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El cuarto secreto de la madre de Iván el Terrible

El sábado 1 de abril, se informó de un hallazgo arqueológico durante excavaciones en una calle del centro de Moscú, relacionado con la familia del célebre Zar

Autor:

Juana Carrasco Martín

Luces y sombras caracterizaron el reinado del primero y más famoso zar ruso, Iván IV, apodado El Terrible y hechos, realidades, mitos y leyendas acompañan su historia y la de su familia.

El sábado 1 de abril, se informó de un hallazgo arqueológico durante excavaciones en una calle del centro de Moscú, relacionado con la familia del célebre Zar. Fue encontrado un «cuarto espía» secreto, construido en los años 1530 por su madre, Elena Glinskaya, cuando era la regenta.

La poderosa mujer, que ejerció el mando en Rusia durante cinco años, vigilaba a los enemigos desde esa recamara y según dijo el arqueólogo Leonid Kondrashev a Russia Today, el cuarto estaba localizado en un muro de protección contra los ataques de tártaros y polacos, que inicialmente cubría 2,5 kilómetros y tenía 12 torres.

Según los expertos el cuarto de vigilancia —que poseía una acústica especial que permitía oír perfectamente lo que estaba sucediendo del otro lado de sus paredes—, fue utilizado por última vez en el siglo 17 contra los polacos que ocupaban una de las zonas más antiguas de Moscú, Kilay-gorod.

La Muralla de Kilay-gorod difiere de la Muralla del Kremlin como fortificación porque fue utilizada para defender contra el fuego de las armas, dijo Kondrashev a RT.

Unos 150 objetos de cerámica, fragmentos de cazuelas, cuchillos de hierro y algunas monedas de cobre, han sido encontrados en el lugar y su antigüedad se extiende desde el siglo 16 hasta el 19.

ALGO DE LA HISTORIA DE ELENA

Foto: Basilio III presenta a Elena en la corte.

Elena Vasilievna Glinskaya. hija del Príncipe lituano Vasili Lvóvich Glinski y de la Princesa Ana Jaksic de Serbia, fue la segunda esposa de Basilio III. a quien le aporto su gran fortuna y a quien le dio dos hijos Ivan y Yuri. Con poco más de tres años, Iván fue nombrado Gran Príncipe de Moscú a la muerte de su padre, pero como era menor de edad, Basilio —en su lecho de muerte—, entregó la regencia a la Gran Princesa de Moscú.

Elena ejerció el poder desde 1533 hasta 1538, cuando murió, probablemente envenenada por la familia Shúiski que usurpó el poder tras su muerte.

Teniendo bajo su mando a los boyardos en la etapa que se conoce como El reinado de Elena, se opuso a las pretensiones de los hermanos de Basilio, y en 1534 encarceló a Yuri de Dmitrov y en 1537 envió igualmente a prisión al segundo, Andrei de Staritsa, para asegurar el reino a su hijo Iván.

Entre sus enemigos internos también encontró al Patriarca de Moscú, líder de la iglesia rusa, opuesto a la comprometedora relación de la regente con el joven boyardo Iván Fiódorovich Ovchina-Telepniov-Obolenski.

Pero dejó para la historia algo más que estos conflictos por el poder. En 1535 puso en marcha una reforma monetaria con una moneda única dentro del reino y al año siguiente firmó la paz con Polonia.

EL TERRIBLE IVAN

Foto: Según wikipedia este es un oleo sobre tela de 1879 hecho a Ivan el Terrible.

Esas medidas adelantaban la intención de un gobierno central fuerte frente al poder de los boyardos, que más tarde pondría en vigor el primer Zar de Rusia, su hijo Iván. Príncipe de Moscovia, quien había nacido en Kolomenskoye el 25 de agosto de 1530 y moriría en Moscú el 18 de marzo de 1584.

Iván IV Vasílievich fue zar de Rusia desde1547 hasta su muerte y es considerado como uno de los creadores del Estado ruso.

Sus biógrafos apuntan que sus mayores aportes a la grandeza rusa fueron la conquista de Siberia llevada a cabo por Yermak, la creación de un nuevo código legal, el Sudébnik, la centralización del poder en la capital, la creación del Zemski Sobor (el primer parlamento ruso del tipo de los estados feudales), y la Opríchnina (guardia personal mezcla de monjes y guerreros que fueron un instrumento para la destrucción de los privilegios de la poderosa aristocracia hereditaria, los boyardos, y para la ampliación de un estado centralizado que se encuentra en condiciones de guerra).

A esto se le suman la conquista de los Kanatos tártaros de Kazán y Astracán y grandes reformas internas, como la del ejército y la revisión del código legal. También impulsó las artes y las letras e introdujo la imprenta en Rusia.

Se casó al menos siete veces, pero su matrimonio más importante fue el primero, con Anastasia Románovna Zajárina en 1547. Su reinado duró casi cuarenta años, el más largo de los zares rusos.

Se afirma que Iván, a la muerte de su madre, fue sometido a las humillaciones de las familias de los boyardos, Shuisky y Belsky, lo que ensombreció su carácter. Vivió casi como un mendigo recluido en el palacio del Kremlin y sufrió desvaríos mentales irreversibles. Esto generó en Iván un gran odio hacia los boyardos. A ello se atribuye las persecuciones, brutales represalias y matanzas que posteriormente organizó contra estos clanes.

