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Medalla para todo el patriotismo puertorriqueño

Rafael Cancel Miranda recibe la Orden José Martí. Foto: Roberto Suárez Recibe el luchador puertorriqueño Rafael Cancel Miranda, la orden José Martí de manos de Ricardo Alarcón de Quesada, presidente del Parlamento cubano

Autor:

Marina Menéndez Quintero

Solo en otra ocasión se quedó Rafael Cancel Miranda —¡un hombre tan locuaz!—, sin palabras.

«...Otra vez que se me fue la voz: cuando murió Pedro Pietri», confiesa en medio de los abrazos, las palmadas en la espalda y las declaraciones que le reclama la prensa; demasiado abrumadoras para pedirle al patriota que hable ahora sobre el poeta cuya muerte tanto le impactara.

Apenas unos momentos antes, Ricardo Alarcón, el presidente del Parlamento cubano, había prendido en su guayabera la Orden José Martí. Pero esta vez las frases no fluyeron fáciles hasta los labios de Cancel, cuyo fervor siempre va directo de su corazón al auditorio, y que «en Puerto Rico —decía como sorprendido de su propia reacción— siempre improviso mis discursos».

Aceptó, como Alarcón —sabedor seguro de lo que sentiría— le había pedido al anunciar la imposición de la Orden, «en nombre del patriotismo puertorriqueño».

Junto con los luchadores de antaño había líderes de hoy: Doris Pizarro, quien fuera representante de la Misión de Puerto Rico en Cuba —ahora en su aniversario 40, y única que tiene la nación boricua en el mundo—; Edwin González, su representante actual; Héctor Pesquera y Néstor Nazario, dirigentes del Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, y decenas de patriotas llegados directamente desde su isla.

Al anunciar la decisión de conferirle la más alta distinción que otorga el Consejo de Estado, el Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular había destacado su trayectoria «consecuente, firme, indoblegable» en la lucha por la independencia de Puerto Rico, aun desde la cárcel. Al condecorarlo, dijo, también cumplía un deber, porque además «has sido un infatigable defensor de Cuba».

En similares términos se pronuncia el Acuerdo 4048, leído por José M. Miyar Barrueco, secretario del Consejo de Estado, donde se reconoce en Cancel «su honestidad, su modestia».

Haciendo gala de esos atributos, auténtico como siempre, el luchador no se detuvo en la búsqueda de las palabras que la emoción no dejaba encontrar; convidó a conversar después, y llamó a relevantes figuras de la lucha independentista puertorriqueña. Llegaron junto a él Paquita Pesquera, Doña Pupa, Ezequiel, y alguien de la nueva generación: el nieto del líder socialista puertorriqueño, Juan Mari Bras. «Quiero compartir», alcanzó a decir. Seguro se sintió mejor.

Había querido dar las gracias de muchas maneras... Pero esa fue la que mejor lo retrató.

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