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Invertidos más de mil millones de dólares en el transporte cubano

Autor:

Juventud Rebelde

Ese sector comienza a levantarse del colapso a que lo llevaron la combinación de la caída del campo socialista y el recrudecido bloqueo yanqui. Pero todas las inversiones tienen que pagarse, y el dinero para ello saldrá del ahorro, que permitirá financiar las nuevas inversiones, algo que solo se alcanzará con disciplina y mucho esfuerzo, se informó en la Mesa Redonda Informativa

Más de mil millones de dólares se han invertido en los últimos tres años en el país para revertir la situación deplorable del transporte, afectado por una aguda crisis histórica, que fuera analizada ayer en la Mesa Redonda Informativa.

La medida del gobierno cubano busca reanimar un sector depauperado al extremo por los años del período especial, el derrumbe del campo socialista, de donde provenían la mayoría de los equipos, y que acumula en casi 50 años unos 12 000 millones de dólares de afectaciones como consecuencia del bloqueo.

Dirigentes del Ministerio de Transporte, incluido su ministro y miembro del Buró Político del Comité Central del Partido Comunista, Jorge Luis Sierra, comparecieron en el espacio televisivo para explicar la estrategia de revitalización, que aún con fuertes inversiones solo garantizará de forma paulatina recuperar los niveles de transportación de carga y pasajeros que registró Cuba en la década de 1980.

Al respecto, el viceministro primero del MITRANS, Joel Bertrán Archel Santos, explicó que al impacto del bloqueo y el derrumbe socialista, se sumaron otros factores de orden interno, como las deficiencias organizativas, los problemas en la actividad contable y financiera, la migración de fuerza de trabajo hacia otros sectores, el envejecimiento de la técnica, la mala preparación del personal y las indisciplinas e ilegalidades.

Toda la descapitalización sufrida no se puede revertir en pocos años. Va a llevar mucho tiempo, aseguró Jorge Luis Sierra, quien explicó que a pesar de que en un plazo de cinco años hay más de 2 000 millones de dólares contratados en inversiones, el principal factor para superar la aguda crisis es el esfuerzo de los transportistas y el pueblo.

Duro Golpe

De que el período especial impactó el transporte no hay duda alguna. Pero solo al conocerse las cifras explicadas ayer en la Mesa Redonda es que puede tenerse una idea cabal de cuán profundo fue el golpe.

En el caso de las transportaciones de carga, por ejemplo, de 32 millones de toneladas antes de 1990, estas descendieron cuatro veces, mientras que en el ferrocarril de 13 millones se llegaron a transportar 2,5 millones.

Lo peor fue en el transporte de pasajeros, el elemento más visible de la depresión para el pueblo, pues de 2 700 millones se redujo hasta unos 500 millones de pasajeros, cinco veces menos, con el caso más crítico en Ciudad de La Habana, que de unos cuatro millones de capitalinos que se transportaban diariamente apenas se llegaron a mover 487 000.

Pudiera escribirse una gran enciclopedia de los efectos que tuvo esta aguda crisis en la transportación, que van desde la búsqueda de soluciones alternativas, la invención de inverosímiles medios de transporte, la renuncia a puestos de trabajo o el cambio hacia otros para acercarse a las residencias.

La situación obligó a adoptar medidas especiales, como el surgimiento de los «camellos», de medios alternativos como los coches de tracción animal y bicitaxis, o los puntos de transportación de pasajeros aprovechando las capacidades vacías de medios estatales, que todavía hoy transportan a medio millón de personas diariamente.

Igual se pusieron en función de la población más de 1 500 ómnibus de los organismos, y se adquirieron otros de segunda mano, en un intento de paliar la situación, y evitar el colapso total. Es por ello que, aún con múltiples necesidades por resolver, revitalizar el transporte se convirtió en una tarea prioritaria para el país.

La era Yutong

Ricardo Damián Fernández Reyes, viceministro de Transporte que atiende el área de recursos humanos, explicó que hoy se materializan inversiones en el transporte urbano, que cuenta ya con 343 ómnibus Yutong nuevos, de ellos 285 en Ciudad de La Habana y 40 en Santiago de Cuba, así como un número menor repartido entre otros territorios.

