Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Jugando puertas adentro (V)

Con los campos y las canchas en silencio, el deporte se ha mudado de escenario

Autor:

Norland Rosendo

Con los campos y las canchas en silencio, el deporte se ha mudado de escenario. Desde casa, en aislamiento, se juega al duro en los partidos por mostrar dominio de estadísticas y abundan en redes sociales comparaciones de todo tipo. Entre atletas y equipos de varias disciplinas son las más frecuentes.

JR les pidió a dos estadísticos de béisbol que nos enviaran el mejor trío de tercer, cuarto y quinto bates que hayan visto pasar por nuestras series nacionales. De un lado, nuestro Benigno Daquinta; del otro, el santiaguero Yasser Vázquez, sabermétrico que trabaja con el equipo de Santiago de Cuba.

Hurgando en los números y la memoria, hay muchos tríos poderosos. En todas las épocas. Daquinta me envió desde su hogar, donde cumple estrictamente la indicación de no asomar por la puerta su abundante ausencia de cabello, un compendio de estadísticas de las ocho mejores tríadas desde los inicios de las temporadas nacionales. Hay de todo: desde algunas que se desintegraron rápido como la granmense de Yoenis Céspedes, Alfredo Despaigne y Yordanis Samón, la de mejor frecuencia de extrabases (8.32) y de carreras producidas (3.32), hasta aquella trituradora que jugó con Cienfuegos: Antonio Muñoz, Pedro José Rodríguez y Héctor Olivera, puntera en carreras impulsadas (4.73).

Pero él se decantó por los pinareños Omar Linares, Luis Giraldo Casanova y Lázaro Madera. A su favor, pesó que son el trío de más alta línea ofensiva: average (.339), OBP (.435) y SLU (.580), además compilan el OPS más alto de todos (1015). Ninguna tanda de 3-4-5 robó más bases que ellos (515) y tampoco son superados en frecuencia de jonrones (17.37).

Omar Linares 

Lázaro Madera

Luis Giraldo Casanova

Los de Vueltabajo ganaron tres series nacionales (85, 87 y 88) e igual cantidad de selectivas (84, 88 y 91).

Su adversario, Yasser, se quedó con la oferta de casa: Antonio Pacheco, Orestes Kindelán y Gabriel Pierre. Los indómitos son líderes en carreras anotadas (3 668), hits (5 963), palos de vuelta entera (1 077), total de bases (10 424) y carreras impulsadas (3 858).

Antonio Pacheco

Gabriel Pierre

Orestes Kindelán

En su historial lucen cuatro títulos en series nacionales (1989, 1999, 2000 y 2001), seis selectivas (1986, 1987, 1992, 1993 y 1995) y dos copas Revolución (1996 y 1997).

Aunque los números no siempre lo dicen todo, ambos tríos eran el terror de cualquier pitcher. Daba gusto verlos jugar. Solían entregarse en cada juego como si fuera el último del campeonato. Cuando un lanzador los dominaba era inning de fiesta. En cuestión de comparaciones, no hay verdad absoluta. A mí, en lo personal, no me gustan mucho, pero nadie duda de que provocan debate siempre. Adjunto los números de ambas selecciones y les dejo abierta la posibilidad para que nos den su parecer. Hora de sacar el bate.

Del archivo de Rojas Garay:
Conrado Marrero, una leyenda de la pelota cubana

Le faltaban apenas tres años para arrancarle la página 103 al calendario, pero sus ojos se cerraron para siempre el 23 de abril de 2014.

Conrado Eugenio Marrero Ramos, leyenda de la pelota mundial, era  uno de los dos jugadores más longevos del planeta en el momento de su deceso con participación en Grandes Ligas.

Nació el 25 de abril de 1911 en la finca El Laberinto, enclavada no lejos de Sagua la Grande. De ahí que fuera apodado el Guajiro de Laberinto. Nunca olvidó su origen campesino, incluso en plena gloria le regalaron una vaca Holstein, la que envió a su terruño. Ya en el otoño de su carrera (1956) es que decide mudarse para La Habana.

Se inició como pelotero desempeñándose en la antesala y el campo corto. Un buen día al lanzador de su equipo le «entraron a palos» y él fue quien relevó. A partir de ahí empezó su trayectoria como serpentinero.

