C.C.: Mantuve relaciones durante cinco meses con una mujer con tres hijas. Cuando empezamos ella supo que cuido a mi mamá postrada, llego tarde a casa porque trabajo lejos y solo vivo de mi escaso salario. Estoy terminando mi carrera universitaria. En la intimidad nos iba muy bien. Tal vez me faltó irme a vivir con ella o fui egoísta. Nos separamos por esa razón económica. Fui a hablarle pero me dijo que ya no tenía solución, que terminara mis estudios y ella me buscaría si quisiera. Yo me enamoré, no quiero perderla. Aunque ha dicho que jamás vuelve conmigo, quisiera que me diga cómo conquistarla. Ella tiene 38 y yo 43 años
Quizá fue justamente parte de esa conquista cotidiana la que te faltó. Tu tiempo y economía están muy comprometidos. Posiblemente también tus energías para dedicarte a ella, pero es una relación en nacimiento cuyo cultivo debe ser constante. Además les faltó un proyecto de vida en común para compartir las alegrías y problemas de ambos.
No nos cuentas las razones que ella te ofreció para separarse pero estás seguro de que la economía fue la culpable. Nos llama la atención que ella te aceptó por cinco meses con todas esas dificultades, de modo que podríamos pensar que no fueron las únicas responsables, sino el modo en que estableciste la relación con ella.
Tal vez el egoísmo que alegas se refiere más a lo que sí pudiste haberle dado y retuviste que a todo lo que ella entendió que no podías ofrecerle. Piensa en ello y colma tu conquista con ofrendas de amor. No actúes cual conquistador que arrasa a su paso. Analiza cuáles son sus demandas de amor, concédele tus dones y reorganiza tu vida incluyendo a la pareja que quieres tener. Termines o no con ella, esta experiencia te ayudará en el futuro si sabes descifrar sus enseñanzas.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica, psicoanalista
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