Ya va regresando a casa una parte de los pobladores de Guamo, en Río Cauto, que fueron evacuados en Las Tunas ante las inundaciones provocadas por el ciclón. Autor: Radio Bayamo Publicado: 09/11/2025 | 12:33 am
Escabroso es el camino para volverse a levantar tras la dureza de los vientos y el agua abrumadora. Melissa fue más que un simple huracán que se ensañó con la zona oriental del país. Fue un monstruo de huella destructiva, implacable, que todavía asombra desde la montaña hasta la ciudad.
Es difícil emprender el rumbo nuevamente cuando se ha perdido todo, o casi todo, cuando la naturaleza desata su furia contra tanta humildad. La vida, sin embargo, poco a poco, siempre volverá a su cauce. Levantarse ahora, en estas circunstancias, podrá ser complejo, pero jamás una quimera de imposibles.
En este país, por suerte, hay muchas voluntades que se unen a diario, gente que no abandona su coherencia de hombres y mujeres comprometidos con los suyos y su tiempo. En medio de tantos avatares está la Patria, que sana cualquier herida por honda que sea, y donde renace la esencia misma de un ente que abraza con la bondad fidelista de la Revolución.
Cuba, como umbral que jamás abandona a su suerte a ninguno de sus hijos, lleva en alto el estandarte del bien, el compromiso con todos. Hemos observado en estas jornadas duras, desde el primer instante, a los líderes del país recorriendo cada rincón afectado, escuchando las inquietudes que laten en horas difíciles, indicando las salidas más oportunas.
Y también hemos visto cómo la solidaridad venida de tantos rincones y manos se traduce en práctica cotidiana, allí donde la furia quiso reducir a añicos las voluntades. Mientras en localidades como El Cobre, en Santiago de Cube, o en otras devastadas por Melissa, la gente comienza a recibir una ayuda tan necesaria como humana, nuestra Isla continúa compartiendo todo lo que puede, que no es, justamente, lo que le sobra.
El bien que ha entregado Cuba a otras naciones hoy se retribuye con las decenas de donaciones llegadas a nuestros puertos y aeropuertos. Esta Isla no brinda solidaridad a otros esperando algo a cambio. Eso lo sabemos de sobra, pero ha dado mucho amor al mundo.
Ahí está la clave de todo. Incluso, en momentos como estos, cuando la naturaleza pretende arrebatarnos hasta la esperanza, se levanta ese gesto de bondad en el corazón de su pueblo. El amor, por suerte, sigue salvándonos.
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