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Un yate de leyenda

Luego del desembarco al oriente de la Isla, el Granma fue ocupado por las unidades navales de la dictadura y conducido a la Bahía de La Habana, sitio donde permaneció hasta el final de la Guerra de Liberación

Autor:

Juventud Rebelde

El Yate Granma fue construido en 1943, y está hecho de madera  y motor de aceite con una sola cubierta, sin mástil, proa inclinada y popa recta. La embarcación de recreo, matriculada en el puerto de Tuxpan con su eslora de 13,25 metros, una manga de 4,76 metros, un puntal de 2,40 metros, tonelaje bruto de 54,88, tonelaje neto de 39,23, dos motores marca Gray GM y una potencia 225 c/c, cumplió su misión histórica de llevar hasta Cuba a los jóvenes del Movimiento 26 de Julio.

Luego del desembarco al oriente de la Isla, el Granma fue ocupado por las unidades navales de la dictadura y conducido a la Bahía de La Habana, sitio donde permaneció hasta el final de la Guerra de Liberación.

El 6 de febrero de 1959, la Asociación del Comercio y la Industria de la Bahía de La Habana propuso que el yate fuese restaurado y conservado en un museo.

El día 24, durante una revista naval y aérea en homenaje al reinicio de nuestras guerras de independencia, el Comandante en Jefe Fidel Castro entró al puerto capitalino a bordo del Granma.

En la actualidad se exhibe en el Memorial Granma, ubicado frente a la puerta sur del Museo de la Revolución.

Detalles a bordo

Antonio del Conde «el Cuate», en su condición de ciudadano mexicano, fue quien adquirió el Yate Granma por orientación de Fidel.

•La lista de los 82 expedicionarios incluía cuatro extranjeros: Ernesto Guevara (argentino), Ramón Mejías (dominicano), Guillén Zelaya (mexicano), y Gino Donne (italiano).

•La tripulación del yate estaba integrada por Onelio Pino, capitán; Roberto Roque, segundo capitán y piloto; el dominicano Ramón Mejías del Castillo, «Pichirilo», como primer oficial; Arturo Chaumont y Norberto Collado, timoneles; Jesús «Chuchú» Reyes, maquinista, y Rolando Moya, radiotelegrafista de la expedición.

•Cuenta Fidel que lo primero que hicieron cuando estuvieron mar afuera fue cantar el Himno Nacional con una alegría muy grande, pues en ese momento avanzaban rumbo a Cuba.

•Durante la travesía, el Comandante graduó las 52 mirillas telescópicas de los fusiles, teniendo en cuenta las marcas de fabricación de las armas: belgas, suecas, norteamericanas, pues si la graduación era correcta, podrían ser certeros y ahorrar por esa vía cientos de disparos.

•En 1956 Fidel Castro dijo que seríamos libres o mártires; y poco antes de abandonar la tierra azteca aseguraba: «Si salimos, llegamos; si llegamos, entramos; si entramos, triunfamos».

•Luego del desembarco, el 5 de diciembre, los expedicionarios fueron sorprendidos en Alegría de Pío, donde habían acampado. Solo una veintena de hombres logró formar un grupo guerrillero en las montañas de Oriente, que sería el núcleo del futuro Ejército Rebelde, el cual daría a Cuba la libertad soñada en 1959.

Bibliografía consultada:

Norman Acosta, Heberto, 2006. La palabra empeñada. La Habana. Editorial Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado.

Almeida Bosque, Juan, 1997. ¡Atención! ¡Recuento!. Ediciones Verde Olivo.

Blanco Castiñeira, Katiusca, 2012. Fidel Castro Ruz, Guerrillero del Tiempo. Conversaciones con el líder histórico de la Revolución Cubana. Casa Editora Abril.

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