciativa que vaya en un camino favorable al Estado, al Gobierno y la Revolución.

Resulta llamativo que ninguno de estos últimos ha salido a expresarse con la misma vehemencia y preocupación pandémica, en contra de las convocatorias que desde hace más de una semana circulan por todas las redes y plataformas para repetir este 5 de agosto los mismos hechos que tuvieron lugar el pasado 11 de julio.

Ni siquiera en abstracto he visto una sola expresión de alarma; tampoco he visto publicaciones de preocupación ante la posibilidad de que hechos tumultuosos similares a aquellos del mes pasado constituyen caldo de cultivo por excelencia para la propagación de la pandemia; ni he visto entre los que atacan al Gobierno con saña, que tilden a la contrarrevolución de indolentes por su iniciativa.

Ni siquiera estos mismos que saltan supuestamente preocupados, fueron capaces de cuestionar las revueltas del 11 de julio por su impacto en la propagación de la pandemia.

Es increíble cómo convenientemente se maximiza —o ataca— una cosa y se minimiza otra, aun cuando coexisten.

Se hiperboliza o ataca lo que apunta a defender la Revolución, una iniciativa incluso en la que en principio plantea hasta un menor riesgo de contagio, por el distanciamiento físico casi obligado que impone: cada asistente deberá hacerlo por separado en una bicicleta, en una moto o en un auto. No se ha convocado a caminar, ni muchos menos a que las personas se congreguen por sí solas.

Además, se ha insistido en que todas las personas cumplan las medidas de distanciamiento físico, el uso del nasobuco y el desinfectante para las manos como se ha explicado desde la propia convocatoria.

Los que cuestionan y atacan —de lo cual insisto que excluyo a los que genuinamente se preocupan por la salud del pueblo— lo hacen para inmovilizar, para contener cualquier expresión de apoyo a una nación y un proyecto amenazados como pocas veces en su historia.

Lo hacen, además, porque están convocando un nuevo episodio de caos y anarquía en las calles cubanas y les molesta cualquier iniciativa que les robe el show.

Es un momento duro y difícil que enfrentamos como nación, es cierto. En él lo mismo podemos morir de COVID, pero también de una bomba o de una pedrada en la cabeza. Nadie lo dude. De todo ello debemos cuidarnos y defendernos.

(*) Primera Secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas.

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