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Nagasaki recuerda destrucción provocada por Estados Unidos y exige desnuclearización (+ Fotos)

En la ceremonia, el alcalde de Nagasaki, Tomihisa Taue, demandó de las potencias nucleares que trabajen por conseguir un mundo libre de armas atómicas

Autor:

Prensa Latina

NAGASAKI, JAPÓN, agosto 9.—Con un minuto de silencio, el ulular de las sirenas y una exigencia de desnuclearización mundial, la ciudad de Nagasaki recordó este lunes el aniversario 65 del ataque atómico de Estados Unidos.

Miles personas, entre ellas sobrevivientes y familias y representaciones de 32 países, participaron de la ceremonia anual en el parque de la paz de Nagasaki, segunda ciudad mártir japonesa.

En su Mensaje de Paz, el alcalde Tomihisa Taue demandó de las potencias nucleares que trabajen por conseguir un mundo libre de armas atómicas. Similar llamando realizó el alcalde de Hiroshima tres días antes.

Taue afirmó que lo primero que el Gobierno japonés debe hacer, es promulgar los Tres Principios No Nucleares como ley, para restaurar la confianza de su pueblo.

También, de igual manera, el gobierno debe buscar la desnuclearización de Japón y la península coreana en un intento por crear una seguridad que no dependa del paraguas nuclear de Estados Unidos, de acuerdo con la agencia de noticias Kyodo.

En Nagasaki, aseguró, aún hay recuerdos y cicatrices por la bomba atómica y sobrevivientes que creen que es su misión relatar, para el futuro, sus tristes experiencias, aunque continúen padeciendo un dolor físico y psicológico.

En la fatídica mañana del 9 de agosto a las 11:02 (hora local) un bombardero B-29 lanzo su carga mortífera, bautizada jocosamente como «el gordo» (fat man), que estalló en el aire encima de la ciudad.

La bomba mató directamente a unas 73 mil 800 personas e hirió a cerca de 75 mil. En total unas 126 mil 630 fallecieron desde ese entonces por efectos de las radiaciones.

Tres días antes, el 6 de agosto, las fuerzas estadounidense habían arrojado sobre Hiroshima, a unos 300 kilómetros de Nagasaki, la bomba atómica «Little Boy» (muchachito).

Más de 65 mil edificios, viviendas y hospitales y 70 mil personas se volatilizaron instantáneamente, mientras que 110 mil mujeres, hombres y niños fallecieron poco después carbonizadas o mutiladas. Hiroshima quedaba borrada del mapa.

Hoy Nagasaki e Hiroshima figuran entre las ciudades más modernas y prósperas de Japón, aunque las cicatrices del genocidio aún no están cerradas.

Miles de sobrevivientes (Hibakusha) y sus descendientes mueren anualmente de los 350 mil que padecen enfermedades producidas por las radiaciones nucleares.

Para los cientos de miles de Hibakusha de Hiroshima y Nagasaki persiste aún el horror experimentado en carne propia o transmitido a sus descendientes sobre el día que Estados Unidos pretendió chantajear al mundo.

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