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Una ruta marina a lo largo de las costas cubanas que abarcó 1 430 millas náuticas y concluyó el pasado 12 de junio, permitió a un grupo de científicos cubanos y estadounidenses estudiar los patrones comportamiento y conectividad genética de los arrecifes de coral profundos del archipiélago caribeño, además de conocer mejor su estado de conservación y la conectividad física, genética y ecológica, inmersos en las corrientes del Golfo de México.
La expedición permitió a los investigadores describir la distribución de los arrecifes mesofóticos —comunidades arrecifales de profundidad entre 30 y 200 metros de la zona donde penetra la luz—, comparar su salud y la conectividad física, genética y ecológica entre sí y con los sistemas de arrecifes poco profundos, así como con sistemas de arrecifes en el sureste de Estados Unidos y el Golfo de México.
A bordo del buque de investigaciones Walton Smith de la Universidad Atlántica de la Florida, Estados Unidos, se realizaron inmersiones de hasta 300 metros de profundidad para registrar con alta calidad imágenes en video y fotografía.
Según expone una información del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, la expedición se llevó a cabo en colaboración con el Instituto para la Exploración, Investigación y Tecnología Oceánicas, de la Universidad Atlántica de la Florida y el Instituto de Estudios Marinos y Atmosféricos de la Universidad de Miami.
Por la parte cubana participaron el Centro de Investigaciones Marinas de la Universidad de La Habana, el Instituto de Ciencias del Mar, el Acuario Nacional y el Instituto de Meteorología pertenecientes a la Agencia de Medio Ambiente, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, todos bajo la coordinación del Centro Nacional de Áreas Protegidas.
Los resultados de esta expedición contribuirán a propiciar el intercambio académico y científico técnico, así como la creación de capacidades para las investigaciones científicas, para avanzar en el conocimiento sobre la diversidad marina de Cuba y Estados Unidos.
