Alicia nació para que Giselle nunca muera Autor: Archivo de Granma Publicado: 18/09/2025 | 04:28 pm
EN 1949, al verla bailar Giselle en Buenos Aires, el prestigioso crítico argentino Fernando Emery afirmó que «Alicia Alonso nació para que Giselle no muera». Han pasado más de siete décadas desde que ese juicio valorativo fuese expresado, pero, su validez está vigente no solamente entre los cubanos, sino en las apreciaciones de los más eminentes especialistas de la danza a nivel mundial.
Ese reconocimiento lo avalan muchas razones, entre ellas el hecho de que la prima ballerina assoluta cubana lo haya bailado durante medio siglo y que haya dejado una versión coreográfica que figura entre las más extraordinarias de cuantas pudieran verse en escenarios de tanto prestigio como el Teatro Griego de Los Ángeles, el Ballet del Teatro Colón de Buenos Aires, la Ópera de Viena, el Teatro San Carlo, de Nápoles, o el Ballet del Teatro Teresa Carreño, de Venezuela.
El Ballet Nacional de Cuba ha paseado triunfalmente por el mundo la versión original de la Alonso, ganadora del Gran Prix del Festival Internacional de Danza de París en 1966, que también ha servido de base a la puesta en escena que desde hace años figura en el repertorio del Ballet de Camagüey.
Ahora, la maître Laura Alonso ha decidido hacer una nueva puesta en escena de ese clásico del romanticismo para el Centro Pro Danza, que ella tan dinámicamente dirige, y que subirá a la escena de la Sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba, a partir de este 19 de septiembre y se repondrá en el mes de noviembre próximo.
«Durante muchos años he bailado esa obra y en ella pude interpretar diversos roles, desde el cuerpo de baile, como los campesinos y la corte, hasta los solistas de Amigos en el acto primero y las wilis del acto segundo. Creo que solo me faltó hacer la Reina de las wilis. Ello me ha dado una experiencia muy rica para poder enfrentar esta nueva puesta», explicó.
Laura Alonso ha sido maestra e inspiradora de centenares de jóvenes a través del Centro Pro Danza y en otras naciones. Foto: Tomada de Internet
Durante un largo proceso de estudio y ensayos, la joven agrupación ha estado trabajando los más mínimos detalles no solo de la técnica, sino de todos los requerimientos estilísticos que demanda esa joya del arte coreográfico muy querida por el público cubano, que la valora como una «joya» del repertorio de la Escuela Cubana de Ballet.
«Varias parejas tendrán a su cargo los roles principales y el cuerpo de baile está consciente del reto al que se enfrentará. No pienso hacer ningún cambio coreográfico de gran magnitud, sino básicamente he trabajado intenciones, gestos, que me parecían necesarios para un elenco capaz, pero muy joven. Mis intenciones son ser fiel al legado de mi madre en esa obra magistral y lograr que el público la vea con un aire fresco, pero muy respetuoso. De lograrlo me sentiré satisfecha», añadió.
Las funciones de Giselle servirán para homenajear a la ex primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba, Ofelia González, en ocasión del aniversario 40 de su debut, y en ellas la ex gran bailarina camagüeyana y Laura Alonso alternarán el rol de Bertha, la madre de Giselle. Será una puesta en escena no exenta de nuevos juicios y valoraciones.
(Tomado de La Jiribilla)