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La tierra: el gran desafío y la gran oportunidad

El Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, compartió con trabajadores de la salud, de la industria y la agricultura de Villa Clara como parte de las visitas de los diputados a la base

Autores:

Alina Perera Robbio
Nelson García Santos

VILLA CLARA.— Cuando a Noel Benítez Fernández —hoy el mayor productor de tabaco tapado de Cuba— su papá le sugirió la idea de incursionar y hasta expandirse en ese tipo de cultivo, él pensó: «El viejo se me volvió loco…».

Tal audacia fue el comienzo de un camino que ha llevado el éxito a la finca La Veguita, allí donde Noel —productor de la CCS Rodolfo León Perlacia— está demostrando que la tierra lo da casi todo, y que sí se puede producir, Isla adentro, el alimento que sus habitantes necesitan.

«Lo principal para producir te lo da el Estado, que es la tierra. Lo único que no puede faltar es esa materia prima», dijo a los reporteros Noel, también diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular y miembro del Comité Provincial del Partido Comunista, quien tiene 37 años.

Campeón Centroamericano de Esgrima en el año 2006, ahora expresa con orgullo —como para espantar el estilo de quienes buscan pretextos y no hacer—, que él tiene cinco yuntas de bueyes, y que sus 30 hectáreas de tabaco tapado han sido alistadas con ellas.

Hay que buscar alternativas, asegura este trabajador, quien ha podido arar el 85 por ciento de sus tierras a golpe de bueyes. Lo único que hay que hacer, dijo, es «planificarse y adelantarse un poquito» en el cronograma de lo que se quiere sembrar.

Su filosofía, con la cual ha levantado un mundo admirable en el consejo popular de Tahón, en Remedios, es algo que está en consonancia con conceptos defendidos por el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien este jueves visitó la finca en calidad de diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

«Aquí está todo lo que hemos dicho», expresó el Jefe de Estado al final de su recorrido. «Experiencias como estas, subrayó, nos están diciendo lo que hay que hacer para que haya comida en el municipio»; lo que pasa, añadió el dignatario, es que tales éxitos siguen siendo la excepción y no lo mayoritario en el país.

Noel merece el elogio, porque en la localidad de Tahón, en La Veguita, además del preciado tabaco, ha obrado la fortaleza de irse diversificando; y sus 140 trabajadores están satisfechos con los estimulantes pagos, los cuales son posibles por todo lo que nace de la finca: cultivos varios, ganado mayor y menor, crías de cerdos, conejos, carneros…

En la meta de un escenario donde el orden y la limpieza no son obra de un día, sino de un largo método, está también estrenar, dentro de poco, un lugar desde el cual vender jugos, productos cárnicos, módulos pecuarios, huevos y viandas. Y como el liderazgo es crucial, Noel compartió claves de su éxito, entre ellas, «lo que nos enseñó nuestro Comandante en Jefe: la unidad, que todos se sientan parte, que todos se sientan dueños».

A los trabajadores de la finca, comentó Díaz-Canel: «Estamos defendiendo que la principal fuente de alimentación en la población tiene que ser la que se sea capaz de producir a nivel de comunidad, a nivel local, a nivel de municipio; y para eso hay que desarrollar sistemas productivos locales, donde participen todos los actores: la empresa estatal, los productores privados, las cooperativas».

Se trata, enfatizó, «de cómo vamos diseñando esos sistemas productivos locales que nos van dando soberanía a nivel de municipio y, por lo tanto, nos va dando soberanía a nivel de provincia y de país. Para nosotros es muy estimulante lo que estamos viendo aquí, porque este es el camino. ¿Y cómo se logra?: Trabajando».

En el mismo ánimo de reflexionar sobre los modos de amplificar aquello que funciona y que podría dejar de ser lo excepcional para convertirse en regla, el Presidente siguió su recorrido por el municipio de Remedios, donde también tuvo como destino la finca integral de Azumat (Agencia Comercializadora del Grupo Empresarial Azcuba).

En este segundo punto, ubicado en el consejo popular de Tahón, el mandatario dialogó con directivos y trabajadores, indagó por modos de pagos y estilos de trabajo, y compartió su certeza de que la empresa estatal socialista, si echa anclas en tareas agrícolas para producir alimentos, y se propone impactar con eficiencia en el bienestar de quienes le circundan, puede lograrlo.

