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Estoy contento de regresar al cine

Cinco años después, Luis Ernesto Doñas retoma la realización cinematográfica y lo hace con su primer largometraje de ficción, Baracoa, cuyo estreno mundial será en el 46 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano

 

Autor:

Ana María Domínguez Cruz

Dirigir ópera o dirigir una película. O ambas. De esa manera, Luis Ernesto Doñas concreta sus sueños tanto en un ámbito como en el otro, aunque, pensándolo bien, no se trata de actividades opuestas o distantes, sino todo lo contrario.

Graduado de la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual del Instituto Superior de Arte y de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, actualmente es director y guionista de sus propios proyectos, aunque le antecede su experiencia como asistente de edición de las cintas La edad de la peseta, dirigida por Pavel Giroud; Madrigal, de Fernando Pérez y Kangamba, de Rogelio París y más tarde, como editor de La anunciación, dirigida por Enrique Pineda Barnet. Como director, su filmografía incluye el documental El despertar de un sueño y los cortometrajes de ficción Oslo y La trucha, entre otros.

Su vida giró completamente al obtener en 2018 la beca como director escénico en Fabbrica Young Artist Program, del Teatro de la Ópera de Roma. A partir de ese momento, nuevas puertas se le abrieron en Italia y en otras latitudes, y ha vivido fructíferas experiencias con la ópera Alcina (Händel) y La Fille du Régiment (Donizetti) en coproducción con la Fondazione Donizetti para el Teatro Lírico Nacional; la ópera contemporánea Acquaprofonda (Sollima), que obtuvo el premio Abbiati; Otello (Rossini) para el Belcanto Opera Festival en Japón, y Così fan tutte (Mozart) para la Berlin Opera Academy en Alemania. Además, fue el primer cubano seleccionado para participar en la 4ta. Competencia Internacional de Jóvenes Directores de Ópera, Nano-ópera, organizada por el teatro Helikon Opera en cooperación con el Departamento de Cultura de Moscú.

Con esa magistral mezcla creativa, que surge de la fusión de su amor por ambos mundos, Doñas es un ser singular, y merece la pena estar pendiente de cada una de sus obras en cualquiera de los ámbitos en los que se desempeña.

La actual edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano es una excelente oportunidad para ello, pues su ópera prima Baracoa tendrá su estreno mundial este sábado 6 de diciembre a las 3:00 p.m. en el cine Acapulco, y la presentación con el elenco y el equipo técnico presente en el evento acontecerá el domingo 7 en la misma sala, a las 8:00 p.m.

Como resultado de una feliz coproducción italo-cubana, entre Pointmedia Italia SRL y De la Huerta Producciones, con guion de Filippo Ascione y Luis Ernesto Doñas y producida por Francesco Papa, Carlos de la Huerta, Umberto Guido y Filippo Ascione, la película abraza a ambas naciones, pero no solo desde el nivel productivo, sino también a nivel de narración.

«En la historia, un personaje es italiano y es interpretado, afortunadamente, por Giancarlo Giannini, uno de los grandes actores y directores del cine internacional. Giannini vino a Cuba por primera vez, aún con su avanzada edad, a filmar esta película. Eso me enorgullece.

«El resto del elenco incluye a dos actores muy amados y queridos por el público cubano, Carlos Luis González y Yadier Fernández, quienes sorprenderán. Además están Giovanni Giusto, Ana Gloria Buduén, Paula Alí, Mireya Chapman, Yordanka Ariosa y Giulia di Quilio, entre otros.

«Toda la película fue filmada en Cuba, con un equipo mixto, tanto artístico como técnico, entre italianos y cubanos. Fuimos hasta Baracoa, la villa primada, porque la historia cuenta un viaje físico y espiritual entre dos personajes totalmente opuestos, quienes poseen una promesa por cumplir y heridas por sanar. Y ese viaje, mientras más largo, más provoca que se transformen las personas. Hablo de la identidad, del amor, de la amistad, de la aceptación…».

La música original estuvo compuesta por Bárbara Llanes, dato curioso que despertó mi atención. «Realmente es muy conocida como soprano, pero poco se conoce de su trabajo como compositora, y eso a mí me impulsó para invitarla. Empleo música ya existente, italiana y cubana, pero ese valor que le otorga a la película la obra autoral de Bárbara Llanes, interpretada por la Orquesta de Cámara dirigida por la Maestra Daiana García, es indiscutible».

—Tienes un vínculo estrecho con el mundo del canto lírico y especialmente en Italia… Eso explica muchas cosas…

—Sí, además de mi formación cinematográfica, he tenido grandes oportunidades para desarrollar mi carrera dentro de la dirección escénica para el arte lírico, fundamentalmente ópera, y esa experiencia la conecto muy bien con el audiovisual.

«El hecho de estar frente a un actor o frente a un cantante ofrece muchos puntos en común, y creo que trabajar en la lírica me hace también crecer como cineasta. Cada uno de esos espectáculos puede ser una película. De hecho, la crítica casi siempre subraya que los espectáculos míos tienen una mirada audiovisual, y seguro estoy de que en la película alguien verá también una mirada un poco más escénica».

—Toda película tiene, más allá de la pantalla, una segunda película sumergida, que es toda la aventura de hacerla…

—Tienes razón, y sobre todo en Cuba, donde puede ser muy complejo el proceso. En ocasiones, los productores pensaron en falsear las locaciones porque en la zona oriental hubo huracanes, apagones, el terremoto en Santiago… todo eso nos tocó durante el rodaje, pero siempre insistí en que necesitábamos ir y contar desde ese espacio la historia, y darle también alegría a esos lugares que han estado bastante tristes por los fenómenos naturales.

«El arte colectivo es maravilloso, aunque puedan generarse contratiempos en el ámbito de la comunicación, al final todos crecemos juntos, y en el caso de Baracoa, por la convergencia de ambas nacionalidades, se generó un proceso intercultural muy interesante».

—¿Satisfecho con Baracoa o quedan pendientes para próximas producciones?

—Es una pregunta un poco difícil para un realizador. Yo creo que todavía no estoy listo para responder eso. Creo que el público va a decir mucho, sobre todo el público cubano, y eso me va a ayudar a ubicarme también a nivel espiritual. En otro momento te podré responder mejor.

«Ha sido un gran proceso, estoy muy contento de haber regresado al cine después de cinco años que no lo hacía, pero satisfecho totalmente… yo creo que muy pocos artistas te van a decir que están satisfechos con lo que hacen. Siempre se puede más y siempre es crecimiento, y todo se estudia… Estoy súper contento de haber logrado lo que logramos, de que gente tan diversa navegara hacia una misma dirección con actores importantes y también jóvenes, actores incluso muy importantes en roles pequeños. Realmente estoy contento, pero el público va a decir la palabra final».

—¿Nuevas producciones para los próximos tiempos?

—Sí, las producciones de ópera se programan con mucha antelación en los grandes teatros. Tengo ahora mismo proyectos para el 2026, para el 2027 e incluso para el 2028.

«En cuanto al cine, tengo muchas historias en la gaveta, escritas hace tiempo, pero estoy esperando esta ola de Baracoa. Apenas empieza su recorrido y quiero ver hacia dónde navega para luego distribuir mi tiempo con mis otras responsabilidades. Es una dicha poder transitar por ambos caminos artísticos, pero encierra mucho compromiso y dedicación».

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