Una gigantesca grieta avanza en el continente africano y podría crear un océano. Autor: Tomada de Terra Publicado: 28/09/2025 | 10:55 am
NAIROBI, septiembre 28.- En 2005, un evento clave alteró la comprensión del proceso de placas tectónicas cuando una grieta de 60 kilómetros se abrió repentinamente en el suelo de Etiopía. Luego en 2018, otra grieta colosal apareció en el suroeste de Kenia, desgarrando la autopista Nairobi-Narok como si un cuchillo invisible hubiera rasgado la piel del continente.
Aunque algunos científicos creen que estas heridas son más bien el resultado de erosión en suelos blandos, su aparición reavivó una inquietante pregunta: ¿se está partiendo África en dos?
Lo cierto es que el continente africano yace sobre una zona tectónicamente activa conocida como el Gran Valle del Rift, una fractura geológica que serpentea desde el golfo de Adén hasta Zimbabue.
Allí, la placa africana comienza a dividirse en dos: la placa Nubia, que forma la mayor parte del continente, y la más pequeña placa Somalí, que lentamente se aleja hacia el este. A este ritmo glacial, de apenas unos centímetros por año, la Tierra podría estar sembrando los cimientos de un nuevo océano.
Esta gigantesca ruptura no es caprichosa ni nueva: responde a los principios fundamentales de la tectónica de placas. La litosfera —esa capa rígida que forma la corteza terrestre y parte del manto superior— no es un bloque continuo, sino un mosaico de placas que flotan sobre una capa más blanda y caliente llamada astenosfera.
Cuando estas placas se separan, como está ocurriendo bajo África oriental, pueden abrir heridas profundas en la corteza que, con el tiempo, permiten que el magma ascienda, se solidifique y, finalmente, dé origen a un océano.
Lo más fascinante del Rift africano es que permite a los geólogos observar, como en un libro abierto, las distintas fases del desmembramiento continental. Mientras que en el sur los procesos son incipientes y el terreno apenas muestra signos de ruptura, en la región del Afar —al norte de Etiopía— la litosfera ha adelgazado tanto que el magma ya fluye libremente en la superficie, pavimentando el suelo con rocas volcánicas. Allí, la ruptura está casi completa.
Las consecuencias a largo plazo son tan asombrosas como difíciles de imaginar. Si el Rift sigue su curso, y todo indica que así será, dentro de decenas de millones de años el océano se infiltrará por la fractura, empujado por el magma que brota desde las profundidades.
Lo cierto es que África, el segundo continente más grande del mundo, se enfrenta a un fenómeno geológico sin precedentes que cambiará para siempre su configuración. En una región, una enorme grieta se está expandiendo lentamente, creando la posibilidad de que en un futuro África se divida en dos. Este evento, conocido como el Rift de África Oriental, estuvo ocurriendo a lo largo de millones de años, pero ahora se volvió más visible que nunca, dejando claro que la transformación del continente es inevitable.
El Rift de África Oriental es una grieta geológica masiva que atraviesa el continente, extendiéndose por más de 6000 kilómetros desde la región de Afar (al norte), hasta Zimbabue (al sur). En el proceso de rifting, las placas tectónicas de la región se separan, estirando y fracturando la corteza terrestre, según reseña la revista National Geographic.
Este fenómeno es responsable de la creación de montañas, valles y volcanes, y se convirtió en una de las zonas más activas geológicamente del planeta. Sin embargo, lo que antes parecía un proceso demasiado lento y lejano, cobró una nueva relevancia gracias a los avances en la ciencia y la observación satelital, que permiten estudiar el fenómeno en tiempo real.
Aunque la separación del continente africano es un proceso sumamente lento, los científicos creen que, con el tiempo, esta grieta podría crear un nuevo océano. Según algunos estudios, el rifting podría dar lugar a la formación de un mar que separaría la placa somalí del resto del continente, creando una nueva masa continental.