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El voto anticipado fue mayor este año: 36 millones. Rompieron récord Autor: AP Publicado: 06/11/2018 | 09:55 pm
Los anuncios meteorológicos para el día de las elecciones de medio tiempo en varios estados de la nación norteña no eran muy halagüeños: intensas lluvias, vientos tormentosos, incluso potenciales tornados. Así también se pronosticaban estos comicios por una fuerte división de la sociedad norteamericana.
Cuando iban cerrando los centros de votación, apuntaban a lo que los republicanos temían, sobre todo el presidente Donald Trump y a pesar de su desaforada gira electoral, las urnas iban dando buenos augurios para los demócratas con vistas a obtener la mayoría en la Cámara de Representantes —donde necesitaban ganar 23 asientos— y el partido azul también puso en su registro de poder varias gobernaciones de estados; por tanto, 2020 puede no ser grato para el impredecible mandatario, quien consideró la cita con las urnas de este 6 de noviembre como un referendo a su administración.
Ha obtenido su fruto la resistencia que comenzara el mismísimo día cuando el magnate inmobiliario tomó las riendas de la Casa Blanca —por decisión de la particular forma presidencial de escoger mandatario mediante el Colegio Electoral y no por el voto popular. Y si bien tiene a su favor una economía fortalecida y el más bajo por ciento de desempleo de los últimos años, más la exaltación de la violencia y la intolerancia hacia los otros (léase inmigrantes, latinos, negros, mujeres, personas LGTB y más), con lo que complace a las bases extremistas que le siguen fielmente, eso no fue suficiente.
Para algunos votantes, no interesaba quién aparecía en la boleta, todo giraba alrededor de Trump y era el que debía ser derrotado. Politico Magazine citaba a una votante anti-Trump que describía su decisión, con lo que la publicación consideraba «una serie de lemas convertidos en mantras para la izquierda progresiva: porque la ciencia es real, las vidas negras importan, ningún humano es ilegal, amor es amor, los derechos de las mujeres son derechos humanos, y la amabilidad lo es todo».
Por otra parte, esa segmentación en las urnas, reflejo casi exacto de lo que ocurre en la sociedad, obligó a la desconfianza y ambos partidos llamaron a sus seguidores a permanecer vigilantes ante los posibles fraudes, los trucos de campaña para reorientar la decisión de ciudadanos que creen los mensajes e información errónea sobre los centros de votación, entre otros ardides.
Las alarmas sonaron en más de un lugar, reportaba Politico. He aquí algunos pocos ejemplos:
—Los Secretarios de Estado en Rhode Island y Nueva Jersey advirtieron el lunes que circulaban mapas con información incorrecta sobre los centros de votación.
—En el condado de Seminole en Florida —también el fin de semana— demócratas descubrieron carteles falsos afirmando que ese partido estaba por el socialismo, por puertas abiertas en la frontera y la abolición de la Ley de Inmigración y Aduanas (ICE). Anuncio que pondría a temblar a más de un incrédulo y no precisamente por las tormentas eléctricas y las constantes lluvias pronosticadas, igual que un clima severo para Georgia y las Carolinas.
Se pronosticaban inundaciones repentinas en Nueva Inglaterra y Nueva York, con Illinois, Iowa, Kentucky, Michigan, Minnesota, Nueva Jersey, Pensilvania, Virginia y Washington que también esperaban una fuerte lluvia.
—Días antes de la elección, los demócratas en Dakota del Norte intentaron engañar a los cazadores que se inclinaban por los republicanos al publicar un anuncio en Facebook que si votaban en las elecciones de medio tiempo les harían perder sus otras licencias de caza de fuera del estado.
