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Cuba soberana no acepta injerencias (+Video)

Reitera el director general a cargo de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, que estamos ante un Gobierno cómplice y tolerante de actividades terroristas orientadas desde territorio de Estados Unidos contra Cuba

Autor:

Juana Carrasco Martín

Al encargado de negocios lo convocamos el sábado 28 al Minrex para recordarle a él, y por vía de él a su Gobierno, que los diplomáticos deben comportarse bajo las reglas de las relaciones internacionales y cubanas y que no se le va a permitir inmiscuirse en los asuntos internos de Cuba, reiteró en la noche del lunes en entrevista al Noticiero Nacional de Televisión, el director general a cargo de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío.

La Convención de Viena establece muy claramente que el agente diplomático, el representante diplomático de un país, está obligado a respetar las leyes y los reglamentos del país y, además, a no inmiscuirse en los asuntos internos, enfatizó al referirse a la actuación del encargado de negocios de EE. UU. en La Habana, Timothy Zúñiga-Brown, quien realizó varias visitas al grupo de individuos que en la barriada habanera de San Isidro realizaban una farsa de «huelga de hambre» con fines de desestabilización.

Esta fue la tercera visita cuando su embajada conocía y él también que se estaba produciendo allí una farsa, y lo sabía porque son personas que reciben financiamientos, instrucciones y orientaciones de Estados Unidos, una contravención de lo que establece la Convención de Viena, sobre la actividad diplomática de cualquier nación, subrayó Fernández de Cossío.

La denuncia del involucramiento del Gobierno de Estados Unidos en el financiamiento, la orientación y la incitación a grupos de individuos en Cuba que desafían la autoridad de manera reiterada, reafirmaba la declaración del Minrex de que Zúñiga-Brown había acudido en varias oportunidades al barrio habanero de San Isidro, donde su Embajada conocía que se desarrollaba un evento de provocación política y social, y se prestó a transportar personalmente y apoyar a quienes estaban violando las normas sanitarias de protección contra la pandemia de COVID-19, una grave violación de sus funciones como diplomático y como jefe de misión, una intromisión flagrante y desafiante en los asuntos políticos internos de Cuba y violaciones incontestables de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.

En el NTV se mostraron imágenes de esa actividad del encargado de negocios en San Isidro, que fueron corroborados por mensajes en las redes sociales de los propios participantes en la farsa.

El esfuerzo insistente pero fracasado en tratar de sumar a esos propósitos a los sectores más representativos del arte, la cultura y la intelectualidad en el país, es un comportamiento que Cuba no acepta.

Enfatizó en que Cuba también tiene conocimiento de la poderosa maquinaria que desde Estados Unidos maneja, manipula y acosa en las redes sociales, con un soporte tecnológico y financiero inigualable, en aras de difundir información falsa, incitar al odio, dividir a la población, fomentar el resentimiento y llamar a la ilegalidad.

Aclaró que, como en el resto del mundo, se tiene en Cuba «cabal conocimiento de la trayectoria del Gobierno de Estados Unidos en el derrocamiento de gobiernos legítimos, en la ejecución o promoción de golpes de Estado, en el fomento de la inestabilidad social al costo de muertes y sufrimiento».

A preguntas del periodista sobre la actuación de los diplomáticos cubanos en Estados Unidos, dijo que allí y en cualquier lugar del mundo son sumamente escrupulosos en respetar la legislación de los países y no se inmiscuyen en los asuntos internos, un principio de la diplomacia cubana de la cual no nos apartamos, subrayó.

El video mostró cuando este encargado de negocios sube a su auto a individuos que han sido partícipes de esta farsa y ello constituye una violación de las convenciones sobre las relaciones diplomáticas.

Cuando ocurrían estos incidentes, agregó, un individuo que viajó expresamente desde Estados Unidos, violando normas sanitarias establecidas por Cuba se incorporó a este grupo, lo expuso potencialmente a la enfermedad.

Lejos de respetar las normas sanitarias acudió allí, no a ayudarlos, porque no eran objeto de ninguna amenaza, sino a solidarizarse, y brindarle orientación a esas personas que son producto de la actividad subversiva de Estados Unidos contra Cuba y a los que trató de «colegas».

El diplomático de EE. UU. considera que estas personas que están desafiando nuestra estabilidad, son colegas, subrayó Fernández de Cossío, quien, además, acotó que los encargados de negocios no actúan por iniciativa propia, sino que siguen la política de una feroz y despiadada guerra económica, dirigida contra nuestra economía, para provocar escasez, irritación y lograr inestabilidad política, algo en lo que han fracasado.

Detalló el Director general de Estados Unidos en la Cancillería cubana cómo fabrican estos eventos, primero en las redes sociales, toman un episodio pequeño y lo transforman como un gran incidente en las redes sociales mediante una maquinaria poderosa y sofisticada, procuran que lo destaquen en la gran prensa y presionan a los corresponsales en Cuba para que lo cubran. Además, acuden a otros gobiernos para que se interesen y declaren que hay en Cuba una ruptura a la cual hay que prestarle atención.

