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Estrenarán en Cuba La Divina Filotea, de Calderón de la Barca

Este sábado, a las 7:00 p.m., tendrá lugar el acontecimiento, que constituye uno de los sucesos más importantes del acontecer cultural cubano

Autor:

José Luis Estrada Betancourt

Momento de la representación de La Divina Filotea, de Calderón de la Barca. El estreno esta noche en Cuba, a las 7:00 p.m., de La Divina Filotea, de Calderón de la Barca, constituye uno de los sucesos más importantes no solo dentro de la edición 20 de La Huella de España, sino del acontecer cultural cubano. Es en La Habana, en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, donde tiene lugar la primera representación internacional de esta nueva versión del auto sacramental escrito en 1681, conducida por el destacado actor y director español Pedro María Sánchez.

De la significación de este hecho que se repetirá mañana, a las 11:00 a.m., y el lunes, a las 7:00 p.m., en ese propio espacio, comenta a JR Pedro María: «Este es el inicio de un concepto diferente de representaciones, el cual consiste en que la compañía de los actores —españoles todos, excepto el cubano Vladimir Cruz—, viajará a los países, en tanto que la formación musical será de la nación donde actuemos. En este caso enfrentamos el proyecto con la magnífica Camerata Romeu —en un formato ampliado—, dirigida por la maestra Zenaida Castro Romeu.

«Como la partitura es del Tardobarroco, que se distinguía porque escribía lo esencial, mientras lo armónico es a interpretación libre de los directores de la orquesta, pues cada agrupación local brinda un aporte singular. Zenaida ha hecho su propio desdoblamiento de instrumentos, su propio orgánico, de modo que ha sido extraordinario.

«Entendemos que es una de las maneras mejores para establecer lazos culturales con otros países», dice Pedro, quien juega dentro de la obra un doble rol al asumir en ella el papel del Demonio.

Mientras tanto, los cubanos tendrán otro privilegio, que se añade a la presentación de La Divina Filotea y a la interpretación que hará de la partitura la Camerata Romeu, y es que tendrá la oportunidad única de apreciar en el Oratorio San Felipe Neri la exposición Cien años vistiendo a Calderón.

«Es un lujo, acota Pedro María, pues nunca antes se habían juntado la representación escénica con la exposición alrededor de la figura de Calderón, de modo que el espectador puede acercarse al universo teatral de este gran dramaturgo por medio de los trajes y del auto sacramental. Como si fuera poco escuchará un concierto en una suerte de instalación que hemos creado para la puesta. Es algo muy sui géneris, poco habitual».

Tanto La Divina Filotea como la exposición se encuentran en Cuba gracias a la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior de España (SEACEX), el Museo Nacional de Teatro, la Compañía de Pedro María Sánchez, Alicia Alonso y el Ballet Nacional de Cuba y a la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, organizadores de este homenaje.

Fue también SEACEX la responsable de la presencia recientemente en Cuba de Luis Eduardo Aute o, con anterioridad, de la inauguración de las exposiciones de los reconocidos artistas Luis Gordillo y Manolo Quejido en el Museo Nacional de Bellas Artes. Su directora, Maribel Serrano, es una activista incansable en la tarea de estrechar lazos culturales entre nuestros dos pueblos. «Hace algunos años esos vínculos se perdieron, y era obligatorio recuperarlos. ¿Por qué es importante? Porque hay una historia común y un solo corazón. Es vital que los creadores, la gente que es generadora de arte, de cultura, se encuentre. Tanto los cubanos como los españoles se lo merecen. Ese encuentro es el instrumento más eficaz para la conciliación».

Interioridades de una obra

Cuenta Pedro María Sánchez que montar La Divina Filotea fue resultado de un encargo que lo ha hecho muy feliz. «Existía una partitura que José Nebra había compuesto en 1740 para este auto sacramental, pero que estuvo perdida durante siglos. Se logró recuperar y se decidió que en lugar de un concierto se hiciera la versión íntegra. Y Pilar Tomás, la directora del Departamento de Música de Fundación Casa Madrid —entidad que se dedica a la recuperación del patrimonio musical español, entre otras funciones—, me encargó la dirección escénica. Una suerte inmensa porque se trata de una joya de texto y de música.

