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Serie del Caribe Autor: Juventud Rebelde Publicado: 01/02/2018 | 09:09 am
GUADALAJARA.— Una ciudad muy fresca recibirá hoy al equipo Alazanes de Granma, el invitado cubano para la 60ma. Serie del Caribe de béisbol, evento que algunos llamaron cierta vez «pequeña Serie Mundial», cuando participaban no pocos de los estelares de este deporte oriundos de Centroamérica.
Por segundo año consecutivo México organiza el certamen, y por segunda vez a la hila también, los dirigidos por Carlos Martí, bicampeones de la Serie Nacional, representan a nuestra ínsula. El reto es mejorar el cuarto puesto de 2017 y para ello no deberán descuidar las oportunidades que ofrece el parque de los Charros de Jalisco, en la Liga Mexicana del Pacífico.
Aquí les dejamos algunos datos de esa instalación y valiosas sugerencias para tener éxito allí, aportados por Yasser Aguiar Alpízar, del Grupo de la Investigación del Béisbol (GIIB).
La ciudad tiene una elevación por encima de los 1 500 metros sobre el nivel del mar y es conocido el efecto favorable para los bateadores cuando juegan a gran altura y con baja humedad relativa, como es el caso de esta sede.
El estadio, ubicado en Zapopán, dentro de la zona metropolitana de Guadalajara, a 350 millas al oeste de la Ciudad de México, fue construido para los Juegos Panamericanos de 2011 y se inauguró en octubre de ese año. Las dimensiones por las bandas son entre 15 y 20 pies más largas que en Cuba.
Aquí se efectuaron siete desafíos del Grupo D del Clásico Mundial del 2017, en los cuales se marcaron más de 15 carreras y tres jonrones por choque.
El equipo Cuba jugó en este terreno sus cinco partidos durante los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, y concluyó en tercer lugar. La media de ese torneo fue de más de 10 carreras y un jonrón por juego y nuestra selección promedió 7.6 carreras y 1.6 vuelacercas por cada presentación, y nuestros lanzadores permitieron 5.6 carreras como media, sin tolerar bambinazos.
Lo recomendable, según Yasser, es una alineación que incluya a varios toleteros con altos porcentajes de conectar jonrones o por lo menos batazos elevados y largos.
Pero Carlos Martí no debe descuidar la custodia del outfield. Por las dimensiones de esa zona del terreno, resultarán muy efectivos jugadores con gran desplazamiento y cobertura. Cualquier otra variante podría poner en riesgo la capacidad defensiva del conjunto.
Sobre los pitchers, cuanto más les conecten rodados, más opciones tendrán de sacar out. Si los abridores deben tener en cuenta ese aspecto, mucha más prioridad han de otorgarle los integrantes del bull pen, quienes suelen trabajar en situaciones complejas de juego.
Por suerte, ese estadio lo conocen bien Frank Camilo Morejón, Frederich Cepeda, Alfredo Despaigne y Miguel Lahera. Los datos cuentan, pero la experiencia ayuda mucho también.
El avezado estratega de los Alazanes cuenta en su roster con hombres que se ajustan a las sugerencias de este experto en sabermetría, pero no de la manera integral que hubiese sido ideal. Veremos mañana cuál es en definitiva la apuesta cubana.
