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El país también está en condiciones de aumentar la perforación de pozos. Automatizada totalmente la Terminal 221 de la Refinería Ñico López en la capital
«El país está en condiciones de cumplir su plan de casi cuatro millones de toneladas entre petróleo y gas para el presente año. Hasta el momento estamos alcanzando indicadores de acuerdo con lo previsto, por lo que debemos lograrlo con normalidad».
Lo anterior lo explicó el miembro del Buró Político y vicepresidente del Consejo de Estado, Carlos Lage Dávila, durante una visita realizada la víspera a la refinería Ñico López de la capital, donde constató los avances tecnológicos de esa entidad, los cuales le reportan al país un considerable ahorro de combustibles.
El también Secretario del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros aseguró que se avanza bien en la perforación de pozos petroleros, tarea que permitirá paliar la declinación de algunos de los existentes, y elevar los niveles de obtención del crudo.
Lage puntualizó que el alza de los precios del barril de petróleo a nivel mundial también afecta la cartera nacional ya que, «aunque mantenemos el contrato con Venezuela que nos reporta condiciones comerciales favorables, el país tiene que comprar cierta cantidad de combustibles en el mercado internacional, por eso el ahorro es una de las tareas primordiales en este momento».
El país economizó casi un millón de litros de combustible en dos meses gracias a la automatización de la Terminal 221 de la Refinería Ñico López en la capital, la cual posibilita también una considerable disminución de tiempo en las operaciones y evita hechos de corrupción.
Así lo palpó Lage, quien, en compañía de los también miembros del Buró Político del Partido Pedro Sáez Montejo y Yadira García, dialogaron durante varias horas con trabajadores y dirigentes de la remodelada institución.
El proyecto de automatización integral se realizó en solo nueve meses, a un costo de más de cuatro millones de pesos convertibles, y fue ejecutado por los propios trabajadores de la refinería, quienes simultáneamente continuaron prestando servicios, algo que Carlos Lage valoró como una hazaña laboral.
Con el sistema anterior la citada terminal perdía hasta 500 000 litros de combustible al mes y se necesitaban más de 120 camiones para transportar la misma cantidad que ahora se mueve con solo 40 vehículos.
Con la implementación del nuevo sistema las pérdidas se redujeron a 40 000 litros mensuales y el tiempo de llenado por camiones, que antes era de unos 40 minutos, ahora solo toma 12, lo cual agiliza considerablemente las operaciones.
Las innovaciones también permiten que dicha empresa cuente con un circuito cerrado de televisión, un novedoso equipo para la detección de fuegos y mezclas explosivas, y un sistema de carga cerrado al medio ambiente, debido a que el llenado de las pipas se realiza por la parte inferior de los carros.
«Anteriormente las cargas se hacían por la parte superior y el proceso era controlado por una persona, lo cual posibilitaba el escape de vapores al ambiente y condicionaba la ocurrencia de hechos delictivos. Eso quedó eliminado, pues ahora el abastecimiento es registrado por modernos equipos computarizados», explicó a los visitantes el ingeniero Julio Ochoa, director del proyecto.
«Esta iniciativa responde a una estrategia de automatización que extenderemos a todas las direcciones de la Unión Cuba Petróleo (CUPET), y está a la altura de las más novedosas tecnologías utilizadas en el mundo», dijo el ingeniero Osmel Reyes, especialista en automatización.
Durante el encuentro, Lage y la comitiva que lo acompañó recibieron una amplia explicación del plan de saneamiento ambiental que se lleva a cabo en la refinería Ñico López, el cual, además de eliminar algunas fuentes contaminantes del medio ambiente, permitió, entre otros resultados, recuperar cerca de 17 000 barriles de hidrocarburos de la Bahía de La Habana, valorados en más de 900 000 pesos convertibles.
