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Del alma a los Estudios

Coincidiendo con su fecha de fundación los Estudios Siboney comienzan este domingo la jornada por su cumpleaños 40, la cual se extenderá hasta el 5 de julio de 2021. «Queda mucho por hacer y celebrar todavía», asegura a JR Marcos Antonio Campins Robaina, director de la Egrem en Santiago de Cuba

 

Autor:

José Luis Estrada Betancourt

Ya Juventud Rebelde lo ha contado otras veces en estas cuatro décadas que se cumplen, exactamente este domingo, de aquel momento inolvidable del 5 de julio de 1980 cuando abrieron en Santiago de Cuba los Estudios Siboney para inundar al mundo de la música viva, auténtica, contagiosa que se cultiva en esta región del país y llena de orgullo a los cubanos.

Y Juana de los Cuetos Fonseca, de los fundadores, se cuenta entre los que se le hincha más el pecho al recordar tan grande acontecimiento. Desde hace tiempo Jefa de Grabaciones de los Estudios Siboney, de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), la entonces recepcionista no demoró en entender que se trataba «de una fecha realmente significativa en la historia de la grabación en Cuba. Con el nacimiento de esta nueva institución en Santiago, se estaban reconociendo, en primer lugar, los aportes de esta tierra a la música cubana y universal».

Se cuenta que para la apertura se entregó como obsequio a los afortunados testigos, un disco de 45 revoluciones por minuto que contenía dos temas firmados por el Comandante de la Revolución Juan Almeida, el promotor del nacimiento de tan distinguida institución: La Lupe y A Santiago, interpretados por la Orquesta de Música Moderna de Santiago de Cuba, dirigida por el maestro Osmundo Calzado. Se titulaba Por primera vez.

Y esa, «que constituye la primera obra que marcó el inicio en la industria discográfica de esta región, es una de las joyas de los Estudios Siboney que acumulan más de 500 matrices de alta valía», le aseguró en su diálogo con el diario Marcos Antonio Campins Robaina, director de la Egrem en la llamada Capital del Caribe.

En cuatro décadas, apunta, no son pocas las producciones registradas aquí que resultan verdaderos hitos discográficos. Y enumera: «Al bate con Ñico Saquito, de Eliades Ochoa; Los Compadres en Siboney, Antología Integral del Son (uno de los más vendidos en estos 40 años); el célebre A Bayamo en coche, de Adalberto Álvarez con Son 14 y Tiburón Morales; Algo contigo, de Pacho Alonso; La rumba y otros poemas, de Luis Carbonell, Los tambores de Enrique Bonne... A ellos habría que adicionar los aclamados más recientes y que se alzaron como ganadores de los premios Grammy Latino: Un bolero para ti, también del maestro Eliades (2012), así como dos maravillas del Septeto Santiaguero y José Alberto, El Canario: No quiero llanto. Tributo a Los Compadres (2015) y A mí qué. Tributo a los clásicos cubanos (2018)».

Algo contigo, de Pacho Alonso.

—¿De qué manera la casa discográfica se adentra en la era digital? ¿Qué nuevos productos han sido concebidos respondiendo a esta realidad?

—Es una realidad: la era digital se impone en la comercialización de la música, lo cual presupone un reto para nosotros que ya intentamos asumir, aunque solo damos pequeños pasos, muy alejados de las aspiraciones.Hasta la fecha se ejecutan proyectos relacionados con la utilización de las plataformas digitales para la escucha de nuestra música, la colocación de las pistas en formatos mp3 y mp4 en audífonos con memorias flash y en las mismas redes y canales audiovisuales, lo cual nos ha ido permitiendo alcanzar un mejor posicionamiento dentro de la industria musical nacional, gracias también a que cada vez es mayor nuestro aprovechamiento del streaming para la difusión y comercialización de los conciertos en vivo de nuestros principales artistas o para la presentación de sus producciones discográficas.

—Este año también se cumplen dos décadas de la Agencia Son de Cuba. ¿Qué papel ha jugado en la promoción, divulgación y defensa de la música cubana?

—La Agencia Son de Cuba en estos 20 años, más que una agencia de representación artística, ha sido un espacio de creación colectiva en defensa de lo auténtico en cuanto a la sonoridad y al decir que nos caracteriza. Hoy la componen diez agrupaciones que hacen honor a ese catálogo de excelencia, muy ligadas a los Estudios Siboney y a Santiago, por supuesto, y que han llevado nuestra música a más de 50 países. Nos referimos a los septetos Santiaguero, Turquino, de la Trova, Ecos del Tivolí y Morena Son, así como a Los Jubilados, Los Guanches, Pedrito y su Son de Buena Fe, Suena Cubano y la orquesta Los Karachi, todos multipremiados nacional e internacionalmente.

