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Funcionarios cubanos de la Salud intensifican contactos en África, a fin de ampliar la colaboración con ese continente, la cual data de varias décadas.
Georges Moyen, ministro del ramo en la República Democrática del Congo, recibió en Kinshasa a Félix Quintanar, representante para África Occidental de los Laboratorios Biológicos Farmacéuticos (Labiofam) de Cuba, que ayudan a combatir la malaria en esa región.
En el intercambio se abordaron aspectos relativos a la instrumentación del convenio, suscrito
previamente entre ambos países, reseña el sitio www.cubaminrex.cu.
El ministro ratificó la importancia que su Gobierno concede a este programa de control vectorial y a la decisión de iniciar los pasos para ponerlo en práctica, una vez garantizado el soporte financiero.
La ejecución de este plan constituirá un eslabón más que fortalecerá y ampliará las acciones de colaboración entre ambas partes, agrega la fuente, citada por la AIN.
En Nairobi, Kenya, Mark. K. Bor, secretario permanente de Salud de ese país, expresó su gratitud por el apoyo cubano al proyecto antimalaria, el cual contribuirá a la erradicación de una enfermedad que provoca cada año muertes y severas secuelas en la población.
Bor recibió el martes último a Francisco Martínez Bulnes, representante para África de Labiofam, ocasión en la cual conversaron acerca del cumplimiento de los acuerdos sobre el tema, en la más reciente Comisión Mixta bilateral.
En Kampala, Uganda, Pablo Hernández, vicepresidente de la entidad científica caribeña, explicó a Christine Ondoa, ministra de Salud de esa nación, aspectos de la lucha contra el mal, a partir de biolarvicidas cubanos probados con éxito internacionalmente.
Hernández recordó la estancia en la patria de José Martí, en diciembre de 2009, del presidente Yoweri Museveni, quien visitó las instalaciones de Labiofam —en La Habana— y la posterior presentación de Cuba a la parte ugandesa del programa, en abril de 2010.
El flagelo, producido por un parásito, constituye la principal causa de mortalidad en esa nación, donde a causa de esa enfermedad fallecen cada año miles de personas, en lo fundamental niños menores de cinco años.
La colaboración cubana con Uganda comenzó en 1974, cuando se establecieron las relaciones diplomáticas. En 1981 llegaron a Kampala casi 200 integrantes de una brigada médica antillana.
Decenas de ugandeses se han graduado en universidades de la Isla, como parte de una colaboración que se materializa también en las esferas de la cultura, comercio, biotecnología, industria azucarera y agricultura.
