Acuse de recibo
Desde Camino Tanque de la Miel, en la comunidad rural San Rafael, en el municipio de Holguín, Luis Enrique Caballero denuncia la agonía que sufren hace varios meses con la acometida que brinda el servicio eléctrico a su casa, desde que a un vecino se le partió el cable que va desde el poste hacia su vivienda.
Entonces, añade, se personó el carro de guardia, y aparentemente quedó reparada la avería. Sin embargo, el problema no acabó ahí, sino que comenzó. A partir de ese momento, todos los meses sobrellevan el calvario de reportar problemas con la acometida que brinda servicio a su casa y a las vecinas.
En cuanto a Luis Enrique, cuando arreglaron el cable del vecino partieron el de su vivienda y causaron fluctuaciones de voltaje, interrupciones del servicio eléctrico, parpadeo constante de las luces y otros problemas.
Y para colmo, la Empresa Eléctrica demora enormemente en ir a reparar la avería. La primera vez hubo que ir al Gobierno y el Partido en la provincia a emitir la queja, porque llevaban cinco días sin servicio, con un niño asmático al que no le podían administrar oxígeno y medicamentos, por no poder usar el nebulizador.
Por la misma causa, el pasado 28 de abril se unió el neutro con la fase, lo que provocó tal subida de voltaje que afectó varios equipos, entre ellos dos computadoras, dos televisores y todas las luminarias. El servicio fue restablecido y emitieron la queja ante el Departamento de Daños a la Propiedad de la empresa. Y el asombro fue cuando uno de los técnicos señaló que no era culpa de ellos, pues la subida de tensión no afectaba a los equipos.
«Esta es la fecha, expresa, en que no ha venido alguien a visitar el estado de los equipos, los que, por supuesto, no hemos podido arreglar en espera de la visita… Y para colmo desde hace dos días la vecina está sin electricidad en su vivienda por la bendita acometida y nosotros comenzamos de nuevo a ver cómo los cables echan candela por el pésimo empalme realizado».
Pero el colmo es que al llamar les dijeron que el carro de guardia había ido y que no había nadie en la vivienda, cuando en esta viven dos ancianos que no pueden salir, y la esposa de Luis Enrique estuvo la noche entera y la madrugada atendiendo al niño con asma.
«Para no hacer más larga la historia, afirma, tuvimos que hacer un reporte nuevo con el número 14845; y a esperar y rezar que no se afecte otro equipo y no perder la cordura», concluye.
Desde San José 60, entre Mango y Princesa, municipio capitalino de Diez de Octubre, Yaismary Jaular Ávalo denuncia que tras mudarse hacia la Zona
Especial de Desarrollo Mariel la fábrica de cigarros Brascuba fue trasladada hacia allí, en Reyes, entre Calzada de Luyanó y Mangos; es la entidad productora que lleva el nombre de Rolando Pérez Quintosa.
Refiere Yaismary que, desde la llegada de la sustituta al barrio, el alto ruido de las máquinas, el escándalo de sus trabajadores con gritos y algarabías a cualquier hora, y la gran contaminación del polvo de la picadura han hecho de la vida allí una verdadera odisea. A los reclamos de los vecinos ha habido solo oídos sordos por parte de la administración de la productora de cigarros Rolando Pérez Quintosa.
«La calle San José, entre Princesa y Mango, manifiesta, permanece infectada del ruido y el polvo constante de la picadura, o el polvo de la nicotina. Hay que vivirlo para contarlo… Y las casas se llenan de la indeseada nicotina: muebles, pisos, tragantes de agua…Por doquier se esparce».
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