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BERLÍN, noviembre 20.— Los intentos para formar una coalición gobernante a tres bandas en Alemania fracasaron este lunes sumiendo a la mayor potencia europea en una crisis política, ante lo cual el presidente dijo a los partidos que tienen la obligación, frente a los votantes y a los países vecinos, de intentar formar gobierno.
El principal obstáculo a un acuerdo fue la inmigración, según la canciller Angela Merkel, que tuvo que implicarse en las negociaciones tras perder mucho apoyo en las elecciones del 24 de septiembre ante la extrema derecha, tras su decisión de 2015 de permitir la entrada de un millón de inmigrantes.
Reuters informó que el fracaso de las conversaciones exploratorias entre su bloque conservador, la formación liberal Partido Democrático Libre (FDP) y los ecologistas de Los Verdes aumenta la posibilidad de nuevas elecciones y siembra la duda sobre el futuro de Merkel tras 12 años en el poder.
«Mi punto de vista es que unas nuevas elecciones serían el mejor camino», dijo Merkel al canal de televisión ARD y agregó que entre sus planes no está ser canciller en un gobierno de minoría ni dimitir.
Las negociaciones colapsaron después de que el FDP se retirara asegurando que no encontró suficientes coincidencias con el bloque de la Democracia Cristiana/Unión Social Cristiana (CDU/SPD) de la canciller y Los Verdes.
El presidente, Walter Steinmeier, dijo que Alemania se enfrenta a su peor crisis de gobierno en los años de historia de su democracia tras la Segunda Guerra Mundial. Tras reunirse con Merkel, advirtió a los partidos que no eludan sus deberes democráticos, palabras que parecían destinadas al FDP y el SPD, que descartó el lunes reditar su «gran coalición» con los conservadores.
«Dentro de nuestro país, pero también fuera, en particular en nuestro vecindario europeo, habría preocupación y una falta de entendimiento si los políticos del país más grande y económicamente más fuerte no estuvieran a la altura de sus responsabilidades», afirmó en un comunicado.
La intervención de Steinmeier sugiere que considera que unas nuevas elecciones —deseadas por la mitad de los votantes alemanes, según un sondeo— son el último recurso. Tras sus fuertes pérdidas en septiembre, el SPD se ha ceñido hasta el momento a su promesa de no volver a integrar una coalición amplia de centroizquierda y centroderecha con Merkel.