El calificativo de Iván El Terrible lo ganó por ser un gobernante psicópata, fanático religioso y autoritario. A las vez ávido lector y destacado en la escritura, su propia lucha por el poder que le pertenecía, la inicio cuando tenía 13 años y mucho contribuyo a que se le respetara como Zar, el apoyo del obispo Macario de Moscú, quien arguyo que Iván procedía del linaje de los primeros césares romanos.

Después todo fueron luchas perennes, internas con los boyardos, que llevaron a masacres como la ejercida contra la ciudad de Ngorovd, así como con los reinos y estados vecinos.

Iván IV murió la mañana del 18 de marzo de 1584, cuando se disponía a jugar una partida de ajedrez y probablemente el envenenamiento con mercurio también adelanto esa muerte, de que otra manera pudo haber sido en época y reinado tan convulso. Sus restos fueron enterrados en la catedral de San Miguel Arcángel. Lo sucedió en el trono su hijo menor Teodoro I de Rusia, quien fue un títere en manos de los boyardos debido a su falta de carácter y a su escasa inteligencia.

DE VUELTA AL CUARTO ESPIA DE ELENA

Pero comenzamos esta sucinta historia en la recama espía y podemos traer a colación que esas guerras interminables entre vecinos por conquistar, unos y otros, mas territorios y más poder, han permanecido en el tiempo, con métodos más sofisticados y modernos y con armas más poderosas y letales.

La escucha de la Gran Princesa de Moscú se quedó pequeña al lado del famoso Watergate de Richard Nixon, cuando este presidente de Estados Unidos y algunos miembros de su equipo ordenaron la instalación de micrófonos para conocer los planes de sus rivales demócratas. Nixon rompió las reglas del juego y eso le costó «renunciar» a la Casa Blanca ante el proceso de impeachment.

Si el espionaje y la vigilancia política y económica es un instrumento extendido, también en esta era de las tecnologías de avanzada quien tiene el control de ellas ejerce ese poder contra los enemigos y, porque no, también contra amigos y aliados.

En el año 2013 se destapó uno de los escándalos más notorios, recientes y globalizados en el campo del espionaje> las escuchas telefónicas, la vigilancia de las comunicaciones por parte de Estados Unidos de al menos 35 líderes mundiales, según desvelo después el periódico británico The Guardian.

Entre estos espiados estaban Vladimir Putin, Ban Ki.moon, Silvio Berlusconi, los tres últimos presidentes de Francia, ¡Benjamin Netanyahu!, Enrique Pena Nieto y Dilma Rousseff.

La publicación alemana «Der Spiegel» fue la primera en revelar que para estos menesteres Estados Unidos contaba en 2010 con 80 equipos de espionaje de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) y la NSA (Agencia de Seguridad Nacional), en todo el mundo. Casi una veintena estaban en ciudades europeas. El diario español El País acotaba, «incluida Madrid».

Entre miles y millones de escuchados, que apareciera el nombre de Angela Merkel era todo un suceso, más cuando se conocía que su número de teléfono ya aparece como objetivo de la NSA estadounidense en documentos de 2002 durante la administración de George W. Bush, el hijo, tres años antes de que la dama se convirtiera en canciller de la locomotora de Europa. El semanario Der Spiegel no aclaraba si estaban interesados en los mensajes de texto del móvil de la estadista o solo accedían a datos de conexión sobre cuándo, con quién y desde dónde se comunicaba Merkel.

El relevo de Bush, Barack Obama, aprobó explícitamente la continuación del espionaje a la jefa de Estado alemana para «saber exactamente quien es esta mujer», porque no confiaba en la canciller, según publicó entonces el diario germano Bild am Sonntag que citaba como fuente a alguien de la Inteligencia estadounidense conocedora de estas operaciones.

Foto: El movil de la Merkel entre los pinchados.

El conocedor se conoció pronto. Los documentos que comenzó a publicar Der Spiegel y otros medios fueron filtrados por el exanalista de la CIA Edward Snowden, quien termino refugiado en Rusia, a la vera del cuarto de Elena Glinskaya en la Muralla de Kilay-gorod.

Foto: Edward Snowden

Por supuesto El fisgoneo de Estados Unidos en las comunicaciones europeas —en contubernio con el Reino Unido, como se supo a medida que avanzaba la revelación— tenía contraparte entre estos poderosos.

Foto: Tú no me espías yo no te espío parecen que se dijeron Obama y Merkel

En la cumbre del Consejo Europeo de aquel año, Merkel y el presidente galo Francois Hollande convinieron impulsar un «acuerdo de no espionaje» con Estados Unidos aplicable a sus respectivas agencias de Inteligencia. Un portavoz alemán aseguró que Merkel propondria extenderlo a los Veintiocho (que por cierto, vuelven a ser 27 con el Brexit, pero esa es otra historia) .

Así que, como decimos los cubanos, se le dio agua al dominó… y a jugar otra vez, que no hay nada nuevo bajo el sol.

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