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Cucarachas de Cuba

Solo el uno por ciento de estos animales son domésticos. El resto apenas son conocidos, y muchos son importantes para la conservación de la biodiversidad

Autor:

Juventud Rebelde

Especies nuevas de cucarachas de Cuba (del género Eurycotis)

E. alfaroi E. perezassoi E. milerai Eurycotis

Comunes en casas y patios de todo el archipiélago, pero también en los campos de Cuba, las cucarachas son animales que presentan significación económica, médica y agrícola. En ocasiones constituyen plagas dañinas, pero también pueden actuar positivamente como polinizadores, además de ser bioindicadores de antropización (presencia del ser humano) o de conservación de un hábitat, y forman parte de la cadena trófica como detritívoros y alimento de otros organismos.

En general, lo más visible de estos organismos son los perjuicios causados a productos alimenticios almacenados, ya que además de nutrirse de ellos les impregnan su mal olor; los daños a equipos electrónicos, y a la salud, al ser transmisores de enfermedades al hombre y a los animales.

Las cucarachas domésticas constituyen menos del uno por ciento del total de las especies de cucarachas existentes.Las pocas especies que habitan nuestros hogares provienen de África y Asia, y fueron introducidas con el comercio. Estas turistas indeseadas llegaron a la Isla con el tráfico de esclavos y los viajes comerciales desde Europa, y se hicieron comunes en las casas, como la Periplaneta americana, la más conocida y que muchos nombran cucaracha americana; la Periplaneta brunnea o la Periplaneta australasiae, mientras la Periplaneta fuliginosa, de la misma familia, solo se localiza en Norteamérica.

Otra cucarachita común en hogares, almacenes, entidades y sitios relacionados con el hombre en Cuba y también en casi todo el mundo es la Blattella germanica, proveniente de Asia, desde donde se extendió a Europa y el resto del mundo, y que se ha difundido tanto que ha sido localizada incluso apenas a 70 kilómetros del Polo Norte, pues vive en cualquier lugar donde pueda subsistir el ser humano.

Algo muy curioso y que provoca confusión es el nombre dado a muchas especies de cucarachas, como es el caso de la misma Blattella germanica, clasificada por Linneo en 1767 cuando estudiaba una de estas que le fuera enviada desde Dinamarca, que entonces formaba parte del Imperio Germánico, de lo cual se derivó su nombre.

Sin embargo, en la década del 80 del siglo pasado, el profesor norteamericano Louis M. Roth realizó una revisión del género y demostró que existían más de 20 especies de este que vivían en Asia, de donde procedían.

Grandes recicladoras

Se han descrito aproximadamente 4 000 especies de cucarachas. Una treintena de estas son consideradas plagas para el hombre como es el caso de Pycnoscelus surinamensis (cucarachita de Surinam) presente en Cuba, que se alimenta de plantas vivas. Las restantes especies (más del 99 por ciento de las conocidas) son beneficiosas, habitan los ecosistemas naturales, en los que tienen la función de «reciclar» grandes cantidades de troncos, hojas y animales muertos.

En este caso proporcionan abono para los bosques, y a su vez ellas mismas constituyen la fuente primordial de alimento para muchos organismos (vertebrados e invertebrados). Otras especies son polinizadoras, destacándose el ejemplo de las especies diurnas del vistoso género Paratropes, las cuales son consideradas las principales responsables de la polinización en los doseles de los bosques húmedos centroamericanos.

En Cuba, las especies del género Plectoptera han sido vistas asociadas a las flores, pero su función como polinizadoras no ha sido demostrada y requiere de estudios de campo.

Algo similar sucede en el Caribe, donde existen otras posibles especies polinizadoras, como una perteneciente al género Symploce, descubierta por el autor de este trabajo en un Parque Nacional de la República Dominicana.

Debido al poco conocimiento que existe acerca de las especies silvestres estamos imposibilitados de poder hablar de su importancia para la industria biotecnológica y farmacéutica, lo cual es una incógnita que debemos resolver con el estudio de la biología del grupo, ya que muchas especies aún por descubrir (y conocidas) pudieran presentar potencialidades en dichos campos y ser de utilidad incalculable para la humanidad.

Con olor a rosas

En Cuba se considera que solo el 30 por ciento de las especies del grupo son conocidas. Representadas en nuestro país por cuatro familias, 13 subfamilias y 33 géneros de cucarachas se han descrito 59 especies consideradas endémicas, de un total de 86, para un 68,6 por ciento de endemismo.

Más de una veintena de especies en colecciones nacionales y extranjeras han sido definidas como nuevas para la ciencia y están en proceso de ser descritas.

En los últimos años varias especies han sido descritas para la fauna de cucarachas cubanas, entre las que se destacan las pertenecientes al género Eurycotis, el cual está muy bien representado en América, con más de 45 especies.

Estas cucarachas se caracterizan por la ausencia de alas funcionales para el vuelo, es decir, que no son capaces de volar; solo presentan el primer par de alas reducidas, con formas variables (de escamas, cuadradas, hojas, etc.), que pueden estar separadas a los lados del cuerpo o unidas en la línea media del mismo.

Habitan principalmente en zonas montañosas y se les puede encontrar de día escondidas dentro de bromelias o curujeyes (plantas epifitas), bajo piedras y la hojarasca del suelo, o debajo de la corteza de árboles.

De noche pueden ser vistas en plena actividad sobre el suelo, árboles y arbustos, pues son nocturnas, como la mayoría de las especies de cucarachas. Todas las del género presentan unas glándulas en el abdomen que expelen ante la presencia de sus enemigos, como mecanismo defensivo, una sustancia con un olor muy fuerte que hace que estos desistan de atacarlas.

Este olor varía entre las distintas especies, destacando incluso cucarachas más olorosas a «perfume de rosas», como es el caso de los individuos de Eurycotis lacernata, especie que habita en Soroa, Pinar del Río. Probablemente este peculiar olor a perfume esté dado por su alimentación a base de hojas y frutos de pomarrosas que crecen a las orillas del río.

Descubriendo especies

Los descubrimientos de nuevas especies de cucarachas en Cuba han sido importantes en los últimos años. Así, por ejemplo, en 1996 Eurycotis perezassoi Gutiérrez fue descrita para la ciencia, a partir de ejemplares recolectados en La Munición, Guantánamo, y se determinó que la especie está asociada a pinares y charrascales.

Más tarde, en 1999, se describió E. alfaroi Gutiérrez en Pico Joaquín, Sierra Maestra, la cual se encontró asociada a curujeyes. En ese mismo trabajo, conjuntamente con la especie cubana se describió una especie nueva de Puerto Rico (E. gurneyi).

En 2001 también se describió E. milerai Gutiérrez, en honor al recientemente fallecido malacólogo cubano José Fernández Milera, quien recolectó la especie por primera vez en la Isla de la Juventud.

Asimismo, como resultado del proyecto Estudio taxonómico de algunos grupos de la biota del Caribe, su exhibición y divulgación, que se desarrolló en el Museo Nacional de Historia Natural de 2005 a 2007, se describió una nueva especie de Eurycotis que habita el Parque Nacional La Bayamesa, en la Sierra Maestra, aún por nombrar y publicar.

Además se confeccionó una clave ilustrada para la identificación de las 20 especies del género presentes en el archipiélago nacional, pues todas las Eurycotis (las 20 antes mencionadas) son endémicas de Cuba, es decir, son exclusivas de nuestra Isla y no habitan ninguna otra área del planeta.

*Especialista del Museo Nacional de Historia Natural.

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