Otros videos en la página de Facebook de la Embajada estadounidense mostraban otras actividades injerencistas, tanto de la encargada de negocios precedente, Mara Tekach, y su encuentro con algunos de los protagonistas, como Otero Alcántara, para quienes utilizan el término de colega, pero en realidad hay una relación de dependencia, porque siempre ha habido en Cuba y en cualquier otro país, personas dispuestas a subordinarse a quien le pague para hacer algo en contra del gobierno y de la integridad del país.

Como parte de las actividades orientadas para subvertir a la sociedad cubana, se mostraron otros ejemplos en las redes sociales, como la publicación en Facebook de ofertas tentadores paras «jóvenes emprendedores» a quienes se les pagaría acciones terroristas y de violencia contra instituciones de la policía y tiendas MLC, así como convocatorias desde Estados Unidos que prometen recargas para teléfonos móviles por el lanzamiento de piedras.

Esto se puede detectar desde Cuba y por supuesto se puede detectar desde Estados Unidos y el Buró Federal de Investigaciones conoce de individuos que están ofreciendo paga para incitar actos de violencia en Cuba, dijo Fernández de Cossío.

Estamos ante un gobierno cómplice y tolerante de actividades terroristas orientadas desde territorio de Estados Unidos contra Cuba, subrayo, y esto es parte de las agresiones de EE. UU. contra Cuba.

La Convención de Viena es vigente en todo el mundo y para todos, pero los funcionarios de Estados Unidos actúan como si estuvieran por encima de la ley. Pero Cuba no va a tolerar esto, de nuestro lado está el Derecho Internacional, el derecho a la autodeterminación y el principio de igualdad soberana y es lo que Cuba está recordando al diplomático y a Estados Unidos, apunto.

El esfuerzo insistente pero fracasado en tratar de sumar a esos propósitos a los sectores más representativos del arte, la cultura y la intelectualidad en el país, es un comportamiento que Cuba no acepta y que se basa en la poderosa maquinaria que desde Estados Unidos maneja, manipula y acosa en las redes sociales, con un soporte tecnológico y financiero inigualable, en aras de difundir información falsa, incitar al odio, dividir a la población, fomentar el resentimiento y llamar a la ilegalidad.

Timothy Zúñiga-Brown, con más de tres décadas en el servicio exterior y un diploma de graduado del National War Collegue (Escuela Nacional de Guerra de Estados Unidos) —cuya misión educar a los futuros líderes de las Fuerzas Armadas, el Departamento de Estado y otras agencias civiles para las responsabilidades de alto nivel de política, mando y personal mediante la realización de un curso de estudio de alto nivel en la estrategia de seguridad nacional—, no es un neófito en el ámbito de las confrontacionales relaciones de Estados Unidos con Cuba, aunque asumió su actual cargo al frente de la Embajada de los Estados Unidos en La Habana el 31 de julio de 2020. Anteriormente se desempeñó como Coordinador de la Oficina de Asuntos Cubanos del Departamento de Estado.

Además, estuvo en La Habana desde 1997 hasta 1999 como oficial político de la entonces Sección de Intereses, precisamente cuando comenzaba a ponerse en vigor la llamada Ley de Solidaridad por la Libertad y la Democracia Cubana (la archiconocida Ley Helms-Burton firmada en 1996 por el entonces presidente William Clinton.

Al decir de funcionario del Departamento de Estado al momento de su designación, Zúñiga-Brown asumía el nuevo cargo para continuar «promoviendo los intereses y políticas de Estados Unidos y apoyando las aspiraciones legítimas del pueblo cubano de prosperidad, libertad y un gobierno democrático que respete sus derechos humanos», una verborrea habitual que emplea Washington para justificar y edulcorar su actividad ilegal de subvertir a otras naciones.

El encargado de negocios estadounidense ha seguido las instrucciones de su jefe, el secretario de Estado Mike Pompeo, quien  por estos días tuiteaba de manera injerencista e incitadora a la subversión del grupo del reality show: «Instamos al régimen cubano a que cese el acoso a los manifestantes del Movimiento San Isidro y libere al músico Denis Solís». «La libertad de expresión es un derecho humano. Estados Unidos apoya al pueblo de Cuba», cuya farsa fue desmontada en el fin de semana y que tuvo una contundente respuesta por la espontanea concentración de jóvenes revolucionarios en el popular Parque Trillo, de Centro Habana.

Como dijo el Presidente cubano, Miguel Díaz-Canel Bermúdez en su cuenta en Twitter: Quienes diseñaron la farsa de San Isidro se equivocaron de país, se equivocaron de historia y se equivocaron de cuerpos armados.

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