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El proyecto Armonía favorece el uso de las tecnologías en el ámbito rural. Autor: Cortesía del proyecto Publicado: 24/01/2018 | 09:20 pm
SANTIAGO DE CUBA.— La historia, anhelos y tradiciones de una veintena de parajes rurales santiagueros —sobre todo, del municipio de Segundo Frente—, como Mangá, Sabanilla, Boca de Mícara, Soledad, Concepción, Aeropuerto y San Benito, se ofrecen desde hace unos tres años en forma de multimedias, libros digitales, materiales audiovisuales, sitios web, confeccionados por sus propios pobladores, especialmente los maestros de sus escuelas.
Así pudiera traducirse la huella del proyecto Armonía: las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) en función del desarrollo humano, implementado por el Departamento de Tecnología Educativa, de la Dirección de Informatización de la Universidad de Oriente, que recientemente acaba de alzarse con el premio en la categoría de proyectos terminados del Concurso Internacional del Fondo Regional para la Innovación Digital en América Latina y el Caribe (Frida) 2017.
Y es que la producción, por vez primera en Cuba, de contenidos de y sobre los ámbitos rurales, tan distantes geográficamente del mundo digital, es uno de los mayores impactos de la iniciativa santiaguera, que se impuso entre 149 candidatos de toda la región, pero no el único.
La novedosa idea, además, ha favorecido el adiestramiento de los pobladores de estos sitios en el uso de las nuevas tecnologías y ha propiciado el protagonismo de sus profesionales, de manera especial, de los maestros, en el abordaje de los principales problemas identificados por ellos mismos en sus comunidades, desde el uso de las TIC y la producción de medios didácticos digitales.
El doctor en Ciencias Pedagógicas y responsable del proyecto, Gustavo Cervantes Montero, explicó a JR que utilizando la tecnología disponible en unas 30 escuelas multigrados de estas comunidades se elaboraron 93 medios didácticos digitales en torno a temáticas como la historia local, las tradiciones y potencialidades económicas de los asentamientos, educación ambiental, prevención de salud, educación familiar de la primera infancia, la cultura artística rural y la educación sobre la sexualidad, entre otros.
Cervantes Montero dijo que Armonía es un proyecto de desarrollo comunitario, que busca favorecer a asentamientos rurales usando las tecnologías disponibles en las escuelas, como videos, televisores y computadoras, en función de las necesidades humanas.
Bajo el nombre de Armonía, precisó, se busca equiparar el desarrollo tecnológico entre la ciudad y el campo, al tiempo que se complementa la estrategia del Ministerio de Educación para la creación de softwares educativos, aportándole los contenidos de la montaña.
Una contundente muestra del impacto pedagógico y social del proyecto, abundó el especialista, es el hecho de que unos 200 maestros primarios de Segundo Frente —de unos diez asentamientos de Palma Soriano y de otros municipios— se graduaron de másteres en Educación con trabajos auspiciados, asesorados y tutorados por los 15 investigadores del proyecto.
Otro logro es haber podido aglutinar a un equipo multidisciplinario de especialistas: sicólogos, pedagogos, informáticos, que han dotado al país de una metodología para elaborar los guiones de los softwares y otros medios didácticos digitales, la cual es la base para garantizar que los productos cumplan con su papel instructivo-educativo.
El proyecto ha pasado por diferentes etapas. Se inició en 1995, cuando sus fundadores llevaron dos teclados inteligentes, que se adaptaban a un televisor Caribe, a la casa del matrimonio de maestros de Marbelis Mariano y Aroldo Aguilera, en la barriada de Mangá, para estimular el contacto de los niños con las nuevas tecnologías.
Ese fue el ensayo al que seguirían un proyecto para aumentar la cultura general de los residentes en zonas rurales, a través del uso de las TIC educativas, en el año 2004, hasta esta plataforma premiada que vincula el uso de las TIC al desarrollo humano local. Desde el 2013, enfatizó el experto, asumen una variante más abarcadora que pone las TIC en función del desarrollo local de estas comunidades, muchas veces desatendidas.
En el concurso Frida, auspiciado por Lacnic (Registro de Direcciones de Internet para América Latina y Caribe), fue finalista otro proyecto cubano: la enciclopedia colaborativa Ecured.
