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Ejército egipcio obtuvo la facultad de detener a civiles luego del nuevo decreto del presidente, Mohamed Morsi. Autor: AFP Publicado: 21/09/2017 | 05:28 pm
El Cairo, diciembre 11.— Desconocidos armados asaltaron este martes las casas de campaña donde hace dos semanas velan opositores al presidente egipcio, Mohamed Morsi, en la secuencia de la tensión que vive este país, informó PL.
Reportes oficiosos afirman que 16 personas sin identificar sufrieron heridas en la batalla callejera, previa a la realización hoy de manifestaciones contra el referendo constitucional programado para el próximo sábado 15.
Unidades de las Fuerzas Centrales de Seguridad establecieron puntos de control en los accesos a la famosa plaza, escenario de protestas convocadas por el Frente de Salvación Nacional, una recién formada coalición de partidos laicos y de izquierda.
Los choques de esta madrugada en Tahrir son el resultado de las crecientes fricciones políticas causadas por las encontradas posturas de opositores y partidarios del presidente Morsi, enfrentadas por alegaciones de los primeros en el sentido de que el mandatario busca fortalecer la hegemonía de la Hermandad Musulmana (MH, islamistas).
Intentos de conciliación del primer magistrado, incluida la renuncia a las facultades excepcionales que asumió por una Declaración Constitucional el pasado 21 de noviembre, no han logrado atenuar la crisis, la cual cada vez más adquiere matices de lucha abierta.
La víspera, el jefe del Estado ordenó al Ejército mantener el orden público y preservar las instalaciones estatales hasta la celebración del referendo constitucional, con autoridad para someter a juicio a los causantes de actos vandálicos.
De su lado, La Suprema Comisión Electoral ordenó la aplicación del artículo de la Constitución vigente que penaliza con una multa de 500 libras egipcias (unos 73 dólares) a los votantes que se abstengan de ejercer el sufragio en el referendo.
Asimismo, el Club de Jueces del Consejo Administrativo del Estado anunció su disposición de supervisar la consulta, condicionada al cese de lo que calificaron de presiones de entidades islamistas, y la contratación de pólizas de seguro a cargo de las autoridades.
