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Cuba intentará derribar hoy a primera hora a su bestia negra, el cuadro de Japón. Autor: Ricardo López Hevia Publicado: 21/09/2017 | 06:35 pm
TOKIO, Japón.— Hoy, otra vez, es jornada doble. Al amanecer (hora de Cuba), por la revancha ante los samuráis; por la noche, contra otro verdugo de los últimos años, Holanda, que ha enseñado suficientes credenciales para soñar con un resultado inédito. Los nuestros saldrán por la proeza, pero a usted, amigo lector, lo invito, como en la infancia, a cruzar los dedos y pedir un deseo….
Con el nocaut propinado por los Tulipanes al colectivo de Israel se tensa la pita que conduce a la clasificación. Salvo los anfitriones (antes del duelo frente a Cuba), no quedan más invictos en esta región, y hasta puede haber la necesidad de un juego extra para decidir el último elenco que se monta en el avión rumbo a Los Ángeles.
Mientras, les cuento que ya hubo el primer «tira que encoge» con el sistema de desempate. En Jalisco, los charros se fueron de parranda antes de tiempo para festejar que México iba a discutir en un partido adicional el último boleto del grupo B frente a Italia.
Los anfitriones habían derrotado a Venezuela por 11-9, lo cual provocó un triple abrazo entre estos dos elencos y los europeos, con balance de un éxito y dos reveses.
Después de sacar cuentas y más cuentas, no quedó más remedio que anunciar que la fiesta se quedaba sin rancheras. Otro anfitrión (primero fue Corea del Sur) que se quedó con los deseos de avanzar.
Entre Italia y Venezuela definían al cierre la cuarta «pata de la mesa» de la segunda ronda en América, que se jugará en el Petco Park, de los Padres de San Diego, con la presencia además de República Dominicana, Puerto Rico y Estados Unidos.
Y ese puede ser también el guion que se filme de este lado del Pacífico.
