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Reubicados por partida doble

Bárbara Muñoz Planchat (calle Herrera 261, entre Reforma y Guasabacoa, Luyanó, Diez de Octubre, La Habana) no concibe que, si ante el peligro del coronavirus el Gobierno cubano adopta las decisiones más lógicas para proteger a la población, se tomen medidas allá abajo, en la base de la sociedad, que no concuerdan con esa política.

Ella tiene 69 años, y cuenta que al carnicero del barrio, por tener más de 60, lo han enviado a su casa. Eso todos los consumidores de la zona lo comprenden. Lo que sí no entienden es que Comercio, en vez de enviar otro que tenga todos los requerimientos a esa carnicería, sita en Melones y Santa Felicia, la hayan cerrado.

Ahora han reubicado a esa gran masa de consumidores, en su mayoría personas de la tercera edad, a comprar en otra unidad lejana, en Guasabacoa y Santa Ana, que ya de por sí presta servicios a gran cantidad de núcleos. Y esos ancianos ahora tienen que hacer la cola mucho más larga y lenta, hasta de más de tres horas.

«Con esta medida, afirma, ¿no estamos exponiendo a una gran cantidad de personas a contagiarse solamente por cumplir una disposición? ¿Es eso lo correcto? Se salvará el carnicero. Muy bueno. ¿Y los consumidores?».

Bárbara refiere que en ese barrio tienen un largo arrastre de «reubicaciones» para adquirir los alimentos, desde que el tornado del 27 de enero de 2019 dañara la bodega donde compran la canasta básica, en Calzada de Luyanó y Melones.

Aunque hace unos meses se dieron por concluidas las obras para restañar los daños del tornado, dice, esa bodega quedó inconclusa, faltándole poco para terminar la obra. Y el bodeguero les dijo que los constructores se habían ido porque no les pagaron lo convenido.

Así, refiere, reubicaron a todos los consumidores de esta bodega, y a su bodeguero, en una ubicada en Calzada de Luyanó, dos cuadras más allá de la funeraria. Y eso representa más de un kilómetro para ellos.

«Hay veces que después de llegar allí, el bodeguero nuestro no está, y hay que volver; porque fue a la Zona o al Banco… Y el bodeguero titular de allí no tiene indicaciones de despacharnos a nosotros, los reubicados. Se habla todo el tiempo de la preocupación por la tercera edad, y en general por la población; por que nos mantengamos en casa el mayor tiempo posible. ¿Cuándo los que tienen que ver con esto se ocuparán?», concluye Bárbara.

Se puede, y se podrá

Aminael Rodríguez Castillo (calle O’Reilly 360, entre Habana y Compostela, La Habana Vieja, La Habana) afirma que el reconocimiento que por estos días de coronavirus hacen los cubanos a  médicos y todo el personal de la Salud debe extenderse al resto de los que, mientras estamos aislados en nuestras casas, salen todos los días a mantener en vida la nación.

«Ya son parte de la cotidianidad los agentes de la Policía Nacional Revolucionaria y de otras líneas del Ministerio del Interior, refiere, velando por la tranquilidad ciudadana y por el orden interior; exigiendo en cada rincón del país el respeto a las normas a las leyes, a la Constitución y al derecho individual de cada ciudadano.

«Exigencia que, por cierto, siempre hemos esperados todos los cubanos de bien. La única inquietud que me embarga al respecto es que el nivel de estas exigencias sea permanente y no circunstancial, como en muchos casos hemos visto en el pasado. Que la justicia sea implacable con los oportunistas y aprovechadores y que, como expresara la Vicefiscal Jefa de La Habana, sean llevados a los tribunales todos aquellos que incurran en delitos… Que caiga sobre ellos todo el peso de la justicia revolucionaria.

«También vemos a diario el esfuerzo de las formas productivas de la agricultura por incrementar sus producciones, para llevar comida a la mesa del cubano; y el de los distribuidores porque sea de forma equitativa para todos.

«La pandemia, además del dolor por la pérdida de personas y la recesión económica que nos legará, también nos dejará enseñanzas y demostrará a los cubanos que sí se puede y sí se podrá. Al final, nos uniremos en un fortísimo abrazo y nos daremos un aplauso eterno», concluye.

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