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Los planos de Titina

Somos muy ricos los cubanos en cuanto a texturas, personas, paisajes y modos de ver el mundo, comparte una joven fotógrafa que ha hecho posible los álbumes de publicidad de muchos profesionales de la cultura y regaló al pueblo las imágenes de Bailando en Cuba

Autor:

Susana Gómes Bugallo

«Titina» puede ser un mote, una proteína o la protagonista de una antigua canción. Aunque tal vez sea el nombre de una gata que Joanne Soto Fernández tuvo y cuyas seis letras se convirtieron en la primera firma que la joven daría a sus fotografías. Ahora es un camino, dice ella, que ha convertido a Titina Style en una marca que resume lo que puede ser como artista.

Todo empezó cuando le regalaron una cámara fotográfica. A partir de ahí probó y recibió la aprobación de quienes le rodeaban. Aprendió de varios expertos con los que trabajaba como modelo. Corría el 2008 cuando hizo sus primeros «disparos» a amigos de su profesión. Y en 2010, cuando en Cuba se amplió el trabajo no estatal, la muchacha sintió la responsabilidad de dar forma a lo que hasta ahora era solo un pasatiempo. El cuentapropismo fue una buena oportunidad, reconoce quien ha hecho de la fotografía su profesión. Hasta ahora, resalta. Porque no hay pasión creativa que no quiera experimentar esta muchacha, que es una de las 172 784 mujeres (32 por ciento) que se han acogido al trabajo por cuenta propia, y está entre los 167 385 jóvenes (31 por ciento) que lo ejercen.

Cuando Juventud Rebelde se acercó al programa Bailando en Cuba, se estrenaron en estas páginas las imágenes de Titina. Aunque hace de todo en el mundo de la publicidad, la moda y las revistas —incluidos álbumes de promoción de artistas, músicos, modelos y compañías como Artex-Lauros— no fue hasta el gran espectáculo que sus tomas llegaron a la mayor parte del público. Bien porque trabaje para un sector más especializado y su obra no se conozca tanto por las mayorías, o porque sea una joven intentando amasar un sueño por cuenta propia, la lente de esta muchacha merece unas líneas en JR.

Del ingenioso lente de Titina salieron las imagenes de las parejas del gustado concurso de baile.

Plano general

¿Cómo se ve la vida a través de una cámara fotográfica?, la provoco . «Puedes jugar con luz, texturas, elementos, modelos, paisaje, ángulos. Es una mirada que captas de un modo más libre», filosofa y me lanzo por esa obsesión de la libertad, los tiempos y la inspiración.

«No soy de quienes piensan en la fotografía desde que amanece hasta que se acuesta. Le tengo gran pasión, pero la vida es amigos, familia, hacer deportes. Hasta hay quien duda de mí por no andar siempre con la cámara. Pero algunos fotografían los sucesos y están más atados a su equipo; yo preparo mis tomas cuando tengo trabajo o me inspiro», dice.

Seis años tiene la marca Titina Style. Y ella sueña que pueda albergar todo cuanto se proponga en la creación. «Es el camino que voy haciendo. No sé en qué terminará. Pero ahí estará todo en lo que ponga mi grano de arena», explica.

Además de cuanto hizo como modelo y colega del realizador Alejandro Pérez, su labor fotográfica fue dándose a conocer, hasta que ella decidió que sería su nueva profesión. «Había estudiado Contabilidad, pero no trabajaba. La aprobación de las normas del trabajo por cuenta propia me dio la oportunidad de tener una profesión, una ocupación y un negocio. Y, ¿cuál mejor que la fotografía si a algunas personas les gustaba lo que hacía? No se las podía regalar a todos, pero no tenía claro el modo de hacer aquello, el cuánto y cómo de cada detalle», rememora.

«El trabajo por cuenta propia me forzó a organizarme y a pensarlo todo muy bien», reconoce.

Primer plano

Y ¿cuánto sientes que cambias la vida a tu alrededor?, vuelvo a la carga, aunque ella reitera que le cuesta trabajo la pregunta, porque cada labor es importante. A veces las personas la saludan con efusividad y admiración, pero ella no deja de sorprenderse. «Una hace y hace y no piensa en esas cosas. No siempre nos damos cuenta de cómo repercute lo que hacemos en la sociedad.

«Mi labor en la fotografía tal vez puede ayudar a crear gusto por tendencias de la moda. Puede orientar en el vestir», resume. Pero su mamá se acerca y agrega que Titina ha sido la primera en dedicarse a hacer los álbumes promocionales de artistas, músicos y modelos. Las madres siempre nos conocen más que nosotros mismos.

