Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Ese dinero sí era nuestro

Cinco trabajadores del sector de la salud mostraron arrojo al enfrentar a un grupo de delincuentes que trataban de sustraer violentamente el salario de su colectivo

Autor:

Hugo García

JOVELLANOS. MATANZAS.— El amanecer del viernes 6 de noviembre pudo terminar en una tragedia en el policlínico René Vallejo Ortiz, del poblado de Jovellanos, cuando un grupo de seis encapuchados asaltaron el inmueble para robar parte del salario de su colectivo, que se encontraba en una caja fuerte en un local del segundo piso de la institución.

«Entraron por varios puntos de manera violenta, lanzando piedras constantemente y dos de estas por poco me golpean», contó a este diario el jefe de turno Yuniel Montero Hernández, de solo 24 años de edad.

«Por primera vez en mi vida vivo una experiencia de esa magnitud. Volvimos a nacer… pero no dimos un paso atrás: los enfrentamos y no se salieron con la suya», recalca el joven jovellanense.

Los custodios José Sobrado Domenech y su hijo José Sobrado Moya también enfrentaron a los delincuentes que pretendían llevarse alrededor de 500 000 pesos: el salario de los 500 trabajadores de ese centro.

«Váyanse, no se busquen líos, que ese dinero no es de ustedes», gritaban varios de los asaltantes, según recuerda Sobrado Domenech: «Mi preocupación era doble, porque yo estaba abajo y mi hijo era el encargado de custodiar la bóveda del dinero en el segundo piso, y no nos dejaban subir, nos tiraban piedras», recuerda aún sobresaltado.

Piedras y alcohol 

Como otras noches tranquilas, sin pacientes a esa hora, el doctor Dayán Salazar Ruiz, residente de segundo año en la especialidad de Medicina General Integral (MGI), estaba despierto actualizando documentos de su consultorio del Médico de la familia.

«Sobre las 2:00 de la madrugada sentimos un ruido. El custodio dio una ronda y no vio nada, y como había mucho viento pensamos que fuera esa la causa. Casi al filo de las 3:00 parece que se desesperaron por algún motivo y comenzaron con violencia lo que considero un acto vandálico», rememora Salazar Ruiz.

Según cuenta a JR, dos asaltantes entraron por una puerta en la azotea y los otros cuatro por la lateral de abajo: «No tuvimos tiempo de nada… La cosa estuvo fea: ellos estaban dispuestos a todo y no lo hicieron sigilosamente, todo lo contrario.

«Enseguida supusimos a qué venían, y aunque sentimos un poco de miedo por la sorpresa, ninguno de nosotros se rajó en medio de esa situación tan complicada —asegura—. Nosotros también nos defendimos. Fueron 20 minutos aproximadamente, pero de verdad que parecieron una eternidad», refiere Salazar Ruiz.

Las puertas laterales por donde acceden los trabajadores sufrió severos daños. Por ahí entraron cuatro de los agresores.

«Tal vez no se imaginaron que todos éramos hombres. A lo mejor pensaron que si había mujeres de guardia ellos robarían con facilidad, pero no pudieron con nosotros cinco, que sin ponernos de acuerdo defendimos la propiedad estatal y nuestro salario», concreta Salazar Ruiz.

Los cinco se batieron 

El licenciado en Enfermería José Luis Mederos Rodríguez fue el quinto defensor. Según recuerda, «estaba recostado medio soñoliento, pero despierto, porque habíamos atendido a dos niños con fiebre una hora antes y eso nos desveló un poco. Fue impactante porque vinieron preparados y todo fue rápido. Pero no pudieron cumplir su objetivo, aunque no fue fácil para nosotros», comenta orgulloso.

«Me di cuenta de que venían por el dinero y teníamos que impedir que se lo llevaran», recalca Mederos Rodríguez y confirma que no cundió el pánico en ningún momento, a pesar de los riesgos que afrontaron en medio de la adversa situación.

Mientras los cinco trabajadores se batían con los asaltantes para evitar la sustracción, a duras penas uno de ellos pudo llamar a la estación de policía e inmediatamente se personaron varios agentes en el policlínico.

«Cuando vieron a la policía corrieron por todos lados, huyendo», cuenta Montero Hernández, el jefe de turno. Solo dio tiempo a estimar que eran hombres y jóvenes; y que venían con un pico, una mochila llena de piedras, una cizalla, palos y otros instrumentos.

Digno reconocimiento 

El doctor Gilberto Antonio Pellicer Ballesteros, secretario del Sindicato de la Salud en la provincia, entregó a estos cinco trabajadores un reconocimiento por su actitud valiente al enfrentar este delito y repudió el hecho.

Todos mostraron ecuanimidad y valor, aun cuando peligraron sus vidas por tratarse de un hecho violento, recalcó en el sencillo acto realizado en el mismo policlínico.

La doctora Dayana Granadillo Almeida, directora del policlínico de Jovellanos, insiste en que se deben extremar las medidas de seguridad en ese tipo de instalaciones. Foto: Hugo García

También la doctora Dayana Granadillo Almeida, directora del centro, exaltó la actitud de sus cinco trabajadores y resumió que se han sacado muchas lecciones de este acontecimiento inesperado.

«Estaba en mi casa cuando me llamaron para contarme lo sucedido. Enseguida corrimos hacia allá y preservamos el lugar de los hechos», dijo la doctora.

«Por suerte no hubo lesionados ni se pudieron llevar nada, porque la caja estaba resguardada. Pero hubo rotura de puertas y candados… era un desastre todo aquello. Los días de pago preservamos siempre el local y tratamos de que la guardia esté compuesta por hombres, como fue en este caso. De todas formas, nadie se esperaba esto. Por eso, aunque esa guardia estaba reforzada, a partir de ahora tenemos que extremar las medidas de seguridad», refiere la directiva.

«En el altercado rompieron varias puertas, entre estas la de la entrada a la bóveda donde está la caja. A la del departamento de Economía le arrancaron el marco. Pero después que trabajaron los compañeros del Ministerio del Interior (Minint), volvimos a abrir el policlínico en horas de la tarde, porque nuestro centro no puede estar cerrado», relató.

Acto de reconocimiento a la actitud valiente de los cinco trabajadores de la salud en Jovellanos. Foto: Hugo García

En nuestra visita al policlínico jovellanense, pacientes y trabajadores mostraban a cada paso su repudio a actos como estos, que crean malestar en la población.

Las máximas autoridades del Minint en la provincia afirmaron a este diario que aún se investiga este caso de robo con fuerza, y lo llevarán de la mano hasta su total esclarecimiento.

 

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