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Jessica Rodríguez (en el centro) junto a Luis Alberto García y Laura de la Uz. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 06:21 pm
La fiesta del cine se acerca con el anuncio de diciembre. Y en ella esta vez se aúnan, en la selección de las películas cubanas en competencia, cuatro cintas producidas por el Icaic junto a otras cinco realizadas de manera independiente.
Nueve largometrajes que evidencian los nuevos caminos del cine cubano y de sus creadores, en el tenaz empeño de seguir contando sus historias a toda costa, abriendo paso a diversas maneras alternativas de financiación y esquemas productivos, cuyo fruto y efectividad podremos juzgar cuando el Festival de La Habana abra sus puertas al séptimo arte, del 3 al 13 de diciembre.
Lo cierto es que asistiremos a un momento singular en el devenir de nuestra filmografía, marcada por los tiempos de actualización que en los últimos años han incidido paulatinamente en la sociedad cubana y de la cual el cine no ha estado exento, pues, como afirmara el presidente del Icaic, Roberto Smith, estamos unidos en una etapa en que existe una cinematografía independiente, hecha con esfuerzo por sus creadores, que en no pocas ocasiones también ha podido contar con una colaboración menor del Icaic. «Es un orgullo para el cine cubano que estas obras existan, junto a la producción del Icaic que mantiene el mayor peso».
Cuba libre, de Jorge Luis Sánchez; La cosa humana, de Gerardo Chijona; y Vuelos prohibidos, de Rigoberto López, son las propuestas del Icaic para la batalla por el Coral de ficción, mientras que el debut de Arturo Santana, Bailando con Margot, se alista para el concurso de óperas primas.
La cosa humana es la única comedia del patio que integra la nómina al Festival. Foto: Juventud Rebelde
La primera, del director de El Benny e Irremediablemente juntos, ubica su trama en los sucesos históricos de la guerra hispano-cubano-norteamericana. Se trata de una superproducción que implicó la reconstrucción de una época, en la confección del vestuario de tres ejércitos diferentes, la participación de cientos de figurantes y el levantamiento escenográfico de todo un caserío, con sus calles, fachadas y balcones coloniales, a la usanza de 1890.
Esta trama sobre la postguerra es presentada a través de los ojos de dos niños. Cuba libre cuenta con las actuaciones del noruego Jo Adrián Having y de Isabel Santos, Manuel Porto y Adael Rosales.
Con La cosa humana, el realizador de Boleto al paraíso nos entrega la única comedia del patio que integra la nómina al Festival. Un joven delincuente, con pretensiones de escritor, tras robar un manuscrito a un destacado narrador, lo envía a un concurso literario. Ambos se convertirán en rivales, compitiendo cada uno por el premio. Tal es la sinopsis de esta cinta de Chijona en la que convocó de nuevo a Vladimir Cruz, Mirielys Cejas, Héctor Medina, Enriquito Almirante y Enrique Molina; y en la que apuesta por la risa, tras habernos regalado populares filmes como Adorables mentiras, Perfecto amor equivocado y Un paraíso bajo las estrellas.
Como La cosa humana, Bailando con Margot también aguarda su estreno para las cercanas jornadas festivaleras. Arturo Santana, que debuta en el largo de ficción, es un realizador, guionista y productor independiente que posee una vasta carrera en la que se insertan más de cien piezas audiovisuales. Bailando con Margot reúne en la pantalla a un detective (Edwin Fernández Collado) y a una adinerada viuda (Mirta Ibarra), a quien le han robado un cuadro de su mansión, justo el 31 de diciembre de 1958.
Arturo Santana dialoga con parte del elenco de Bailando con Margot. Foto: Juventud Rebelde
El público de la Isla ya conoce los Vuelos prohibidos de Rigoberto López, exhibida en nuestras salas. Este drama de amor filmado entre La Habana y París, protagonizado por Paulito FG y la francesa Sanna Alahui, abre puertas al diálogo sobre el pasado reciente de nuestra nación y la realidad actual.
La presencia del Icaic en el 37 Festival se extiende hasta la sección Latinoamérica en perspectiva, en la que aparece el filme La emboscada, de Alejandro Gil, que se acerca a la participación de Cuba en la lucha por la liberación de Angola. También está presente en el acápite de Documentales en el que se inscribe Últimos días de una casa, de Lourdes de los Santos, un acercamiento a la famosa casona de Dulce María Loynaz.
