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Foto: AP MANAGUA, enero 5.— Las condiciones para el acto de toma de posesión presidencial de Daniel Ortega, el próximo miércoles 10 de enero, parecen creadas luego de confirmarse la presencia de 14 jefes de Estado entre miles de invitados extranjeros y nacionales, y el alistamiento del programa, de los que dio cuenta PL.
Según lo previsto, la investidura será en la Plaza de los No Alineados, aledaña al edificio del poder legislativo. De allí, el mandatario se trasladará a la vecina Plaza de la Fe, una explanada frente al Lago de Managua, para participar en un acto popular al que se espera asistan más de 250 000 personas.
Ortega regresará después a la Plaza de los No Alineados para saludar a los jefes de Estado y demás personalidades extranjeras invitadas.
La policía y el ejército aseguraron tener a punto el dispositivo que protegerá a los asistentes, y que estará integrado por 5 000 agentes que cuidarán las principales calles de Managua. Se trata, dijeron las autoridades, de un reto inédito para el cuerpo policial porque nunca antes habían llegado tantas delegaciones de alto nivel para una toma de posesión.
Dos mil soldados, además de medios aéreos y navales, completarán el engranaje de vigilancia, señaló un alto jefe militar.
La lista de invitados oficiales distribuida por la Secretaría de Comunicación del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), incluye a representantes de Europa, Asia, África y América, reportó la agencia.
Entre las personalidades latinoamericanas destacan los presidentes Hugo Chávez (Venezuela) y Evo Morales (Bolivia), y el mandatario electo de Ecuador, Rafael Correa.
En Managua también estarán Álvaro Uribe (Colombia), y todos los mandatarios del istmo. Solo Said Musa (Belice) no ha confirmado. México estará representado por Felipe Calderón y República Dominicana por Leonel Fernández. Chile enviará al presidente de la Cámara de Diputados, Antonio Leal Labrín.
Estados Unidos no aparece en la relación, pero según trascendidos, enviará a un secretario de la administración de George W. Bush.
Aunque se ha destacado la trascendencia de la ceremonia por la inédita presencia de tantas personalidades, la verdadera connotación del acontecimiento es la vuelta del líder del Frente Sandinista al poder que perdió en las elecciones de febrero de 1990 frente a la UNO, coalición de partidos apoyados por Estados Unidos y liderada por Violeta Barrios de Chamorro.
Acosado por la guerra sucia que instrumentó la administración de Ronald Reagan, el sandinismo gobernó en Nicaragua una década durante la cual se empeñó en mejorar las condiciones de vida de la población, luego de protagonizar una intensa lucha guerrillera que defenestró a la dictadura de Anastasio Somoza, en julio de 1979.