—La Egrem cuenta en Santiago con la mundialmente famosa Casa de la Trova, pero no es esa la única institución que le responde.…

—Efectivamente, a ese ícono de Santiago de Cuba que es la Casa de la Trova se suman, además, el Bar Bohemio, la Casa de la Música La Pachanga, el Patio Los Dos abuelos, el Ranchón del Músico Los Compadres, el Salón del Son, el Iris Jazz Club y el Complejo Cultural en Palma Soriano, que de conjunto con la red de Álbum Kafés completan la cadena de valor de nuestra industria musical y afianzan el posicionamiento de la Egrem y sus Estudios Siboney dentro del contexto de una ciudad que se sabe musical y aspira a ser declarada como tal por la Unesco en 2021.

«Trabajamos por la excelencia, por mantener una posición de privilegio entre las instalaciones de su tipo en el país, esa siempre será nuestra meta. Es como único podemos cumplir con nuestro compromiso de salvaguardar y defender el rico legado musical cubano, no solo poniendo grabaciones y ediciones musicales de nuestros más importantes exponentes en manos de todos, sino también asegurando una programación artística de primerísimo nivel y servicio gastronómico de calidad que motive a que el público continúe eligiendo estos centros culturales para su disfrute espiritual.

—La casa discográfica se enorgullece de su catálogo conformado por agrupaciones reconocidas y figuras de alto prestigio, pero ¿cómo hace para permanecer atenta a los nuevos exponentes de la creación?

—A Siboney le interesa y se preocupa por todos los exponentes de nuestra música cuya propuesta sea de elevado nivel desde el punto de vista artístico, cultural. Creemos que mantener por ahora un catálogo con la cantidad y la selectividad como el que nos distingue, nos permite concentrarnos más en lograr una mayor y mejor visualización de nuestros artistas y, al mismo tiempo, acompañarlos de una manera más eficiente en su afán por defender géneros de gran arraigo en esta región como el son, la trova y, en sentido general, la música popular tradicional y bailable. De todos modos, permanecemos con los ojos y oídos puestos en la escena musical actual, atentos a esas propuestas exclusivas que puedan aportar actualidad, que enriquezcan y oxigenen nuestro catálogo y que no atenten contra la calidad.

—¿De qué manera los Estudios Siboney se han propuesto celebrar el cumpleaños?

—Esta celebración reafirmará nuestro deber de mantener el espíritu fundacional de estos estudios, con la idea que los hizo nacer de la mano de Juan Almeida Bosque. Comienza ahora con el inicio de la Jornada Siboney 40, que se extenderá hasta el 5 de julio de 2021, y que propiciará la salida de nuevas producciones y creaciones musicales, la cancelación de sellos, la apertura de centros culturales, la necesaria modernización de los estudios de grabación... Queda mucho por hacer y celebrar todavía.

—¿Cómo la Egrem de Santiago de Cuba enfrentó estos tiempos de pandemia?

—En estos tiempos de pandemia, con sus conciertos online nuestro músicos llegaron a muchos hogares, se grabaron cápsulas y aparecieron varias creaciones musicales con mensajes de prevención, y nuestros centros culturales elaboraron ofertas de alimentos a precios mucho más económicos, entre otras acciones... Intentamos en todo momento serles útiles al país y a nuestro pueblo.

—El Festival del Caribe le ha dedicado su presente edición a los 40 años de Siboney...

—Ha sido una reverencia mutua pues las celebraciones por nuestras cuatro décadas de existencia igual las hemos dedicado a la Fiesta del Fuego y a la Casa del Caribe, institución que la convoca. Creo que en esta feliz coincidencia ha quedado implícito el reconocimiento bilateral y el compromiso de ambas partes de defender y proteger ese patrimonio sonoro que nos distingue, los ritmos que nos unen, la polirritmia que nos integra. En ese sentido, Siboney tiene entre sus prioridades para este año, ingresar en sus archivos fonográficos las sonoridades de los grupos portadores nuestros y de ese Caribe común que nos abraza y nos inspira.

 

—Cubadisco, la principal feria discográfica de Cuba ha reconocido una y otra vez las producciones de Siboney. ¿Dónde radica el secreto?

—Sin temor a equivocarme te digo que el secreto está en que sus trabajadores se han empoderado, desde siempre, de ese espíritu fundacional y de esa alta sensibilidad artística en general, y musical en particular, que distinguió al Comandante Juan Almeida y quedó recogida en esa expresión suya: «Llevo la música en el alma», y que todos hemos hecho nuestra. Está en la creatividad con la que cada grabador se sobrepone a la obsolescencia tecnológica con la que trabaja; en la grandeza, en la autenticidad y en la fuerza de nuestros músicos; en la sensibilidad, los conocimientos musicales y la experiencia de nuestros productores y, por qué no, también en la mística que envuelve a toda una ciudad llena de magia. 

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