«Para el montaje de La Divina Filotea se realizó la reconstrucción de un retablo reinterpretado: una estructura tubular de andamiaje de construcción con el objetivo de sugerir cómo se hacía. La obra es una alegoría de una batalla, de una guerra entre el Demonio y Filotea, el alma. Esa estructura metálica es como un castillo donde se tiene que defender Filotea».

Dentro del reparto aparece el popular actor Vladimir Cruz, pero Pedro María asegura que su presencia no se debe a la popularidad que consiguió el actor por su David de Fresa y Chocolate. «Vladimir es un actor estupendo. Lo llamé para que interpretara la Lascivia. No quería que ese rol fuera asumido por una mujer, porque los personajes no tienen sexo. Y claro, en la cultura española la sensualidad no se vive de la misma manera que en la zona del Caribe. Tampoco es igual el aire, los olores...

«Por ello necesitaba una persona cuya sonoridad vocal tuviese ese aroma, lo que constituía un peligro per se para el resto de los personajes. Era una forma de ofrecerles algunos signos a los espectadores».

Por su parte, Vladimir Cruz, quien fue el que más insistió para que La Divina Filotea fuera representada aquí, confiesa que no pudo menos que sorprenderse cuando el director lo buscó. «No es normal que llamen a un actor que no es español para que interprete un clásico en verso. Este es uno de esos proyectos que te caen y que desecharlo sería un crimen pues marcará, sin dudas, un hito en tu carrera, sobre todo si sabes que Pedro María es uno de los actores y directores más importantes entre los que se dedican al teatro clásico en España y de los que mejor trabaja el verso. El taller que convocó antes fue una escuela muy enriquecedora», afirma Cruz.

Vladimir volvió a trabajar con Tabío, codirector de Fresa y Chocolate, en El cuerno de la abundancia. Ahora está preparando un nuevo proyecto que dirigirá con el apoyo del ICAIC. «Será un cortometraje donde haré una adaptación de Una escena del Fausto, de Pushkin. Algo así como Fausto y Mefistófeles hablando en La Habana. Estoy muy entusiasmado con este proyecto que vamos a rodar a mediados de junio».

Todo calderón

Cien años vistiendo Calderón es una exposición que reúne 40 trajes y diez ploteados de figurines procedentes del Museo Nacional de Teatro, de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y de la sastrería Cornejo, que han sido utilizados en diferentes representaciones. El dueño de la idea fue Andrés Peláez, quien convidó al diseñador Andrea D’Odorico, según Ricardo María Sánchez, encargado del diseño del proyecto expositivo, invitado por D’Odorico.

«Andrea me contactó y empezamos a trabajar de conjunto para plantearnos un montaje para La Habana. Este tipo de exposición de vestuario es muy especial pues se distingue por su teatralidad. A su vez a nivel museístico tiene exigencias muy determinadas.

«Nos decidimos por el Oratorio de San Felipe Neri por sus características físicas, por su temperatura, la cual permite la conservación del vestuario, entre otras razones».

Uno de los magníficos trajes que aparecen en Cien años... Sobre el montaje Ricardo señala que prefirieron irse por la sencillez. «Es una pared de gasa que juega con transparencias y con la iluminación, que permite destacar el vestuario. Solo así es posible intentar superar la grandiosidad del espacio que tenemos.

«La exposición pretende mostrar, mediante la exhibición de indumentaria teatral, la evolución de la puesta en escena de las obras de Calderón. Desde los primeros movimientos vanguardistas, llegados del centro de Europa de la mano de Burman, Paco Rabal, José Tamayo, Víctor Cortezo y Emilio Burgos, pasando por las rupturas barrocas de Nieva y Puigserver, hasta las propuestas más recientes de Miguel Narros y D’Odorico.

«Son piezas muy interesantes que se emplearon en obras como La dama boba, La vida es sueño, El alcalde de Zalamea... Aparece, por ejemplo, el auto sacramental El gran teatro del mundo, que hizo Tamayo en el Vaticano, y están el vestuario y las imágenes. Los trajes más antiguos pertenecen a los años 40, anterior a ese tiempo solo existen fotografías, pero de todos modos resulta muy interesante descubrir cómo se ha visto a Calderón en los diferentes períodos históricos. Es una oportunidad como para no perderse».

 

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