«Me apasiona orientar a los modelos en su profesión. No me propongo darles clases, pero nace espontáneo. Tal vez en un futuro suceda», piensa, e imagino que esta joven de 32 años tiene alma de maestra, porque comenzó a enseñar desde que en su natal Cocosolo (Marianao), su mamá le hizo ver la importancia de comportarse bien, porque muchas niñas se fijaban en ella. «Si enseñamos que los modelos son más que una cara bonita, la sociedad los verá diferentes», razona.

¿Qué importancia tiene la fotografía para Cuba?, yerro en la pregunta que Titina no quiere responder. «Nunca me ha gustado ponerla en un punto muy alto, pues todo tiene su importancia», cree.

Andando por los caminos de la cubanía, llegamos a su sello como fotógrafa. Muchos le dicen que sus imágenes no parecen cubanas. Ella se inquieta pensando en que todo es hecho en lugares y por gente de este país, y con la visión de una cubana que ama su trabajo. «Si a veces no parece cubano, es por visiones limitadas que se tienen de la Isla. Pero somos muy ricos en cuanto a texturas, personas, paisajes y modos de ver el mundo», comenta.

Close-up

¿Cómo se abre camino una joven fotógrafa en el mundo del cuentapropismo?, indago. «Cuando tienes un proyecto que ha ido caminando, vas haciendo lo que crees, aunque no tengas a una persona guiándote. He observado a otros que han desarrollado sus negocios para aprender cómo actúan. Una de las herramientas es organizarte y realizar lo que te planteas. Porque no se trata solo de hablar, sino de hacer.

«Como todo proyecto, a veces uno se agota mucho y hasta la fuerza de voluntad flaquea, porque es una actividad que requiere pensar estrategias de cómo expandir el trabajo. Puede que uno se estrese, pero ese es el momento de pensar qué quieres, cuánto puedes hacer y cómo lograrlo. A veces se comete el error de pretender abarcar mucho y no sentirse bien.

«No me gusta caminar compitiendo. Me resulta atractivo estar en un grupo donde hacemos lo mismo y soñemos lograr algo. Pero no compito con el otro, sino que hago lo que deseo y mi negocio permite. Todo es enriquecedor», piensa.

Su consejo para quienes se quieran dedicar a la fotografía en Cuba lo obtengo después de pedir mucho. Titina no es mujer de dictar recetas. Espontaneidad es una palabra que repite casi obsesivamente. Pero responde comenzando con la advertencia de que el móvil no puede ser el dinero. Esa es una tendencia que observa y le preocupa mucho, que vean ese arte como un modo de obtener ganancias.

«Si emprendes una actividad con la mentalidad de que te dará dinero, sin una pasión ni una inclinación afectuosa, no confío en ese negocio. Detrás de todo tiene que haber sentimiento. Tampoco es bueno hacer las fotografías pensando en que serán famosas. Debes preguntarte qué te motiva para tener claro el camino», razona.

¿Qué puede ser lo mejor o lo peor de hacer fotografías en Cuba? Titina responde: «La disposición de las personas a dejarse fotografiar me ayuda mucho. Quizá en otro país lo primero es el dinero o cuestionan cada detalle, pero aquí son flexibles. Si me surge una idea, sé que tengo modelos disponibles y, si acaso, intercambiamos: hago mis fotografías y a ellos también les sirve para su trabajo.

«Las limitantes podrían ser las mismas que las de cualquiera. No hay que resaltarlas, sino resolverlas. Por supuesto que necesito más aditamentos, y una tienda en la que pueda comprar accesorios fotográficos. Sin embargo, cuando no tienes las posibilidades tan fáciles, pero sí el empeño, acabas consiguiendo lo que quieres. Se han hecho trabajos maravillosos con lo que tenemos y han alcanzado nivel internacional. Una no puede dejar de motivarse», opina.

Entre los planes inmediatos a los que da forma está su primera exposición, que será en agosto en la Fototeca de Cuba y estará dedicada al mundo de la moda. Lo importante, por ahora, es cómo siente esta joven en medio del mundo que ha escogido para sí, rodeada de los planos de su vida.

«Nunca he pensado qué es lo que más amo de mi trabajo, pero sí sé que lo amo. Quizá lo que más me atrae es que, aunque siempre lo he hecho con seriedad, nunca he esperado nada de él. Cuando hago fotografías lo disfruto, le pongo una energía increíble. Y eso es amor», se despide Titina.

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