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Dime algoritmo mágico…

Científicos crean programa informático para definir el rostro ideal del hombre y la mujer, para el canon británico, incluso europeo, un paso que podría abrir el camino a la identificación de esos prototipos en otras regiones; algoritmo capaz de identificar la edad fisiológica

Autor:

Patricia Cáceres

Reza un viejo refrán que «para gustos se han hecho los colores», o lo que es lo mismo, que la belleza depende de los ojos de quien observa. Sin embargo, en cuestiones de belleza la ciencia parece avanzar hacia una opinión mucho más firme y definitiva.

Un grupo de expertos de la Universidad de Kent, Gran Bretaña, afirma haber elaborado un programa informático capaz de definir el rostro más atractivo para los británicos, aunque este canon de belleza se pueda aplicar también al resto del continente europeo. Aunque está reducido a esa región del mundo, podría abrir el camino a indagaciones sobre otras formas de ver la belleza en el mundo.

La investigación ha sido liderada por el Doctor Chris Solomon, reconocido especialista en cartografía facial forense, quien ha identificado qué características debe tener un rostro bello, gracias al programa informático policial PhotoFit EFIT-V. Según refiere el diario ABC, el software se venía utilizando para elaborar retratos robot de criminales buscados en la región.

Simultáneamente, el equipo realizó más de un centenar de entrevistas con el objetivo de averiguar qué parámetros valoraba la sociedad a la hora de definir si una persona es atractiva.

Los resultados arrojaron que los rostros son considerados más agradables y bellos mientras más parecido guarden con los del modelo inglés David Gandy y la actriz israelí Natalie Portman.

Solomon determinó una serie de puntos comunes que se suelen calificar como seductores. El grosor de los labios, la anchura y largura de la nariz, y la forma de las cejas son algunas de las características que se sometieron a examen. El rostro resultante fue juzgado por otras cien personas, que tenían que determinar el nivel de atractivo que sentían al visualizar las fotos de las caras creadas a través del programa informático.

«Destaca que las mujeres dibujan como más atractiva una cara con rasgos más femeninos en los hombres, en contraste con el rostro mucho más masculino que los varones consideran seductor», explicó Solomon.

Mientras, las mujeres tienen la sensación de que resultan más guapas si tienen los labios gruesos, la cara delgada, los ojos grandes y los pómulos altos. Sin embargo, los hombres no siempre  buscan estos rasgos en los rostros femeninos.

Según el estudio, las mujeres más bellas son las que reúnen las siguientes características:

1-Ojos marrones en forma de almendra.

2-Cejas arqueadas a una distancia de 0,125 unidades* de los ojos.

3-Una nariz delgada y pequeña de 0,37 unidades de largo, 0,1 de ancho (en el puente) y 0,25 de ancho en la base.

4-Labios gruesos con una boca de una extensión de 0,81 unidades de ancho y 1,44 de largo.

5-Una barbilla poco pronunciada y regular, con una extensión de 0,21 unidades.

6-Cara en forma de corazón, con unos ojos de 1 unidad de ancho.

7-Pelo oscuro.

8-Cara cerca de la simetría facial perfecta.

Los hombres más atractivos son los que cuentan con las siguientes características faciales:

1-Ojos azules de forma ovalada con una separación entre ellos (contando desde el centro de estos) de 0,46 unidades de distancia.

2-Cejas con un espesor medio, rectas, con los extremos curvos y a una distancia de 0,07 unidades de los ojos.

3-Nariz delgada, de longitud media y recta. Debe contar con unas medidas de 0,38 unidades de largo, 0,12 de ancho en el puente y 0,26 en la base.

4-Labios que no sean ni delgados ni gruesos, con una boca de 1,33 unidades de largo y 0,88 de ancho.

5-Una barbilla con 0,27 de longitud.

6-Cara con una forma ovalada con unos ojos de 1 unidad de ancho.

7-Pelo oscuro.

8-Cara cerca de la simetría facial perfecta.

Lo que la cirugía no puede esconder

Investigadores de la Academia China de las Ciencias, liderados por el profesor Jing-Dong J. Han, de la Universidad Fudan de Shanghái, han demostrado que los rasgos faciales sirven para identificar la edad fisiológica de una persona.

A diferencia de la edad cronológica —tiempo transcurrido desde el nacimiento—, la fisiológica informa del estado funcional del organismo y se suele estimar con parámetros sanguíneos. Aunque es importante para la prevención de ciertas enfermedades, hasta ahora no existía ningún marcador fiable.

El estudio, publicado en la revista Cell Research, apunta que las características del rostro «son biomarcadores de la edad más fiables que los perfiles de sangre y reflejan mejor el estado de salud general que la edad cronológica».

Mientras se ocupaban de encontrar un marcador simple y confiable del envejecimiento, para evaluar el riesgo de enfermedades asociadas al paso de los años, los expertos también determinaron por qué resulta tan difícil ocultar la edad, pese al régimen de gimnasio, cirugías o comida saludable.

Al menos empíricamente, el equipo determinó que existen cuatro medidas de la estructura facial que resultan fatalmente delatoras de la edad. Tres de ellas crecen con el paso de los años: la amplitud de la boca, la anchura de la nariz y la distancia entre la boca y la nariz. La cuarta se achica: la latitud entre las comisuras de los ojos.

Con estos datos, y el análisis de 300 imágenes faciales de individuos de entre 17 y 77 años, los investigadores crearon un algoritmo de reconocimiento facial «infalible», que adivina la edad de cualquier persona con un mínimo margen de error.

El equipo ha descubierto que las personas menores de 40 años pueden tener una edad fisiológica seis años mayor o menor que la cronológica. Esta diferencia todavía es más acusada cuando superan esa barrera de edad. La información fue confirmada por los análisis de sangre a los participantes.

No obstante, hay que señalar que el estudio se ha centrado únicamente en personas de etnia china. Corresponde ahora investigar si estas tendencias se comportan de la misma forma en otros grupos humanos.

*Una unidad equivale a la extensión que ocupa en la cara la distancia de un ojo a otro.

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