De Marrero dijo Ted Williams —uno de los mejores bateadores de todos los tiempos—: «Marrero es la excepción de la regla. No es muy frecuente para un pitcher saltar de una liga de clasificación inferior como la Liga Internacional de la Florida a las Mayores y triunfar de sopetón. Y no es frecuente tampoco esperar  mucho de un lanzador que tenga solo cinco pies y siete pulgadas de estatura y pese nada más que 158 libras. La tendencia es ignorar los lanzadores que no sean corpulentos y que no puedan tirar muy duro. Marrero desafía todas las reglas».

A lo dicho por el Gran Teodoro yo le añadiría que el Guajiro de Laberinto también desafió las reglas al llegar tarde a los diferentes niveles del deporte de las bolas y los strikes. Tenía 27 años cuando ingresó en la pelota amateur organizada con el Cienfuegos, club para el cual ganó 127 juegos y perdió 39, entre 1939 y 1945.

Con esa franela propinó tres juegos de cero hits, cero carreras y con el equipo Cuba intervino en cinco Series Mundiales, en las que ganó 11 encuentros y perdió cinco. Fue el primer lanzador cubano en derrotar a Estados Unidos en certámenes del orbe, esto ocurrió el 13 de agosto de 1939, en un partido que finalizó 13 a 3. Hasta la década del 70, en que fue sobrepasado por Braudilio Vinent, era el tirador criollo más triunfador en justas del orbe.

A los 35 años llegó a la pelota profesional, en la que compiló 60 éxitos y 39 fracasos entre 1946  y 1957, luego de tres temporadas con los Havana Cubans de La Liga Internacional de La Florida (70-25), con los cuales lanzó otro partido de cero hit, cero carreras.

Su arribo a las Grandes Ligas ocurrió a los 39 años, una edad en que muchos deciden colgar los spikes y ahí se mantuvo hasta los 45. Vistió el uniforme de un equipo sotanero como los Senadores de Washington y aun así archivó balance de 39 victorias y 40 derrotas.

Al erradicarse el profesionalismo en Cuba, Conrado Marrero se quedó entre los suyos. Laboró en la instalación Camilo Cienfuegos, de La Habana del Este, después trabajó en Matanzas y  en las provincias orientales, donde mucho tuvo que ver en la formación de varios estelares del box como el astro Braudilio Vinent, exaltado igualmente que Marrero en el Salón de la Fama del Béisbol Cubano, en 2014.

Luego estuvo en Granma. En 1998 el Secretariado de la Central de Trabajadores de Cuba le confirió la Orden Lázaro Peña de Primer Grado, alta distinción no otorgada hasta ese momento a ningún otro pelotero del país. Además, fue escogido entre los cien mejores deportistas cubanos del siglo pasado.

Entre los tantos artículos que le tributaron al Guajiro de Laberinto en su larga vida, están las seis páginas que en junio de 1951 le dedicó la revista Life. Dice la crónica en una de sus partes: «Marrero tiene un estilo único en la historia del béisbol organizado. Siendo un pitcher derecho, pone su pie en el box en dirección a la primera base y cuando está listo para lanzar luce como un orangután preparándose para tirar un shot put de 16 libras».

Agrega la publicación: «Los equipos han aprendido a tratarlo con respeto en esta temporada… su única razón para estar vistiendo un uniforme de las Mayores es una combinación de cerebro, coraje y control».

Memoria deportiva:

Un día como hoy, 26 de abril, pero del año 1977, Eulogio Osorio completa el millar de hits en nuestros torneos beisboleros. Igualmente, un 26 de abril, pero del año 1988, el pinareño Omar Linares redondeó el centenar de jonrones a costa de un envío del matancero Jorge Luis Valdés y otro 26 de abril, pero de 1995, Juan Carlos  Millán ingresa en el club de los que han conectado 200 cuadrangulares, al aprovechar un lanzamiento del villaclareño Jorge Pérez.

Prueba tus conocimientos:

En una página inédita en nuestro deporte, dos exponentes del atletismo establecieron primacías mundiales en una misma jornada. ¿Recuerda usted sus nombres?

Respueta a la pregunta anterior:

La jugadora cubana de voleibol con más medallas olímpicas es Ana Ibis Fernández: tres de oro (1992, 1996 y 2000) y una de bronce (2004). 

 

 

 

 

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.