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Un país llamado Kenya

Los secretos y tesoros de Kenia

Autor:

Juventud Rebelde

Desde el litoral hasta las alturas, Kenia ocupa una porción del África Oriental con grandes contrastes, donde a lo largo de sus 582 646 kilómetros cuadrados de superficie coexisten montañas, selvas, desiertos y lagos.

La mayor parte de la población habita en las zonas montañosas. La capital, Nairobi, está situada a 1 700 metros de altitud y pese a que la nación es atravesada por la línea del Ecuador, la temperatura suele ser fresca debido a las alturas, describe National Geografic.

Las regiones geográficas de Kenya son tan diversas como su vida salvaje y su gente. Dos tercios del territorio nacional (principalmente al norte y al este) son áridos y semidesérticos, poblados de acacias y arbustos Commiphora, mientras que en el sur y el sudoeste predomina la sabana arbustiva. Al este, una estrecha franja de tierra fértil limita con el océano Índico. El lago Victoria, el segundo lago de agua dulce más grande del mundo, se encuentra al oeste.

El Gran Valle del Rift atraviesa el país de norte a sur con una cadena de lagos y varios volcanes, en su mayoría inactivos. En el centro de Kenia se encuentran las sierras, dominadas por la cordillera Aberdare y el monte Kenya. Este último es el segundo más alto del continente —luego del Kilimanjaro— y de cuyo nombre adoptó la nación su etimología. Kenia, españolización de la palabra en swahili Kenya (que en realidad se pronuncia Keña) significa «montaña luminosa» en una de las lenguas locales.

No fue hasta 1963, en medio de las luchas independistas africanas, que este país alcanzó su soberanía de Reino Unido, por lo que el inglés, junto al swahili, son los idiomas oficiales. Ambos conviven con cerca de un centenar de lenguas más, pertenecientes a los diferentes grupos étnicos y subétnicos.

Su primer presidente fue Mzee Jomo Kenyatta, padre de Uhuru Kenyatta, actual mandatario, quien desarrolla ahora una visita oficial a Cuba, en la que inaugurará la embajada de su país en la Isla.

Se dice que en ningún lugar como en Kenia se está más cerca de las raíces humanas, pues estudios arqueológicos han encontrado allí fósiles de algunos de los antepasados más antiguos del ser humano, como el llamado Hombre de Cara Plana de Kenya, que vivió hace unos 3 500 000 años atrás.

Las relaciones diplomáticas entre el país africano y la Mayor de las Antillas se establecieron en 1995. Pese a no ser de las más antiguas, el intercambio ha estado presente y unos 60 kenianos se han graduado en Cuba y cinco estudian hoy día en la Escuela Latinoamericana de Medicina.

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