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Pedro Pablo Pereira en su presentación como nuevo director técnico de la Selección Cubana de Fútbol. Autor: Tomada de Facebook Publicado: 04/11/2025 | 11:21 am
Lo que era un secreto a voces esta mañana se volvió realidad esta mañana. Pedro Pablo Pereira, el hombre que dirigió la ruta del equipo cubano de fútbol sub20 durante la histórica campaña en Chile, asumirá el cargo de seleccionador de la selección mayor del fútbol nacional en un nuevo ciclo, y también, en una nueva era de este deporte en Cuba.
Quien mejor que él para conducir este barco. Timonel de una generación que promete ser dorada, conoce a la perfección los efectivos que poco a poco deben ir sumándose a la nave mayor, ganando protagonismo en próximas convocatorias para eventos internacionales. Si bien varios de los miembros de este plantel aún se encuentran verdes para tomar partida en la selección mayor, el proceso natural indica que poco a poco irán sumando minutos y creciendo rodeados de jugadores con más experticia.
También en la mañana de este lunes fue dado a conocer el equipo que participará en la próxima FIFA Series, un nuevo evento organizado por la asociación dirigida por Gianni Infantino para que los equipos eliminados de la clasificación rumbo al mundial del próximo año tengan oportunidades de juego. Esta primera convocatoria de Pereira llama poderosamente la atención por la inclusión de numerosos miembros de la tropa sub-20 y ausencias de jugadores claves en los últimos años.
Figuran en el listado nombres propios del último mundial de la categoría como Yurdy Hodelín, Camilo Pinillo, Elvis Casanova, Diego Catasus, Michael Camejo, Marcos Campos, Jade Quiñones o Alessio Raballo, así como el debut de Eloy Nebreda, jugador procedente de la cantera de la Real Sociedad del fútbol español. Ellos ocuparán los puestos de figuras claves en convocatorias recientes como Raiko Arrozarena, Cavafe, Onel Hernández, Jorge Luis Paradela o William Pozo, ausentes por uno u otro motivo a esta cita contra Santa Lucía y Martinica.
En el papel deberán ser rivales discretos para un plantel cubano mucho más competitivo que aquel que viajó a San Vicente y las Granadinas el pasado mes de octubre. Las ausencias pueden ser de peso y renombre, pero los jugadores que se pondrán el traje de las cuatro letras hacen el equipo lo más suficientemente competitivo como para enfrentar este reto.
El escenario queda listo para comenzar una nueva etapa. Ya tenemos un nuevo timonel para conducir el barco de la mayor de las Antillas hacia el puerto de la esperanza del fútbol cubano. Comienza una nueva era, con el objetivo de cambiar la imagen tan decepcionante dejada hace unos meses en Santiago de Cuba. El talento está. Los deseos también. Solo queda que el trayecto sea trazado por el camino correcto.