Este programa prevé la compra de 1 500 ómnibus en tres años, en un proceso de recuperación paulatina, que abarcará también el servicio intermunicipal, el cual se verá reforzado con 1 500 guaguas; mientras que se continuará aumentando el servicio interprovincial, que con unos mil ómnibus Yutong han mejorado el traslado a nivel nacional, así como contribuido al desarrollo de las obras de la Batalla de Ideas, las transportaciones masivas y otras actividades priorizadas, lo cual los ha convertido en el símbolo de la recuperación.

Pero incluso allí los problemas no se han resuelto del todo, pues surge la mala semilla sembrada durante años, como se evidencia en las dificultades con la preparación del personal que opera estos medios, la falta de información y buen trato, el mal uso de los equipos de audio y video, la venta ilícita de pasajes, las paradas no autorizadas o aspectos tan simples como el uso de los baños, cuestiones todavía pendientes de solucionar.

Todo eso ensombrece la transportación de pasajeros, cuya recuperación estará acompañada por la inversión de unos 400 millones de dólares, con el fin de adquirir en el futuro unos 6 000 ómnibus para ayudar en el traslado de la población.

En el interior del país, también se prevé comprar unos 200 camiones para el servicio de carga y de transporte en las montañas. Y en el caso de los taxis, se decidió la creación del Grupo Nacional de Taxis, lo cual permitirá estandarizar las marcas y reorganizar las piqueras, pues el 66 por ciento de estos medios presta actualmente servicios a sectores de la economía, y no directamente a la población.

En el próximo año se incorporarán unos mil taxis más directamente a la población. Además, ya se pone en práctica de forma experimental en Ciudad de La Habana una nueva modalidad, los Taxis Ruteros, que para el año que viene sumarán más de 200, lo cual permitirá extenderlos a otras zonas de la capital y diversas ciudades del país.

Cada uno de estos microbús posee 18 plazas para pasajeros sentados. Su servicio comienza a las seis de la mañana y en ellos el pasajero puede decidir su parada. El precio para todos los tramos será de cinco pesos en moneda nacional.

La adquisición de 19 talleres móviles y cinco grúas, operados por personal entrenado para ello, forma parte de las medidas para garantizar la reparación continua de muchos de estos medios.

Montarse nuevamente sobre rieles

Cuba, el octavo país del mundo en tener su propio ferrocarril, incluso antes que su metrópoli de entonces, España, vio derrumbarse en la década de 1990 este sistema transportista, pues más del 50 por ciento provenía del campo socialista.

Ni siquiera la búsqueda de alternativas como convertir casillas de carga en vagones de pasajeros, utilizar ferrobuses y otros medios, pudo frenar la caída en picada de los trenes, incluso los nacionales, de los cuales todavía el Habana-Holguín sigue sin funcionar, cubriéndose con ómnibus, lo cual cuesta 70 toneladas más de combustible cada mes.

Unos 3,2 millones de dólares se han destinado para recuperar los coches. También se han adquirido 200 nuevos coches para los trenes nacionales y 19 locomotoras, que empezarán a entrar a partir del segundo semestre del 2008 y hasta el 2010, a un costo de 150 millones de dólares.

Según Rolando Navarro Hernández, viceministro de Transporte, esto influyó negativamente en la cadena puerto-transporte-economía interna, lo cual sumado al colapsado transporte de carga y la descapitalización de la infraestructura portuaria y los almacenes, produjo un freno en el desarrollo de los planes de la Revolución, junto a grandes pérdidas económicas, pues todavía en el 2004 se pagaban hasta 28 millones de dólares por demora de buques y unos 38 millones por problemas en la extracción de contenedores.

Ante las dificultades que abarcaban también los almacenes, la pérdida de mercancías, robos, sustracciones, falta de organización y de preparación de los hombres, en el 2005 se realizó la operación Emergente, integrando a todos los ministerios, dirigidos por las Fuerzas Armadas Revolucionarias, para reorganizar el transporte de carga.

