Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

El milagro de Cuba de la Caridad

Está herida pero serena, pues hizo lo posible y lo imposible, como siempre

Autor:

José Alejandro Rodríguez

 Al pie de los amasijos retorcidos del hotel Saratoga, tras debatirse entre la urgencia y la esperanza, Cuba de la Caridad llora a esos hijos que parten para quedarse en su memoria materna.

 Ella les tributa flores, sobre todo girasoles. Y enciende sus velas para iluminarles la ascensión. Está herida pero serena, pues hizo lo posible y lo imposible, como siempre.

Foto: Abel Padrón Padilla

  Fuerza y luz para los idos y para los que sobrevivieron. Fuerza y luz para todos en medio de tanto dolor. Aún con el corazón magullado, Cuba de la Caridad levanta la frente.

  Esta mujer tiene el milagro de resurgir ante las adversidades.  Está entrenada para extraer lecciones del infortunio. Por eso volverá a sus quehaceres, por más vientos en contra. Seguirá cuidando de sus 11 millones de hijos, la muy prolífera y sin límites de amores.

  Cuba de la Caridad se aferra a un breve descanso, a una ablución sentimental en silencio, para recomenzar en la lucha por la vida y el amor entre todos. Pero ahora, respeto y silencio ante esta dama bravía, que volverá por sus fueros  en cada amanecer.

 

 

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