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Ojalá Camejo (en primer plano) asuma con acierto sus nuevas funciones. Foto: FIVB En el primer tramo de la Liga Nacional de Voleibol se pudo comprobar que, tanto las damas como los varones, se han aparecido en las canchas de juego con esa fogosidad que los aficionados admiran y los técnicos agradecen.
Después de los inconvenientes surgidos en la temporada pasada, remachados en los campeonatos del orbe en Japón, se advierte que para la campaña que se inicia no hay puestos asegurados de antemano en los equipos nacionales y, por suerte, los candidatos son bastantes.
No obstante, como no hay regla sin excepción, quizá la posición que no admite mucha improvisación, la del pasador, sí exhiba nombre y apellido desde el primer momento en el elenco masculino: Yoandri Díaz Carmenate.
Por su juventud y cierta experiencia en las huestes del equipo Cuba, el integrante del invicto conjunto Energéticos aparece como el más indicado para seguir en la distribución de balones, pero sin dormirse sobre los laureles porque detrás vienen dos muchachos que están dando de qué hablar.
A saber, Raidel Hierrezuelo Aguirre, pasador de Mambises, terminó la primera de las tres fases eliminatorias al frente de ese departamento con un apreciable average (cálculo) de 9.91, por encima de Díaz (9,80) y de Pedro López Hernández (Constructores, 8.88).
El traslado de Oreol Camejo para el área de atacador auxiliar, abre el camino de la selección nacional por lo menos a uno de estos dos voleibolistas.
Ojalá Camejo cumpla a su vez las expectativas de los estrategas y se convierta este mismo año en un pilar a la ofensiva y la defensa.
Sin embargo, una lesión en una mano ha sacado del terreno de juego, hasta nuevo aviso, al espigado deportista de 2,06 metros de estatura y solo 20 años y medio de edad.