Fueron necesarias inversiones en el 2006 valoradas en unos 230 millones de dólares, realizadas incluso antes que en la transportación de pasajeros, pues de no hacerse así se paralizaba la economía del país. En el 2007 se recibieron 150 planchas portacontendeores, 100 locomotoras nuevas, 100 ferrosilos, 100 casillas para la carga general, 1 900 camiones y 200 cisternas de combustible. Igualmente se planificó y ejecuta la adquisición de más de 100 locomotoras, 3 000 vagones de carga, patanas, buques de cabotaje, cuñas y camiones.

Gracias a todo lo anterior, ya se registra un aumento de un 58 por ciento en el volumen de carga en los medios del MITRANS, subieron los ritmos de descarga y transportación de mercancías de 6 000 hasta 15 000 toneladas diarias, y ya se extraen 360 contenedores diarios, de unos 190 en el 2004.

En ese sentido se crearon tres empresas especializadas de transportación, una para alimentos a granel, otra de contenedores, y se fortaleció la de carga general, como parte de este paquete de medidas que ha permitido que hoy los medios de carga del MITRANS consuman el 53 por ciento menos de combustible que otros transportistas de diversos sectores de la economía.

Sin embargo, subsisten retos viejos y han surgido otros nuevos, como es el caso de la distribución del combustible de los Grupos electrógenos, por lo cual se necesita incrementar el parque ferroviario, así como el necesario para la transportación de cemento, que ha crecido entre el 2004 y 2007 en casi un 200 por ciento, a tenor con el programa de construcción de viviendas que pretende impulsar el país.

La ruta marina

El mar también ha comenzado poco a poco a recuperar los barcos, como sucedió con el enlace Batabanó-Nueva Gerona, donde desaparecieron los cometas, pues era imposible mantenerlos, aunque ya hoy existen dos catamaranes nuevos, otro de segunda mano y se reparó un cuarto, en un programa que abarcó un costo total de más de nueve millones de dólares.

La transportación por lanchas, como sucede con las emblemáticas a través de la Bahía de La Habana que enlaza a la ciudad con las localidades de Regla y Casablanca, también tendrá seis nuevos medios, que deben mejorar la situación en el primer semestre del 2008.

Habrá que empeñarse, eso sí, en evitar zonas oscuras como los robos y faltantes, el traslado de los alimentos que se pueden echar a perder, priorizar los programas de modernización de la flota mercante, mejorar los cabotajes para evitar que los barcos extranjeros hagan más de dos puertos y en la modernización y dragado de los puertos, que hoy solo admiten barcos con 20 000 toneladas, pues los muelles no dan para más.

A su vez, Ciudad de La Habana reorganizará totalmente su transporte urbano, que tendrá como pilares básicos la introducción de nuevos ómnibus Yutong, la reparación de las vías por donde estos circulan, y un esquema de circulación con rutas principales, otras conectoras, e incluso algunas que enlazarán periferias con periferias.

Valia Frómeta Díaz, viceministra de Infraestructura del MITRANS, explicó que igualmente trabajan por recuperar terminales, talleres, fábricas y otras infraestructuras relacionadas con el sector, así como en la preparación del nuevo personal, para asumir técnicas cada vez más modernas.

Igualmente se trabaja por mejorar la atención al hombre, los equipos, ropa, calzado, alimentación, locales de trabajo y el salario, que para un chofer puede incrementarse hasta 2,5 veces.

Más de 80 millones de dólares para la compra de equipos de asfaltado y unos 170 millones de dólares para las vías férreas, también están dentro de las inversiones.

Todo ello, junto al enfrentamiento a hechos vandálicos, como el apedreamiento de ómnibus, pues uno solo paralizado significa dejar de transportar más de 3 600 pasajeros diariamente, y mejorar la disciplina de los trabajadores y el pueblo, debe propiciar que para el 2012 se alcance el 85 por ciento de lo que se transportaba antes del período especial.

Todas las inversiones, no obstante, tienen que pagarse, puntualizó Jorge Luis Sierra, titular del Transporte, y el dinero para ello saldrá del ahorro que permitirá financiar las inversiones en nuevos ómnibus y otros medios, ahorro que solo se alcanzará con disciplina y mucho esfuerzo.

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