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¿Fragua de campeones?

La formación de atletas con vistas al alto rendimiento en Cuba debe tener en las EIDE la fragua necesaria. Sin embargo, carencias materiales y deficientes instalaciones limitan ese empeño en la isla joven

Autor:

Roberto Díaz Martorell

NUEVA GERONA, Isla de la Juventud. — Para desarrollar el deporte en la base, como necesario soporte del alto rendimiento, las Escuelas de Iniciación Deportiva Escolar (EIDE), deben poseer las condiciones necesarias para cumplir su principal objetivo. Pero en ocasiones las carencias materiales dificultan el proceso formativo, y lastran las posibilidades de jóvenes que sueñan con protagonizar hazañas, con ganar muchas medallas.

En el caso particular de la EIDE Fladio Álvarez Galán, en la Isla de la Juventud, centro en el que «nacieron» atletas como el pelotero Michel Enríque, el pesista Yoelmis Hernández, Yusmari Mengana, Yulieski y Pedro Torreblanca y Joel García Luis, entre otros dignos representantes de Cuba en la arena internacional, hoy pasa por un proceso de deterioro que merece atención inmediata.

El centro funciona bajo régimen interno, lo cual no resulta un atractivo para el futuro atleta. Si a ello se le suman las malas condiciones de las áreas deportivas, la situación empeora.

Juan Emilio Pantoja, director del centro, reconoció que no tener buenas canchas limita la modelación de los atletas de cara a las competencias, aunque destacó que en 2014 obtuvieron 23 medallas en los Juegos Escolares. De ellas, siete fueron de oro (dos en la categoría escolar y tres en la juvenil), siete de plata (1-6) y nueve de bronce (3-6).

«Las principales necesidades son en calzado especializado e implementos como balas, balones. Urge también pasarle la mano a las canchas de voleibol, balonmano y baloncesto», dijo el directivo.

Con el alma en la cancha

El balón le llega y lo baja con toda la maestría que ya posee a sus 13 años. Lo acomoda a un lado, levanta la cabeza para observar a sus compañeros de equipo y cuando patea, no sale con precisión ni con la fuerza requerida. Se lamenta y busca una posición ventajosa en el terreno, pero una piedra le hace perder el equilibrio.

«Tenemos dificultades con el vestuario y calzado, aunque hay balones. Mantenemos el terreno chapeado de manera manual, pero los muchachos que recibimos llegan con muchas lagunas técnicas y en estas condiciones no es mucho lo que se puede lograr», comenta Jorge García, entrenador de fútbol.

Raydel Borrego García, atleta de lucha libre se prepara para las eliminatorias de esa disciplina con vista a los próximos Juegos Panamericanos.

«Me estoy preparando bien, aunque me falta un poco de fuerza», comparte con JR, al tiempo que Edel González García, su entrenador, explica que no tienen pesas y «eso nos obliga a planificar mejor los entrenamientos, pero no siempre es efectivo».

Los luchadores y otros atletas de deportes que no tienen implementos propios para hacer pesas, tienen que esperar para utilizar los que poseen otros, como el atletismo, para trabajar la fuerza. No obstante, el joven Borrego García afirmó que «pretendo ganar el oro en las eliminatorias, para eso me preparo ahora».

Mientras conversamos con el atleta y su entrenador, el resto del equipo subía y bajaba un banco del área de formación de la escuela con las pesas en los hombros. Las miradas estaban serias por el peso, pero el corazón alegre, síntoma de la voluntad juvenil de los cubanos por alcanzar mejores resultados.

Entre los mayores estímulos para estos jóvenes atletas en esta etapa figuran las medallas de oro y bronce de Yulieski y Pedro Torreblanca en los campeonatos nacionales de lucha libre y grecorromana, respectivamente, así como la clasificación del equipo de fútbol a la primera división de la edición cien del Campeonato Nacional, la inclusión de siete atletas en las preselecciones nacionales de cara a los Panamericanos 2015, así como la participación del lanzador Héctor Mendoza en la reciente Serie del Caribe.

Otras desmotivaciones

Arsenio Piñero Magriñat, jefe de cátedra de formación integral de la especialidad de Béisbol, se refirió durante nuestro recorrido a las malas condiciones del terreno de pelota, cuyas zonas aledañas están llenas de marabú. «No se puede entrenar por las pérdidas de pelotas, además de que necesita nivelación», dijo.

Lo poco que se ha logrado reparar es con el esfuerzo de los entrenadores y trabajadores del centro, dijo Juan Emilio Pantoja, director. Foto: Roberto Díaz Martorell.

En ese sentido, Juan Emilio Pantoja agregó que el referido terreno no cumple los requisitos. Por eso, los muchachos no entrenan ahí y lo hacen en áreas fuera del centro. «El traslado de los estudiantes nos ocasiona pérdida de tiempo y desorganización del horario de vida de la escuela, porque estamos a merced de que la guagua no tenga contratiempos. En ocasiones no es estable en la recogida y tenemos atletas de todas las zonas del territorio», explicó.

Lo poco que se ha logrado reparar es con el esfuerzo de los entrenadores y trabajadores del centro. Sin embargo, otras áreas piden a gritos la mano reparadora y entre ellas está la pista de atletismo, donde se formaron Gilda Casanova y el triplista Joel García, y el gimnasio, en especial los cubículos de boxeo y taekwondo.

Leydis Rivero, una de las prometedoras figuras del deporte rey, nos expresó que «en Isla de la Juventud no tienen todas las condiciones, hay dificultades con el calzado y no topamos mucho por problemas de pasaje», comentó.

Las dificultades con la transportación gravitan sobre el desarrollo de los futbolistas locales, quienes en 2014 jugaron solo cuatro de 12 partidos, todos contra Pinar del Río, y el resto los perdieron por no presentación, «aunque cuando la sede es la Isla y los demás equipos no pueden venir, también los puntos son nuestros. Esa realidad limita la cantidad de partidos oficiales de los jugadores e incide de manera negativa en su preparación», acotó Jorge García, entrenador de fútbol.

Sobre el mismo deporte, Luis Enrique Poyato, profesor del combinado deportivo Rodolfo Santacruz Delgado, en La Fe, nos comentó que no se participa tampoco en competencias de la categoría pioneril por no tener garantía de pasajes. «Casi todos los eventos son por invitación y si no asistimos, no nos invitarán jamás. Eso limita la motivación y aspiraciones de los niños para ser atletas de esta disciplina, y los mismos llegan a la EIDE con lagunas», dijo.

Seguir luchando

Las EIDE, además de contar con la profesionalidad y el conocimiento de los mejores profesores y técnicos de cada territorio —como es el caso de Fladio Álvarez Galán—, deben poseer además buenas condiciones de alojamiento, implementos e instalaciones óptimas que tributen, a la postre, a la formación adecuada de los futuros campeones de Cuba.

En el territorio pinero se trabaja por elevar el nivel de los futbolistas, pero las condiciones dificultan el proceso. Foto: Roberto Díaz Martorell.

No sería descabellado entonces sugerir, desde estas páginas, una mirada más aguda a la formación de atletas en Isla de la Juventud, un territorio con algo más de 84 000 habitantes que hoy se esfuerza por estar en la cima de la Serie Nacional de béisbol, y que cada año tributa medallas a la cosecha de lauros en diversos certámenes. La prueba son los deportistas mencionados, quienes una vez soñaron, a su paso por la EIDE pinera, estar en la élite deportiva cubana. Y lo lograron.

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