Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Ponga oro donde dice cuarto

Con poco más de medio equipo, Cuba llegó a donde no pudieron ocho equipos 

Autor:

Norland Rosendo

Aún con los justos para armar un lineup, con más corazón que posibilidades, cargando sobre sí el decoro de los que no fueron capaces de terminar la justa, el equipo cubano de béisbol que participó en la 3ra. Copa del Mundo para menores de 23 años terminó en cuarto lugar.

Fueron derrotados en el terreno este sábado por Colombia, un conjunto más fuerte y completo, que estuvo cerca de discutir el título. El marcador 5-3 confirmó que, aún menguados, pusieron el extra, se olvidaron de que en el banco solo quedan algunos lanzadores, listos, incluso para jugar alguna posición si la situación lo dictaba.

Esta vez Naykel Cruz (2.1 INN, 5CL, 5H, 1K y 1BB) no pudo mostrar el dominio de sus actuaciones anteriores, pero su sustituto, Marlon Vega (3.2 INN, 2H, 4K), sí contuvo el ataque de los cafeteros. Y al bate, Iván Prieto, sacudió un palo de vuelta completa, después de haber tenido un campeonato improductivo con el madero.

Los que terminaron en el equipo merecen elogios por haberse crecido en un escenario tan adverso, viendo como más de un tercio de la nómina fue abandonando la nave antes del último out, en un acto que mostró, por encima de todo, su nulo compromiso con sus propios compañeros y con la afición que los siguió desde muchas partes del mundo.

Sin la mayoría de los mejores de esa categoría formados inicialmente en nuestro país, quienes se han desligado de la federación cubana para saltarse los muros impuestos por el bloqueo norteamericano a lo que debía ser un puente natural de acceso al sistema de MLB, el elenco insular dirigido por Eriel Sánchez asistió por primera vez a una Copa Mundial en la categoría sub-23.

Jugaron, se crecieron en momentos clave; avanzaron, mostraron sus deseos de hacer historia; y llegaron, incluso, más lejos que las selecciones élites en los últimos torneos internacionales. El Cuba grande no clasificó a los Juegos Olímpicos, quedó lejos en el pasado Premier 12 y ni hablemos de los Juegos Panamericanos de Lima.

Sin embargo, elogios aparte, muy merecidos, para los que optaron por seguir con el uniforme; hay que continuar con el catalejo hurgando en nuestro béisbol. No es poco lo que se debe cambiar, ajustar. En lo deportivo y en lo que, afuera del campo, impacta en la competencia.

Esperemos por los análisis de los expertos, pero durante este campeonato fueron visibles casi todas las tendencias de las selecciones nacionales nuestras en los últimos años. Cuestiones elementales en la ejecución de los fundamentos del juego e indisciplinas tácticas, fáciles de detectar por los adversarios.

La designación de un Doctor en Ciencias, Juan Reinaldo Pérez, como comisionado nacional de béisbol es una buena señal sobre los destinos que podría tomar este deporte a partir de ahora, con más ciencia que improvisación.

Este cuarto lugar es un ejemplo de que hay potencial, que el béisbol cubano no ha muerto como dicen algunos. Si se trabaja integralmente, se aúnan criterios, nuestros mejores entrenadores aportan, se ajustan los recursos a las posibilidades, nuestro deporte nacional vivirá, en tiempos no lejanos, momentos de más esplendor.

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