Acuse de recibo
Aunque el programa de construcción y mejoramiento de viviendas a madres con tres niños o más menores de 12 años es un programa de la Revolución y una prioridad en la agenda del Presidente cubano Miguel Díaz-Canel, aún no ha llegado a todos los destinos que urgen.
Anels Rumbaut Cruz (Barcelona 104, entre Alemán y Río, Santa Clara) cuenta en su carta que es madre soltera y tiene tres hijos de nueve, seis y dos años; el más grande autista y la menor con síndrome del lóbulo medio, una especie de malformación en el pulmón derecho.
Los cuatro viven hacinados con la mamá de Anels en un cuarto con baño y cocina, y en condiciones constructivas regulares. Anels se entrevistó primero con la Directora municipal de la Vivienda, fue al Gobierno municipal de Santa Clara y al Gobierno provincial.
«No tengo respuesta de nadie, afirma. Solicité entrevista con el Vicepresidente que atiende Vivienda en el municipio y con la Presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular hace más de tres meses. Al ver la demora, he ido a la oficina de Atención a la Población de dicha Asamblea, y me dicen que ellos lo que hacen es elevar eso, que no está en sus manos.
«Y en la Asamblea Provincial me dicen que es en el municipio. En fin, peloteo de aquí para allá, sin respuesta para mí. ¿Qué tengo que esperar, que mi hija se quede en una de las neumonías que le dan mensualmente, y hasta dos? Ya no sé qué hacer», concluye Anels.
Por su parte, Dainelis Moraga Pérez (Calle 12 no. 1, entre 23 y Juan Cárdenas González, Perseverancia, Aguada de Pasajeros, Cienfuegos) relata que tiene tres hijos: una de tres años y dos varones, uno de siete y el mayor de 11. Vive en un solo cuarto de una cuartería. Las paredes son de cartón. Las viguetas del techo están partidas, con peligro de derrumbe. Y cuando llueve se inunda el cuarto. Las condiciones higiénicas no son favorables. El baño está en muy malas condiciones, tiene salideros y una pestilencia que asfixia.
Confiesa la madre que lleva ocho meses que no sale del médico por los problemas de la piel que han presentado
sus hijos. Se ha dirigido en varias ocasiones a la presidenta del Consejo Popular, quien le ha expresado que no hay respuesta para su caso.
Según precisa, esta situación la conocen en el Gobierno municipal, del cual no ha recibido respuesta. «Debo pagar el terreno primero, para después informarme de la solución temporal. Soy madre divorciada, y tuve que pagar 1 094 pesos por el terreno. Soy maestra en la enseñanza primaria, en un aula de segundo grado que se ha visto afectada por esta situación, por los días que han estado ingresados mis niños menores.
«En agosto de 2019 solicité un subsidio para la construcción de una vivienda, y me informaron que no había capacidad, aunque de otorgármelo no resuelvo el problema, ya que el proyecto está diseñado para un solo cuarto. Y como dije, tengo dos hijos varones y una hembra.
«Hace unos días me presenté otra vez en el Gobierno y en la Vivienda municipal. Y no tuve respuesta. Ellos me sugieren que me vaya a vivir con el padre de mi niña, del cual estoy divorciada», concluye.
Otra madre con tres hijos menores es Bárbara Bailén Serrano (Tenería 304, Torrentera, Banes, Holguín). Ha sido afectada por huracanes y apenas lo que ha recibido es un techo. Las paredes no sirven.
El Delegado de la circunscripción conoce su delicada situación. Está desesperada. Con una niña de meses, además de tener otro con Síndrome adénico, que no se puede mojar. Y donde están viviendo está en muy mal estado, las tablas podridas y se moja por dondequiera.
Ha ido al Gobierno municipal. La envían a buscar un solar. Va entonces a Planificación Física y le responden que no hay solar. Está desesperada.
Es posible que desde que se inició el programa de vivienda para madres con tres o más hijos menores de 12 años, aún no se hayan podido satisfacer todas las expectativas, entre tan graves problemas habitacionales del país. Pero la respuesta no puede ser el «no» crudo, que tale la esperanza. Hay que hablar y atender con alternativas, mientras tanto.
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