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No tan Originales, la verdad

La cadena estadounidense The CW entiende que la belleza y la eterna juventud, constituyen cotizaciones en los dramatizados que atraen a las nuevas generaciones 

Autor:

José Luis Estrada Betancourt

Entre 2014 y 2017, Joseph Morgan fue invariablemente nominado como Mejor actor de televisión de fantasía/ciencia ficción a los Teen Choice Awards, otorgados por el canal de televisión estadounidense FOX, y aunque nunca llegó a alcanzar estos premios que solo responden a los votos de espectadores de entre 13 y 17 años de edad, la vida le dio la razón a Julie Plec, quien supo que iba a ser un crimen de lesa audiencia «liquidar» a Niklaus «Klaus» Mikaelson en la serie The Vampire Diaries, cuando tenía tantas potencialidades como para hacer nacer un exitoso spin-off.

Que Plec no estaba equivocada se lo confirmó constatar cómo los televidentes se sentían eclipsados por este histrión que viera la luz en el Reino Unido en 1981, a quien le otorgaron el People’s Choice como Actor favorito en una serie nueva, apenas un año después de que se estrenara el proyecto, mientras que la cadena norteamericana The CW tuvo oportunidad de contar los 2,24 millones de personas que respaldaron el capítulo piloto, titulado The Originals, cuando se transmitió como el número 20 de la cuarta temporada de Diarios de vampiros, lo que indicaba que la ficción estaba lista para sumar a una legión de fans adolescentes y juveniles.

Justo han sido ellos los que han mantenido en la cima de la popularidad títulos como Arrow, Supergirl, The Flash, Riverdale, Sobrenatural, Embrujadas, Dinastía, Legacies, Legends of Tomorrow y Black Lightning, que el pasado enero anunciaron que seguían adelante con nuevas temporadas, lo cual respalda aquello que acerca de The CW afirmó su presidente de entretenimiento, Dawn Ostroff: que el objetivo de la cadena es la audiencia joven, esa que han estudiado a profundidad.

En el caso de Los Originales ya venía con un antecedente importante: Diarios de vampiros, la cual llegó a soportar ocho entregas con 171 capítulos (2009-2017) y se convirtió en su momento en su gran exitazo, en la mina de oro de The CW. Aunque con el tiempo observara un descenso en su audiencia, de todos modos demostró que la combinación de vampiros, hombres lobo y las dueñas de las artes oscuras, es «infalible».

Así que Julie Plec, toda especialista del tema vampiril, acompañada por un  guionista como Kevin Williamson, decidió comenzar la acción de Los Originales en Nueva Orleans, a donde fueron a parar la complicada familia de los Mikaelson para recuperar lo que alguna vez le perteneció: el reinado de esa ciudad que antes ayudaron a levantar y está en las manos de Marcel (Charles Michael Davis), destacado pupilo de Klaus —ahora dominada por los chupasangres, quienes han desterrado no solo a sus cuadrúpedos enemigos mortales, sino que también consiguieron someter a los humanos que la habitan y a las poderosas brujas. La situación se enreda todavía más cuando hace su entrada Hayley (Phoebe Tonkin), antigua novia de Klaus, con la noticia de que lleva en su vientre un hijo del temido híbrido original (mitad vampiro, mitad hombre lobo).

Tal vez la diferencia más notable con su antecesora (no es imprescindible haberla visto para poder seguir esta otra entrega, cuya quinta y última temporada ya transmite los sábados Multivisión alrededor de las 11:00 p.m.), por decirlo de algún modo, estriba en que su creadora decidió dejar a un lado los romances adolescentes, «de instituto», que guiaban a los protagonistas de la ficción inspirada en los textos de L. J. Smith para introducirse con más fuerza en la lucha por el poder entre contrincantes sobrenaturales (con las consiguientes conspiraciones y traiciones), asegurando siempre una dosis alta de acción, sangre, sexo, muerte, fantasía, suspenso...

Sin dudas, Los Originales fue realizada a la medida tanto del personaje de Nicklaus Mikaelson, quien al igual que los miembros de su clan no estaba tan «agotado» como evidentemente se pensaba, como de su intérprete, Joseph Morgan, que echó mano a todos sus encantos para vestir a este típico antihéroe: malvado, calculador, egocéntrico, narcisista, enfrentado una y otra vez a sus demonios internos. Asimismo destaca el neozelandés Daniel Gillies, como el fiel Elijah Mikaelson, siempre intentando mantener unida a una familia destrozada (aquí se explotan las tirantes relaciones entre los tres hermanos, incluyendo a Rebekah —rol asumido por Claire Holt— para mostrarnos cómo van evolucionando).

Con un ritmo notable, constantes giros de guion, cuidados efectos especiales y el empleo recurrente de flashbacks que nos acercan al pasado de los personajes principales y nos permiten ahondar en sus respetivas historias (lo cual a su vez nos posibilita apreciar un buen trabajo de caracterización, vestuario y ambientación), la trama cumple con su principal propósito: entretener.

Al igual que con su predecesora, Diario de vampiros, tanto la cadena que la acogió como los creadores de esta seguida ficción saben perfectamente cómo deben convencer a ese público que no quieren dejar escapar. Para ellos no tiene mucha importancia si al final el argumento de esta y de la que le dio vida es más de lo mismo.

Lo que no puede perder de vista The CW es que tratándose de las nuevas generaciones hay «valores» en los que sus dramatizados no deben dejar de insistir: en el culto al cuerpo y a la belleza, pero también a la eterna juventud, en la apología de la violencia como conducta plausible y efectiva, en que tener es poder, en la tiranía de la moda... Si da resultado con las audiencias, ¿qué tanta importancia tiene ser originales?

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Ian Somerhalder

El apoyo que recibió The Vampire Diaries fue tan grande que el año 2012 la IMDb (Internet Movie Database), una base de datos en línea que almacena información relacionada con películas, personal de equipo de producción, actores, series de televisión, programas de televisión, videojuegos y hasta personajes ficticios que aparecen en los medios de entretenimiento visual, ubicó a uno de sus protagonistas, Ian Somerhalder, como la estrella más emergente del año, mientras la serie entró en el top 10 junto a mitos como Juego de Tronos, Breaking Bad, The Big Bang Theory y The Walking Dead.

¿Y da para más?

Todavía sigue dando frutos The Vampire Diaries y The Originals. Julie Plec continúa encontrando personajes que, según ella, tienen más que decir. Ese es el caso de Alaric Saltzman (Matt Davis) a quien tomó de la primera, y de Hope Mikaelson (Danielle Rose Russell), la descendencia de Klaus Mikaelson y Hayley Marshall, que captó en la segunda. Son ellos los personajes centrales de Legacies, otro spin-off presentado en octubre de 2018 y que ya aseguró continuidad. La muchacha, descendiente de los linajes más poderosos de vampiros, hombres lobo y brujas, asiste a la Escuela Salvatore, que ofrece un refugio donde seres sobrenaturales lobo pueden aprender a controlar sus habilidades e impulsos.

Matt Davis y Danielle Rose Russell en Legacies.

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