Las redes sociales mostraron una actividad incrementada, y muchos demócratas utilizaron el Twitter —que tanto aprecia el presidente Donald Trump—, para hacer campaña en su contra. Por ejemplo:
#YoVoté AZUL así mis hijos no tendrán que preguntarme por qué a @RealDonaldTrump no le gustan los morenos, por qué los niños todavía están en jaulas, por qué hay soldados en las fronteras, por qué se mata a los judíos en la sinagoga, por qué se mata a los niños en las escuelas. Yo voté por la humanidad. #VeYVota. — Lesley Abravanel (@lesleyabravanel) November 6, 2018
También lo hicieron los republicanos: : #YoVoté #YoVotéTemprano Trabajos no Turbas! Mira cómo los demócratas trataron al juez Brett Kavanaugh (…). Si desea impuestos más altos, más regulación, un gobierno más grande, no hay fronteras, entonces vote demócrata, si quiere el opuesto republicano.- Daniel Yoes (@djyoes) 6 de noviembre de 2018.
Sin conocerse todos los resultados de este martes 6 de noviembre al cierre de nuestra edición, sí podemos decir que existe una polarización extrema de la sociedad estadounidense, división a la cual ha contribuido muchísimo el mandatario. Y si bien ambos partidos hicieron llamados ingentes a que salieran a votar, los medios han anunciado que la cifra récord de 36 millones de votos adelantados (muchos más que los 27 millones de 2014) parecen haber beneficiado a los candidatos demócratas, como también lo que parece ser una mayor participación de votantes jóvenes…
De darse ese escenario de mayoría demócrata en la Cámara, ahora pudiera venir lo peor para el señor de la Casa Blanca, quien está abocado desde hace dos años a la posibilidad de un impeachment o juicio político. Sin embargo, al conservar el Grand Old Party la mayoría del Senado, esto puede balancear la situación e impedir las amenazas de un sinnúmero de juicios y demandas a las que están sometidos algunos de los más importantes hombres de su equipo, antesala para su propio proceso.
De todas formas, la política trumpista no ha hecho mucho uso de los poderes legislativos y el mandatario se ha dedicado a ordenar políticas por ucase, como el envío de militares en servicio activo a la frontera sur para detener la entrada de inmigrantes irregulares declarando una «emergencia» nacional; la retirada de Estados Unidos de importantes organismos internacionales o de acuerdos y convenios; las sanciones recrudecidas al máximo contra países como Irán, Cuba, Venezuela, Rusia y otros, sin importarle afectar a terceros que hasta son los socios más sólidos de Estados Unidos; la guerra comercial con China, el gigante asiático cuyos pasos ya se adelantan en mucho a la economía estadounidense y dejar atrás al imperio está al doblar de la esquina.
Con razón muchos ven en estas medidas de fuerza de Washington una verdadera debilidad de la nación, que todavía actúa como el mayor poder sobre la Tierra, cuando ya no lo es.
Pero todo este conjunto y muchas otras características casi imposibles de nombrar en un trabajo periodístico, pues requerirían de un profundo ensayo, hacen bien compleja la situación de EE. UU. y del mundo, dado su papel todavía hegemónico en el acontecer internacional. Y aunque el resto del mundo no tenga derecho al voto en esas elecciones, la realidad es que la actuación de esos políticos también determinan sobre sus vidas.
Juzgando a la democracia
Una encuesta del pasado octubre encontró que solamente el 51 por ciento de los estadounidenses dicen tener fe en su democracia, un índice menor que el 60 por ciento que le dio su confianza después de las elecciones presidenciales de 2016. Mientras tanto el 37 por ciento dice haber perdido su fe en la democracia, nueve por ciento asegura que nunca la ha tenido.
El alto abstencionismo ha sido una constante en los comicios estadounidenses y se espera no pocas contiendas bien cerradas. Además de que los diferentes husos horarios del país implican que el resultado de las votaciones no se conocerá al mismo tiempo en cada uno de los 50 estados. Probablemente a media noche pueda tenerse el de la Cámara de Representantes, esto si no ocurrieran percances que lo demoraran. El miércoles será el día de saber ¿qué ocurrió?