En materia de Animados, el listado lo conforman: el cortometraje Xip Zérep, del padre de Elpidio Valdés, Juan Padrón, junto a la obra, de 15 minutos, Las aventuras de Juan Quinquín, de Alexander Rodríguez, que versiona libremente el cuento original de Samuel Feijóo, ambas producidas por los Estudios de Animación del Icaic. Se suma El camarón encantado, de Adrián López Morín, realizado en Anima, la subsede de los Estudios en Holguín, que recrea el cuento homónimo de José Martí en un entorno que se apropia de la belleza autóctona del territorio oriental.
Por cuenta propia
Con una larguísima espera de más de cinco años tuvo que lidiar el director Pavel Giroud antes de poder concretar El acompañante, su tercer largometraje en «solitario» después de La edad de la peseta y Omertá. El largometraje llegará luego de haber sido exhibido en el Festival Internacional de Cine de Busán, Corea del Sur (BIFF), y con una carpeta llena de lauros como el Premio Julio Alejandro de guión en España, el laurel de Ibermedia de coproducción y el galardón al mejor proyecto del II Foro de coproducción Europa-América Latina, en el Festival de San Sebastián, entre otros reconocimientos.
Centrada por Yotuel Romero, el ex líder de Orishas, y por Armando Miguel Gómez (Melaza, Conducta), El acompañante nos remite a los años 80 del pasado siglo, a los primeros casos de VIH detectados en Cuba, y al ingreso de estos en Los Cocos, del cual solo podían salir con un «acompañante». Precisamente Yotuel da vida a este singular personaje que en el sanatorio conocerá a Daniel, el paciente más conflictivo.
Tres generaciones de cubanos interpretadas por los actores Mario Balmaseda, Mario Guerra y Leonardo Gascón, conviven en el argumento de La obra del siglo, de Carlos M. Quintela, el joven que en 2012 se dio a conocer con su ópera prima La piscina.
Después de participar en la pasada edición del Festival en la categoría de filme en construcción, ahora regresa Caballos, de Fabián Suárez, para competir en el apartado de ópera prima. Suárez parte de la obra teatral homónima que él mismo escribiera, la cual nos aproxima al triángulo amoroso que se establece entre un joven fotógrafo, su mejor amigo y una misteriosa cantante.
Carlos Alejandro Halley, Pablo Guevara, Linett Hernández, Edith Massola y Milton García encabezan el reparto de Caballos, una película rodada en blanco y negro como una suerte de homenaje a la legendaria Memorias del subdesarrollo, de Tomás Gutiérrez Alea, y especialmente a las célebres instantáneas del norteamericano Robert Mapplethorpe, de cuya biografía bebió tanto la obra teatral como la cinematográfica.
Al igual que Bailando con Margot y Caballos, Jessica Rodríguez también irá con sus Espejuelos oscuros por el Coral de ópera prima. Después de dirigir documentales como El mundo de Raúl y Crac!, salta ahora al largometraje de ficción con la historia de una ciega acosada por un prófugo de la justicia. La trama, que se bifurca en tres nuevos argumentos enmarcados en diferentes momentos históricos, siempre tendrá a Laura de la Uz y Luis Alberto García como protagonistas de todas las peripecias.
El experimentado documentalista Rigoberto Jiménez, por su parte, logró colar su Café amargo en un intrincado pueblo del oriente del país, San Pablo de Yao. Un proyecto que finalmente pudo concretarse gracias al apoyo de TV Serrana, la EICTV, el Centro Martin Luther King, la Fundación Ludwig, el Icaic y muchos otras instituciones.
Jiménez retomó el conflicto de cuatro mujeres que deciden no casarse para mantenerse unidas y no perder el cafetal familiar que poseen en medio de la Sierra Maestra. Una historia que él mismo desentrañara antes en su premiado documental Las cuatro hermanas (1998).
En el Festival las veremos todas, representando unidas a Cuba, escarbando nuestras historias, descubriendo personajes tan cercanos como los que caminan a nuestro lado, emplazando siempre la cámara de cara a nuestras realidades y esencias.