Otro asunto concerniente a la vitalidad de la tierra se analizó en la finca del productor Orelvis Peñate, de la CCS Juan González, en el municipio de Placetas. Allí, además, de temas como el beneficio del tabaco y la diversificación de los cultivos, afloró un asunto clave: la atención a los jóvenes. Si a ellos —emergió en las conversaciones— se les enseña cualquier técnica u oficio, aprenden todo muy rápido.

Un sueño hecho realidad

Con enorme satisfacción podemos apreciar en la visita a este importante centro de salud mental, cómo el empeño, la sensibilidad, el compromiso y la profesionalidad convierten el sueño en realidad. Su magnífico colectivo de trabajadores lo ha logrado y merece toda la admiración y el respeto de nuestra sociedad. ¡Éxitos en el trabajo!

Con esa admiración por quienes protagonizan una entrega que tanta falta hace por doquier, escrita en el libro de visitantes concluyó el Presidente de la República su recorrido al servicio de salud mental del hospital pediátrico José Luis Miranda, de Santa Clara. La unidad de salud mental, inaugurada en su nueva sede el pasado 26 de julio, cuenta con 14 camas, y brinda atención a niños y adolescentes que requieren hospitalización.

En el intercambio, el Presidente indagó sobre diversos aspectos de su funcionamiento con los doctores Ángel Camacho Gómez, director de la referida institución, y Adis Pérez Fernández, jefa del servicio de Psiquiatría Infantil. La puesta en marcha de ese servicio, que garantiza mejores condiciones de atención a los pacientes, fue posible con una inversión superior a los cinco millones de pesos.

Además, conoció sobre el funcionamiento de la consulta provincial dedicada a la identificación y el seguimiento de trastornos en el neurodesarrollo, principalmente, en las edades más tempranas.

El mandatario también intercambió con trabajadores y especialistas en el hospital provincial docente universitario ginecobstétrico Mariana Grajales. Allí apreció el banco de leche materna, un lugar donde se lleva a cabo una humanísima labor en defensa de la vida, y visitó otras dependencias.

Directivos le explicaron la trascendencia de garantizar la leche materna exclusiva para los neonatos bajo peso, prematuros o que por alguna razón no puedan lactar y sobre el gran gesto solidario y altruista de las numerosas madres villaclareñas con ese acto de donar su leche materna.

En esta provincia, a pesar de la escasez de recursos, se han realizado inversiones en hospitales y acciones en la recuperación y mantenimiento constructivo de varios instituciones de salud.

Jóvenes a la vanguardia

Están escapados. Sigan haciendo cosas y proponiendo, enfatizó el Presidente de la República tras conocer el proyecto de desarrollo de la Industria Nacional Productora de Utensilios Domésticos (Inpud), única de su tipo en el país. En esencia se trata de modernizar sus producciones teniendo en cuenta el alto desarrollo tecnológico actual. Y en ese empeño la juventud resulta actor principal.

Yosbel Armas, técnico en proceso industrial, detalló el programa que cuenta ya con prototipos e incluirá hasta equipos que empleen como fuente de energía el biogás, así como ventiladores de baterías y paneles solares, por citar ejemplos.

Marisel Montero Lago, directora de la Inpud explicó que ahora pasa la entidad por un mejor momento, aunque su producción está muy por debajo de sus posibilidades.

Fue una de las cuatro entidades villaclareñas favorecidas con el otorgamiento de un financiamiento concedido por el Gobierno provincial para la compra de insumos, a fin de incursionar en el mercado cambiario en divisas —de una tasa de un dólar por 120,00 pesos cubanos— para algunas producciones, lo cual ha posibilitado importantes beneficios económicos a la fábrica y a sus trabajadores.

Con el fin de reactivar la industria, igualmente ofrece servicios de reparación y mantiene encadenamientos productivos con mipymes y otros actores de la economía, con el fin de producir envases plásticos, cajas eléctricas y tomacorrientes.

A ello se suman producciones alternativas para el mercado nacional con el uso de recortería y materiales ociosos, tales como vianderos, repisas y hornos domésticos de carbón, con un esquema de economía circular.¡En fin, la Inpud sigue viva, luchando, aportando!

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