Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La Luz del Maestro

La llama martiana arribó a Ciego de Ávila este sábado, y fue entregada por una representación de la juventud camagüeyana a los jóvenes de esta provincia

Autor:

Luis Raúl Vázquez Muñoz

CIEGO DE ÁVILA.— En un acto de justicia de los herederos, esa luz —tomada del fuego eterno que ilumina la tumba de Martí en Santiago de Cuba— brillará en los campos donde se materializó una de las ideas del Héroe Nacional de Cuba.

Porque la llama martiana dormirá hoy en Lázaro López, el lugar donde se conformó definitivamente el Ejército Invasor en noviembre de 1895, con el propósito de llevar la guerra de Independencia al Occidente de Cuba, precisamente la guerra necesaria y justa de Martí.

El fuego arribó a Ciego de Ávila ayer sábado, y fue entregado por una representación de la juventud camagüeyana a los jóvenes de esta provincia en el poblado de Piedrecitas, en Céspedes, Camagüey. De ahí la marcha fue a pie a lo largo de más de 30 kilómetros por la Carretera Central hasta el poblado de Gaspar, en el municipio avileño de Baraguá.

Ayer como hoy, el tiempo era una mezcla de invierno con verano. Un sol intenso, cuyo resplandor se mezclaba con la fuerza del viento. Un aire frío y seco, que en ocasiones quemaba las mejillas de los jóvenes que portaban los faroles con la llama de Martí.

Tomaron la llama en Piedrecitas, y la trajeron a Ciego de Ávila para que hoy, ella avance hasta el obelisco que indica el lugar por donde Antonio Maceo cruzó la Trocha de Júcaro a Morón para reunirse con Máximo Gómez en los potreros de Lázaro López.

En el recorrido por Ciego de Ávila no podía faltar el homenaje al Maestro en el parque que lleva su nombre en la capital provincial. El mismo lugar donde la juventud de este territorio invocó el nombre de Martí en las luchas por la dignidad nacional.

Desde ahí partirá hacia Lázaro López. Y desde esa comarca marchará hasta La Reforma, en los límites actuales de la provincia de Sancti Spíritus, lugar donde antes la manigua protegió el nacimiento de Francisco Gómez Toro (Panchito), el hijo de Máximo Gómez que acompañó a Martí en los recorridos finales entre los emigrados, como una señal de respaldo del internacionalista dominicano al proyecto martiano de insurrección.

Será un encuentro simbólico sobre el recuerdo de dos personas, cuya amistad creció en los avatares por liberar a la patria y que encontraron la inmortalidad en la misma guerra.

«Llama la atención el respeto que hemos encontrado en el camino», dijo Amaury Hechavarría Nistal, vicepresidente de la Sociedad Cultural José Martí, y quien ha marchado junto con la llama desde Santiago de Cuba. En todos los lugares las personas salían a ver la marcha. Martí simboliza lo más hermoso de Cuba».

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