Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Cuba: hecha de amistad, solidaridad y respeto

El Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, estuvo al frente este jueves del Balance Anual del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba,  donde primó la idea de que la firmeza y la coherencia con la Revolución marcaron los esfuerzos de nuestra diplomacia en estos tiempos complejos

Autor:

Alina Perera Robbio

Muchos trabajadores de nuestra diplomacia esperaban este jueves en el acogedor salón de entrada del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), al Presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, una vez que hubo terminado a media mañana el balance anual de ese organismo.  

«Ante todo, el reconocimiento a todos ustedes, los trabajadores del Minrex —dijo el Jefe de Estado al nutrido grupo—, porque fueron muy consecuentes con la política exterior de la Revolución Cubana, con la historia, en el año, precisamente, del aniversario 60 del Minrex».

Díaz-Canel recordó que 2019 fue el año en que los cubanos «estuvimos sometidos a enormes presiones por parte del Gobierno de Estados Unidos, y de toda la agresividad con que se han estado comportando hacia Cuba». Con ustedes, expresó el mandatario, «pudimos fortalecer esa convicción de que nos tiraron a matar pero estamos vivos».

Esa reflexión encontró espacio, sostenida con múltiples aristas y argumentos, durante el balance anual del organismo, en cuya presidencia, además de Díaz-Canel, estaban el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, el viceprimer ministro Ricardo Cabrisas, así como Bruno Rodríguez y Rodrigo Malmierca, titulares del Minrex y de Comercio Exterior e Inversión Extranjera (Mincex), respectivamente.

Como complejo, pero igualmente como el período en el cual se entrelazaron la historia toda del Minrex y sus indudables logros de estos tiempos, describió el Jefe de Estado a 2019, lapso que también ha sido, dijo, la etapa en la cual el Gobierno de Estados Unidos ha apretado, como nunca antes, las clavijas de un bloqueo económico, comercial y financiero, cuyo impacto se hace sentir con peso de hierro sobre la cotidianidad de la Isla.  

A pesar de tal adversidad, destacó el mandatario, hay que ver con admiración la respuesta, el apoyo que ha dado el pueblo, ese que se hace notar en cada recorrido gubernamental por las provincias.

A la guerra que se nos hace en lo económico, el Presidente cubano sumó, como parte de la hostilidad enemiga, las incesantes y cada vez más frecuentes campañas con las cuales se pretende desacreditar a Cuba en temas como el de la salud, la seguridad social, el desarrollo del turismo, y otros que entrañan verdaderas conquistas.

De cuatro prioridades de trabajo que están planteadas y deben ser ejes de la práctica para llevar a Cuba adelante habló el mandatario: el enfrentamiento a la plataforma de restauración colonial y neoliberal que se nos quiere imponer; la defensa del país, el intenso ejercicio legislativo en el cual ya estamos inmersos para lograr que en el menor tiempo posible la Constitución esté apoyada por todas las normas jurídicas y leyes que necesita; y la batalla económica.

De la integración latinoamericana, de seguir defendiendo a América Latina como Zona de Paz, de unirnos más desde la izquierda y seguir defendiendo los postulados antimperialistas, habló Díaz-Canel, quien, al referirse a Cuba, la definió, desde la convicción, como una «nación de amistad, de solidaridad y de relaciones respetuosas con todos los países, independientemente de que tengamos diferencias ideológicas».

«Nosotros hasta con el adversario ideológico somos respetuosos, para que también nos traten con respeto, y a lo que aspiramos con Estados Unidos es a ese diálogo, con diferencias ideológicas respetuosas, de iguales, y no con condiciones», declaró el mandatario.

En lo referente a la batalla por la economía, Díaz-Canel resaltó el concepto de cómo defendemos y logramos una cultura de la diplomacia económica, la cual, añadió, debe ser innovadora, porque es muy compleja la madeja económica en la que Cuba se desenvuelve; y en tal sentido nuestras misiones en el exterior deben ser incesantemente proactivas.

Como parte de los temas desarrollados en el balance, y a propósito del proceso de fortalecimiento de las relaciones con nuestros nacionales en el exterior, el Presidente hizo referencia a la 4ta. Conferencia La Nación y la Emigración, que tendrá lugar en La Habana del 8 al 10 de abril de 2020. Al respecto comentó que ese momento debe convertirse en un hito que permita revisar potencialidades y acrecentar cercanías, aunque nada de lo que se haga, expresó, puede fracturar soberanías ni todo lo independiente que el pueblo cubano es.

La votación en Naciones Unidas contra el bloqueo a la Isla —la cual fue, una vez más, una contundente victoria—, no haber hecho silencio ante amenazas o provocaciones, fueron otros de los pasos firmes destacados por Díaz-Canel en el año 60 del Minrex. A Cuba, indudablemente, se le respeta en el mundo porque ha tenido una línea coherente, ha sido valiente como país, y muy firme en sus principios a pesar de haber pasado por momentos complejos, resaltó el Jefe de Estado, quien hacia el final de su intervención pidió a los trabajadores de nuestra política exterior laborar pensando en cómo destrabar los nudos que salen al paso, y tener confianza  y optimismo —los que nacen del apoyo del pueblo—, saber que los tiempos malos pasan y que de ellos saldremos victoriosos y fortalecidos.   

 

 

 

Comparte esta noticia

Enviar por E-mail

  • Los comentarios deben basarse en el respeto a los criterios.
  • No se admitirán ofensas, frases vulgares, ni palabras obscenas.
  • Nos reservamos el derecho de no publicar los que incumplan con las normas de este sitio.