Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Vive la adolescencia… y escúchala (I)

Adolescentes de La Habana Vieja se hacen escuchar a través del 2do. Taller virtual Vivir la adolescencia en tiempos de COVID-19

Autor:

Juventud Rebelde

Laura: Aceptar el primer maltrato es el principio de la humillación

«Escogí el tema de la violencia de género, porque me parece un conflicto bastante delicado que necesita solución. Vivimos en una sociedad machista donde es muy poco común que muchas mujeres expresen realmente el maltrato físico-verbal que reciben en sus hogares.

«Desde hace muchos años el hombre ha sido quien lleva la voz de mando en una familia, ha sido el que dictamina lo que se debe hacer o no, quien pone las reglas en una casa. El hombre es visto como quien tiene derecho a todo, a hacer el bien y el mal, a opacar, oprimir, maltratar y hacer lo que le plazca con las mujeres...

«Esto no está para nada bien, porque debemos ser lo más justos posible, trabajar para que cada cual tenga las mismas oportunidades, para que las mujeres también puedan ser felices y puedan disfrutar de los mismos beneficios que los hombres.

«En lo personal pienso que es necesario erradicar todos aquellos actos de violencia hacia la mujer, porque ella también tiene la capacidad de trabajar en labores que son consideradas para hombres, las mujeres también pueden dirigir y dar órdenes en su hogar y también en su centro de trabajo. La mujer tiene derecho a opinar sobre un tema determinado, puede quejarse por algo mal hecho e incluso denunciar malos actos.

«La violencia hacia la mujer no conduce a nada, solo a que existen mujeres reprimidas, incapaces de expresarse teniendo miles de buenos proyectos en mente. Urge en muchos países eliminar por completo la opresión sobre la mujer, y por sobre todas las cosas es necesario el respeto y la comprensión».

Carolina: ¿Qué piensa una adolescente cuando ve violencia?

«Mamá y papá vuelven a pelear, no sé qué sucede, mi hermana Laura me dijo que antes siempre se abrazaban, pero ahora eso acabó. Ella viene de vez en cuando a visitarnos, pero terminó alejándose y yo siempre estoy sola detrás de la puerta de mi cuarto, y mientras la discusión continúa mi mundo se derrumba.

«A veces pasan ideas por mi cabeza, ideas que una niña de mi edad no debería tener, como qué sentiría si termina con este dolor y esta agonía. Suena un golpe y se oye el llanto de mamá y pienso en un auto, si puedo lanzarme delante de uno y terminar el dolor. Suena otro golpe. Una soga, si me ahorco quizás sea mejor… Otro golpe y luego silencio ¿qué pasó?

«La puerta se abre y ahí está mamá llena de moretones pero con una sonrisa en el rostro. Hola princesa, tranquila, ya no esta. Yo a partir de ahora estaré contigo. Nunca más estarás sola».

Leonel: Escúchala.  

«Muchos jóvenes actualmente sufren trastornos y tienen disputas intrafamiliares, y la manera que encuentran para solucionarlas es quedarse callados y no hacer nada al respecto, más que aguantarse las penas y las ofensas o agresiones para ellos, pensando que sería mejor eso a decirlas, ya que les reprenderian peor, lo cual los pone en una situación realmente desventajosa, ya que se aprovechan de ellos al estar indefensos.

«Pero esta no es la manera, lo que se debe hacer es hablarlo con alguien de confianza, buscar ayuda, o intentar conversarlo con las personas que realizan la violencia, y hacerlo de una forma pacífica, que no dañe a nadie. Se deben buscar alternativas y otras formas de prevenir que sigan estos actos contra los menores, y nosotros los jóvenes debemos compartir nuestras experiencias de este estilo, para que los más pequeños sepan lo que deben hacer ante estos abusos».

 

Olivia: Tres encuentros 

«Bueno yo hice un poema... se llama tres encuentros por las tres veces que hemos estado hablando y compartiendo opiniones. Yo trate de relacionar todos los temas que hablamos en este taller y bueno, ahí esta el resultado. Si alguien tiene una idea para mejorarlo adelante».

 

Airel. Estoy harto 

«En mi obra yo quiero tocar el tema de la violencia intrafamiliar que acontece en el ambito doméstico y las consecuencias que trae el empeoramiento de los lazos familiares en tiempos de aislamiento físico.

«La violencia es un acto de omisión intencional con el objetivo de dañar y perjudicar a un individuo implantando el poder y la superioridad. Ya sea maltrato físico psicológico o sexual, el o la niña sufre trastornos emocionales los cuales los conducen a un estado de ansiedad, depresión, adicciones, pesadillas o aislamiento.

«Con mi captura quiero poner al espectador en un ambiente tenebroso, oscuro, malicioso y tétrico, de tal manera que con la melancolía del niño le llegue ese sufrimiento extremo al pasar por situaciones de violencia intrafamiliar. El infante tiene una pose de protección contra algún factor externo, tiende su mano alrededor de su cara inundándose en un mundo interior.

«Utilizo en la imagen los valores blancos y negros con un gran predominio de los valores bajos y con un pequeño contraste y una visualidad tenue en los rasgos del niño».

 

Nanda. Detrás de la puerta

«Les he presentado un relato corto dónde expreso la violencia, no sólo a la mujer, sino también a las personas que nos quedamos mirando detrás la puerta.

«Entre el tambaleo de su caminar y la botella que llevaba en la mano logró abrir la puerta. Entró a una casa que pedía a gritos serlo. Visión borrosa. Hedor a alcohol. Ganas de seguir bebiendo.

«Aquella mujer corrió desesperadamente hasta la puerta para auxiliarle. La golpeó. Ella vio el odio en sus ojos. Él la siguió golpeando con odio.

«Pasaron unas pocas lunas, y como si se tratara de un hombre lobo ante la luna llena, aulló. De nuevo empezó el terror. Se oían reclamos, falsas acusaciones, reproches sobre un dinero robado. Ella se sentía frustrada porque recordaba cómo se había bebido cada centavo y cómo esas copas entorpecían cada vez más su juicio.

«Yo los escuchaba. Mis padres no se daban cuenta, pero yo siempre estaba ahí. Crecí detrás de una puerta, observándolos. Crecí con la puerta entreabierta.

«Ayer la cerré y entonces canté, bailé, recité, escribí. Mañana la abriré, de par en par, y ojalá cante, baile, recite y escriba con y para ellos».

 

 

 

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.